¿Os gusta el uso de un fondo de inversión para los fichajes del Real Zaragoza?
¿Os gusta el uso de un fondo de inversión para los fichajes del Real Zaragoza?
NO. Opinión de Pastoso
Habría docenas de ejemplos en bolsas financieras y de materias primas para ilustrar el repudio que provoca la forma de obrar (legal. Totalmente) de los denominados “fondos de inversión” y que ahora, por la puerta de atrás, quieren colársenos en el mundo del fútbol. Por ceñirme al caso del RZ:
1.- El Club pierde del todo su personalidad. Unos “inversores” de Omán o de Chicago, dirigidos por una oficina de Londres, quitarán y pondrán a cuantos jugadores les parezca para rentabilizar sus “operaciones”, en enero, junio o cuando empiece la Liga Paulista.
2.- Esa situación no tiene secretaría técnica o cuadro de entrenadores que la sostenga.
3.- Don Agapito, al que se le supone muy ocupado en los juzgados (mercantiles, de lo social, etc) entre el Club que dirige y sus empresas de construcción, tenía un “dinero tonto” que ha puesto al servicio del Fondo de Inversión. Si él no especula (discutible), se ha buscado unos socios que sí lo hacen. Y con lo que sea.
4.- Si yo fuese jugador del “B”, me iría buscando las habichuelas cuanto antes. No sería un “producto cotizable”, sería solo un chaval pelotonero y con el escudo del león rampante tatuado encima de la tetilla izquierda, la del corazón.
Se nos pide brevedad. Una pena. Se habrán quedado en el tintero no menos de diez puntos más
SI. Opinión de Alvarinho
Debido a la actual situación económica la utilización adecuada de fondos de inversión se plantea como una alternativa más que interesante. Acudir a estos fondos ofrece la ventaja de poder incorporar a jugadores consagrados sin someter al club a un riesgo económico que no nos podemos permitir.
La estancia del equipo en Primera División se antoja vital para la supervivencia económica del mismo y el uso correcto de estos fondos de inversión podrían ayudarnos de manera importante para conseguir este objetivo.
Por otro lado, esto no implica no poder hacer incorporaciones por otras vías de gente joven y con altas posibilidades de revalorización pero con un menor riesgo económico del que pueden suponer el gasto en jugadores que ya han tenido éxito como profesionales en las máximas categoría de las mejores ligas nacionales.
En definitiva, se trata de utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para mejorar lo que tenemos y para ser competitivamente viables sin hipotecar nuestro futuro con apuestas arriesgadas, cubriendo carencias importantes que económicamente actualmente no podemos subsanar con garantías.
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