Análisis del Real Zaragoza 0 – 0 Lugo
Otro encuentro sin sumar los tres puntos para el Real Zaragoza. El conjunto de Popovic sucumbió ante el buen hacer del Lugo con balón, que sin embargo bajó enteros cuando se acercó al área del Alcolea. Empate amargo, ya que era un encuentro en el que se esperaba la victoria, pero que tuvo un desarrollo que bien podría haberle dado los tres puntos a los visitantes, superiores sobre el césped durante muchos minutos.
Planteamiento inicial
Cambios obligados por las bajas que acumula al equipo. Bajas que resultan aún más significativas si tenemos en cuenta que algunos titulares no están a su mejor nivel físicamente. La portería volvió a estar defendida por Alcolea, y protegida un poco más adelante por Fernández y Rico en los laterales con Cabrera de central zurdo y Vallejo de central diestro, probablemente una de las parejas de centrales que mejor rendimiento han ofrecido.
Los cambios más sonados llegaban en zonas más adelantadas. Lolo era finalmente el acompañante de Dorca en el doble pivote mientras por delante Tato entraba como mediapunta por la derecha, acompañando a Galarreta y Eldin y secundando a Borja Bastón.
¿Por qué el Lugo tuvo tanto balón?
Sin duda es la gran pregunta que todos los zaragocistas se hacían mientras veían el partido. El Lugo fue superior porque consiguió tener más balón e hizo más por aprovechar sus posesiones, especialmente en la primera mitad. Sin embargo hay que tener en cuenta que la mayoría de toques de los visitantes se dieron en la salida de balón, en campo propio, entre la línea de defensas y centrocampistas.
En esa zona del campo el Lugo consiguió tener bastante tranquilidad con balón gracias al dibujo que propuso el Zaragoza a la hora de presionar. Otra vez un 4-4-2 al que ya nos tiene acostumbrados Popovic con Galarreta y Borja arriba, presionando a los dos centrales. El problema de los locales llegó con la posición de Carlos Pita, que actuó como pivote y que se metió entre centrales para recibir.
Mientras Borja y Galarreta estaban pendientes de los centrales, Dorca y Lolo mantenían su posición con los dos mediocentros contrarios. La forma de presionar en paralelo de los dos primeros permitía las recepciones de Pita entre ambos, pero además el poco acompañamiento de los mediocentros zaragocistas en la presión también facilitaban el giro y hacían que el Lugo ganará verticalidad.
Por último, una vez tenía el balón en sus pies, Pita tenía libertad no solo para tocar con los otros mediocentros, sino que también podía ofrecerse de cara sin ser presionado, para poder distribuir a cualquiera de los costados.
Cuando el Zaragoza buscaba tener las líneas más juntas para evitar una salida, el Lugo iniciaba los movimientos entre Pita y David López o Seoane. El primero realizaba movimientos de arrastre para dejar la zona de recepción libre para sus dos compañeros.
Cabe decir, no obstante, que cuando creo más peligro el Lugo fue cuando intento lanzar balones a su delantero, Caballero, para que este los bajara para los jugadores de segunda línea, y especialmente cuando profundizo con Ferreiro por banda derecha. El extremo, con tendencia a salir hacia dentro, fue el gran peligro del Lugo a lo largo del encuentro.
Un Zaragoza con muchas dificultades
Es esquema en la presión que Popovic no quiso romper para adaptarse al rival, fue totalmente distinto en el Lugo. Los visitantes buscaron presionar arriba, hombre por hombre, aunque eso significara romper el dibujo de inicio. Esta presión, unido a los pocos ofrecimientos de los jugadores zaragocistas, favoreció que el Zaragoza buscará más el balón en largo, a Borja o uno de los extremos.
Si el Zaragoza conseguía romper las líneas de presión del Lugo, el equipo visitante se recomponía, cerrando filas y recuperando el dibujo. El Zaragoza no tuvo chispa en ningún momento en la zona de tres cuartos de campo, y aun así pudo disponer de buenas oportunidades gracias a la superioridad en el área de Borja Bastón frente a los centrales visitantes.
Ni en un lado ni en otro
El centro del campo del Real Zaragoza fue una de las zonas más pérdidas a lo largo del partido. Solo con el arreón final, ayudados por un Sergio Gil preciso en el primer toque, consiguieron asentarse sobre el terreno de juego y ganarle la partida al centro del campo visitante.
Muy separados de ambas líneas, Lolo y Dorca quedaron en una especie de limbo, donde los movimientos de sus marcas los desconcertaban y terminaban por descolocarlos. Dorca, al que se le ve justo a nivel físico, aguantaba la posición mientras Lolo apoyaba más en la transición. Sin embargo era Galarreta el que solía recibir en el centro del campo, y cuando lo hacía se veía totalmente rodeado por contrarios, con los tres jugadores de ataque (Tato- Borja- Eldin) muy distanciados y sin prácticamente apoyos.
A la hora de defender tampoco fue un partido fácil para ambos. Lolo y Dorca sufrieron por su lentitud en el repliegue, que impedía juntar líneas y permitía que cualquier rechace de la defensa o balón que bajara Caballero fuera directamente a los pies de un jugador visitante.
Soluciones que no funcionaron
Tarde, pero durante la segunda parte el Real Zaragoza buscó corregir algunos de los errores que llevaba todo el partido cometiendo. Lolo y Dorca acompañaron más en la presión, rompiendo el esquema pero evitando que Pita recibiera con libertad entre Borja y Galarreta.
El Lugo optó por ser más directo, viendo que tampoco había dispuesto de grandes oportunidades pese a manejar el esférico, y también en esos desplazamientos fue superior al Zaragoza, que solo apareció en el tramo final del encuentro.
Otra vez las soluciones llegaron tarde y otra vez el Real Zaragoza se vuelve a quedar con tres puntos vitales y cada vez más necesarios. Paradójicamente, el equipo se sitúa en Play Off, con un punto de ventaja sobre su máximo perseguidor y cinco sobre el octavo. Parece claro que esa sexta plaza es el gran objetivo, y el Zaragoza necesitará mejorar sensaciones para conseguirla.
Fuente de las imágenes: LaSexta
Artículo publicado originalmente en vavel.com
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