AÑO 1. El proyecto del vacío

El Annus horribilis vivido durante el Año 1 de la presencia de Agapito Iglesias y Eduardo Bandrés al frente de la nave zaragocista ha llevado a una situación que ya habíamos vivido anteriormente pero que en esta ocasión, lleva escondidos pequeños regalos que pueden hacer que el devenir no sea el mismo que en la anterior época y que tenga consecuencias más graves de las que cualquier zaragocista desearía.

Allá por el 18 de Junio de 2007, escribí un artículo en el cual expuse diferentes puntos de vista en relación a lo que para mí fue el Año 0 de ese proyecto que encabezaban Bandrés-Agapito-Víctor Fernández. Esas líneas, las podéis volver a ver reflejadas en aquel artículo::

Fin del año 0 del proyecto. Comienza el año 1

Ha pasado un año de aquello, un año en el que ya comenté y expuse que era el más importante, como todo en esta vida, siempre son más duros los segundos años de algo que los primeros, en los cuales, muchas veces puedes encontrarte con el viento de cola o con una aureola de euforia que ayuda a que las cosas salgan a la primera y todo sea a pedir de boca.

Ha pasado el año más duro, en el cual también encontramos la celebración del 75 Aniversario de la firma del acta fundacional de nuestro club y el cual podríamos catalogar como “Annus Horribilis”. Lo lamentable de los Actos del 75 Aniversario de los cuales muchos de ellos los aficionados apenas han tenido constancia o no han participado, la incapacidad de continuar con el discurso de modernización del club, la incapacidad de dirección demostrada por los rectores actuales, el discurso altanero y egocéntrico creyéndose que nunca podría darse el terrible descenso, la falta de recursos en aspectos técnicos que se ciñen a la parcela deportiva, la improvisación en sustituciones de entrenadores, la falta de transparencia en los discursos y las mentiras usadas, el uso de una absurda batalla contra medios de la capital, la lamentable exacerbación de discursos contra arbitrajes sin mirarse al mal interior, etc., han sido las muestras evidentes de una gestión nefasta.

Bandrés–Agapito han demostrado tener una nula capacidad de análisis cuando el aspecto deportivo entra en problemas y lo que es más grave, la puesta en conocimiento de todos de encontrarse rodeados de un nulo grupo de asesores que les haya hecho ver la realidad de una triste historia que finalmente tuvo el drama como desenlace de la misma. La nueva época que había sido agasajada y pintada con un discurso populista y encaminado al regalo de oídos y la misión de introducir en la afición un discurso que realmente era el que querían escuchar, ha dejado ver las vergüenzas de un proyecto que ha tenido más improvisación y ayuda institucional, que cimentación y planos sobre los que pensar y creer en él.

Bandrés – Agapito han dejado que en sus 2 años de presencia, se añoren tiempos pasados que en el mismo momento de su discurso inicial comenzaran a borrarse de la memoria de los zaragocistas y empezáramos a hacer hueco a posibles grandes recuerdos que se unieran a otros como la Recopa, Copas del Rey o míticos partidos europeos. En 2 años al frente de la nave blanquilla, han llevado a que la afición pase del “me apretaré el cinturón” a “nos han tomado el pelo”. Ver como la gente sufría y veía como la nave se hundía en el aspecto deportivo y comprobar que los discursos o las miras iban dirigidas a matar moscas a cañonazos, ha sido uno de los puntos que más han llevado al sentimiento de frustración de una afición que ha visto como su equipo volvía al pozo de la Segunda tan sólo 5 años después de haber vuelto de un rápido paso por el denominado infierno o España profunda.

El Proyecto que supuestamente llevaba de la mano la modernización del club, el estudio que habían realizado nada más llegar al mando de la nave acerca de las carencias y las mejoras a acometer, los innumerables castillos que iban formándonos o esos discursos en cuanto a puestas en marcha o finalización de algunos proyectos jamás vistos, hacen que uno se pare a pensar y medite si esos jovenzazos que llevan la bandera del “Odio al Fútbol Moderno”, no van tan desencaminados y desgraciadamente para nosotros el Real Zaragoza se ha unido a ese grupo de clubes que ha sido adquirido por hornadas de millonarios que se encaprichan de un juguetito y hacen lo que les plazca sin tener en cuenta sentimientos, historia u otros antecedentes que lleve consigo dicho juguete.

El Real Zaragoza no sabe hacia donde debe mirar, no tiene capacidad de revertir una situación grave que ha sido propiciada por una nula experiencia de las personas que lo dirigen y que lleva camino de que el paso por la España Profunda no sea tan rápido como la anterior vez y éste puede llevar unos graves daños colaterales que ojalá nadie quiera lleven a un hipotética desaparición.

El uso del talonario, el discurso de “yo tengo tanto de patrimonio”, el insulto a la afición en forma de carta, el oscurantismo que les envuelve en la actualidad, etc. etc., hacen que la afición esté más impaciente que nunca y tenga mucho más miedo que antiguamente cuando el argumento de las apreturas de cinturón era usado para que no se solicitara el fichaje de grandes jugadores o el esfuerzo por conformar unas plantillas que subieran las miras del equipo.

Estamos en tiempos de compás de espera, unos instantes o unos períodos que se hacen eternos en el tiempo y que llevan un tufillo a miedo, a no creer en lo que se está realizando y que tienen como punto más crítico, el de una posible marcha del entrenador antes de que ni siquiera comience la temporada ante la diferencia del discurso inicial en su presentación y el posible devenir en la confección de la plantilla. El Real Zaragoza ha tintado las lunas de sus oficinas, ha encendido los efectos de humo usados en las discotecas para darle un mayor aspecto lúgubre a este tiempo de espera y ha cortado todas las líneas de comunicación con el exterior.

Los vampiros comienzan a trabajar en el interior de los despachos, el número de efectivos se incrementa a pasos agigantados y tan sólo se producen las bajas de alguno que sobra porque solicita más sangre de la que realmente se le quiere proporcionar o porque no le gusta el ambiente que se cuece en el interior de las cuevas zaragocistas. Son tiempos en los que el miedo atenaza a todos los que llevamos el León Rampante clavado a fuego en lo más hondo de nuestro corazón, son tiempos de tensión por el devenir y son momentos en los que el mayor temor que nos envuelve a todos es el del no saber si realmente se ha aprendido de los errores o se continúa en la creencia de que el uso del talonario soluciona todo.

Queda todavía mucho calvario por sufrir, dos meses de frustración ante la incomunicación en la que nos encontramos por este tiempo, dos meses en los que quieren andar el camino que no han sabido hacer en los dos años que llevan al frente del club, y lo que es peor, que ese camino que se desea caminar en tan corto espacio de tiempo, no se realizará sobre los bellos y majestuosos parajes de la Primera División, sino en los dejados y mal-cuidados parajes de la Segunda.

Esperemos que el tiempo que venga sea mejor, pero permítaseme que uno se retire al exilio y vea desde la lejanía lo que nos depare, ya que no desea que se le vuelva a tomar el pelo y menos, que se juegue con los sentimientos de tanta gente que padece como él cada día por ver a su León en lo más alto del panorama nacional e internacional.

Por Bubu.

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