Análisis del Córdoba 0 – 2 Real Zaragoza

Análisis del Córdoba 0 – 2 Real Zaragoza

Análisis del Córdoba 0 – 2 Real Zaragoza

Victoria a domicilio del Real Zaragoza frente a otro rival directo. El equipo de Carreras continúa su evolución y sigue confirmando las sensaciones y expectativas creadas en el anterior partido frente al Leganés. Por encima de todo, el Zaragoza entendió que necesitaba el partido en cada momento, lo que permitió ejercer cierto control, ayudados por la tranquilidad que ofrece ir desde el inicio por delante en el marcador.

Planteamiento inicial

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Apenas un cambio en el once con la entrada de Hinestroza por Lanzarote. Carreras pensó que el estado del césped y el rival necesitaban mantener abierto el campo y una buena dosis de velocidad, por lo que apostó por el colombiano pegado a la banda izquierda para explotar sus virtudes.

La entrada de Hinestroza en la izquierda implicó a su vez que Pedro pasara a la banda derecha. Si en Leganés los extremos jugaron a banda cambiada para conseguir superioridad por dentro, frente al Córdoba se buscó la profundidad y el desborde exterior, personificados en el papel que realizó Hinestroza.

Adaptarse al momento de partido

Influyó en el partido el tempranero gol que adelantó al Real Zaragoza, pero no se puede negar que el equipo sigue evolucionando. Si ya en Leganés destacó la lectura de juego del equipo, en el Córdoba se confirmó esa sensación de adaptación al momento del partido, de saber qué hacer en cada momento.

Como frente al Leganés, el Zaragoza intentó crecer inicialmente a partir del balón. El equipo de Carreras no tuvo ninguna prisa y supo hacer transitar el balón en su línea defensiva para hacer salir a la primera línea de presión del Córdoba (Xisco-Andone), algo a lo que ayudó el tempranero gol. Cuando los dos atacantes locales intentaban tapar el posible pase a Morán, Cabrera y Guitián condujeron hacia delante aunque no resolvieron muy bien la situación a la hora de ejecutar el pase. Una vez Xisco y Andone salieron a presionar, los espacios para Morán y para los desmarques de apoyo de Ros y Culio aumentaron.

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Si en algo ha crecido el Zaragoza descaradamente es en la fluidez de la circulación. La rápida adaptación de los nuevos jugadores y el perfil de estos ha facilitado que el equipo pueda conservar el balón de forma eficaz, con mucha fluidez a la hora de transitar por el centro del campo, con la ayuda del pivote, los interiores y los laterales.

El torbellino Hinestroza

Cambio radical del colombiano en sus últimos dos partidos. Hemos podido ver, al fin, al mejor Hinestroza de la temporada. Curiosamente la mejor versión del jugador ha llegado cuando ha dejado atrás las florituras y ha empezado a realizar un fútbol más práctico y acorde a sus características.

Hinestroza es aceleración, velocidad, desborde exterior y uno contra uno. Todo eso lo explota mejor en la banda izquierda, donde se convirtió en un torbellino, destrozando a su marca en cada acción individual que intentó. El colombiano ofreció siempre la opción de la profundidad para el Zaragoza.

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Si en el centro y la defensa Morán, Ros, Guitián o Culio saben pausar el juego, el Zaragoza sabe que en cuanto el balón llega a los pies de Hinestroza o Ángel es el momento de acelerarlo. La velocidad de los dos jugadores, un punto o dos por encima del resto, se convierte en un arma para llegar rápidamente al área rival.

Hinestroza explota su desborde, ha ganado confianza y no duda a la hora de encarar al rival. Por su parte Ángel está en un estado de forma espectacular, ese que le da para presionar a los dos centrales y no parar de moverse cuando el equipo tiene la pelota, puro nervio. Al delantero ya no se le busca solo en profundidad o por alto. Ángel ofrece siempre una solución con su cantidad de desmarques, pero no solo sabe jugar al espacio. Sus movimientos de apoyo y sus toques de espaldas a portería dejando el balón a los interiores desahogan al equipo y son siempre productivos, una faceta que apenas se había explotado.

Solidez y llegada

El Zaragoza ya no se ahoga en presiones absurdas o mal estructuradas. El estado físico de jugadores como Ángel o Ros, que recorrió una cantidad de metros inmensa, ayuda a realizar una presión efectiva y trabajada. En Leganés ya se observó que el equipo no tenía necesidad de buscar al equipo rival arriba. El Zaragoza tapa todos los espacios interiores, cerrando un poco a Pedro e Hinestroza, adelantando la línea defensiva y dejando a Ángel con los dos centrales.

Solo cuando el rival retrasa el balón hacia atrás el Zaragoza intenta salir a buscarlo con la ayuda de Ros o Culio, que además persiguen al mediocentro rival que intenta apoyar para salir con el balón jugado. El Córdoba apenas pudo tocar por dentro, y cuando buscó a sus hombres de banda se encontró a Campins y Rico, superiores físicamente a sus marcas.

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Jugando de esta forma y obligando al rival a buscar muchos balones en largo creció un Cabrera inmenso, un muro uruguayo capaz de secar completamente a uno de los mejores delanteros de la categoría. El uruguayo disfruta defendiendo los balones frontales, y ante el Córdoba ofreció un recital. El Zaragoza obligaba a escupir el balón al rival, y cada balón que salía de la defensa local llegaba siempre a Cabrera.

Con las líneas juntas y consiguiendo robar bastantes balones, el Zaragoza supo también explotar los contraataques. La velocidad de Ángel o Hinestroza, la conducción de Pedro y la llegada de Ros permitieron al Zaragoza lanzarse al área rival, aunque no siempre se tomaron las decisiones correctas a la hora de ejecutarlas.

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La llegada de segunda línea puede ser importante. Ahí sumó mucho Ros, en una faceta que no se le vio frente al Leganés. El mediocentro pisó área en más de una ocasión, sumándose como opción aunque no encontrara al remate. Su aportación, como la de Pedro e Hinestroza, debe crecer en cuanto a disparos se refiere.

Los cambios de Carreras

Viendo la seguridad que mostraba el Zaragoza en el encuentro, Carreras dejó los cambios para la recta final del partido. Diamanka entró por Hinestroza y se colocó primero formando un doble pivote con Morán para luego colocarse en la mediapunta, dejando que Ros fuera el que acompañara a Morán en un 4-2-3-1 en el que Culio fue desplazado a la izquierda.

Imagen 6

Fue el argentino Culio el que con su inteligencia llevó la parte final del partido a su antojo. El encuentro se paró siempre que él quiso. Tras la entrada de Dongou por Ángel para refrescar la presión y la de Dorca por Pedro, destaca la implicación que mostraron los tres jugadores que salieron desde el banquillo, aunque jugaran muy pocos minutos.

El Zaragoza siguió mejorando y las sensaciones son cada vez mejores. Carreras ya tiene opciones distintas entre las que elegir y por el momento las está gestionando bien, el equipo gana en identidad pero sobre todo en moral. Es más fácil crecer desde la victoria.

Fuente de las imágenes: LFP y Canal+
Artículo publicado originalmente en vavel.com

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