Gaspar no cede
Gaspar dice ahora que «no habrá recalificaciones a la carta». No hay quien lo entienda. Fue este señor quien se comprometió a llevar el tema adelante en el Ayuntamiento para ayudar al Real Zaragoza a sanear su economía, quien tiene los votos para lograr que se apruebe, y quien se niega ahora a hacerlo sin el aval de la oposición.
¿Y por qué quiere tanto ese aval? Muy sencillo, porque en su día, Gaspar tachó de especulador al antiguo equipo de gobierno, a raíz del fallido proyecto de construcción de un campo en Valdespartera, que contemplaba viviendas libres. Y claro, la recalificación de los terrenos del edificio Alfonso Soláns Serrano es para construir vivienda libre. Y Gaspar tiene miedo de quedar ante la oposición y ante sus propios votantes como un especulador. De ahí que exija un consenso que no ha buscado ni necesitado, por ejemplo, para sacar adelante su proyecto de Nueva Romareda.
Y quizá por eso mismo, insiste Gaspar en que la recalificación de las oficinas del club no tiene nada que ver con su proyecto de Nueva Romareda. Pero es lógico que Soláns vincule ambas cosas, ya que, si los responsables municipales le fallan en esto, ¿por qué habría él de ponerles las cosas fáciles en lo demás? Y si ahora se echan atrás en un compromiso adquirido, es lógico que pierda la confianza en ellos y que piense que también se pueden echar atrás en otras cosas, como en la naturaleza de su participación en el proyecto Romareda.
Lo más «gracioso» de todo esto es que el Presidente Soláns no está pidiendo que el Ayuntamiento le dé ni un duro de las arcas municipales, sino únicamente que le permita disponer de lo que le pertenece para obtener unos ingresos que le permitan salir adelante.
Gaspar cree que la amenaza de Soláns de buscarse la vida por otro lado no es más que un bluff, y por eso insiste en que el proyecto de Nueva Romareda es la mejor opción para el Real Zaragoza y se muestra confiado en que Soláns pasará por el aro. Así pues, ahora es Soláns quien tiene la siguiente mano en esta partida de póker. Veremos si va de farol, o si tiene una jugada que saque de la mesa a Gaspar.
Entre tanto, se vuelve a demostrar que a los políticos municipales no les importa nada el Real Zaragoza, que no es más que otro motivo para hacer partidismo y tirarse los trastos a la cabeza.
Por Poyet11.
Comentarios