Análisis del Osasuna 1 – 1 Real Zaragoza
Análisis del Osasuna 1 – 1 Real Zaragoza
Empate del Real Zaragoza en un partido muy complicado contra Osasuna. En un ambiente difícil, el conjunto de Carreras se mantuvo fiel al nuevo estilo implantado por el técnico, pero los mecanismos del equipo rival y la permisividad del colegiado dificultaron el juego zaragocista. En la segunda mitad el equipo Osasuna fue tomando el control del encuentro y Carreras no acertó en los cambios.
Planteamiento inicial
El 4-3-3 de Carreras sigue siendo fijo. La baja de Hinestroza por sanción provocó el único cambio en el once inicial. Lanzarote entró por el colombiano para situarse en la banda derecha, dejando a Pedro en la izquierda. Pese a jugar a banda cambiada, se pudo ver a ambos siempre muy abiertos, y buscando estirar al equipo para impedir la fuerte presión de Osasuna.
Un Zaragoza fiel a su nuevo estilo
No acompañó el contexto, no acompañó el rival y tampoco lo hizo el árbitro, pero no importó, el Zaragoza salió desde un principio con la idea de mantener la línea de juego que venía mostrando en los últimos encuentros. Con un 4-3-3 muy marcado y apenas cambios en un once que parece consolidarse, el equipo de Carreras volvió a buscar controlar el encuentro a partir del balón.
Desde el principio se intentó no rifar demasiados balones. Manu Herrera tuvo calma para tocar siempre con uno de los centrales y que el Zaragoza empezará a construir a partir de ahí. Sigue creciendo Guitián, que continúa ganando responsabilidad en la salida de balón y que se atrevió a tomar riesgos, aunque alguna vez no salieran bien. Pero esa es una de las características del Real Zaragoza de Carreras. El intentar jugar de esta forma implica riesgo. El equipo abierto y muy estirado, la búsqueda siempre de compañeros a los que dársela al pie en la primera fase de la salida…
Osasuna apretó y provocó imprecisiones
El Zaragoza se expone ante una posible pérdida. Es algo inevitable si el equipo quiere jugar de esta forma pero debe intentar controlarse lo máximo posible. Osasuna, con un 4-1-4-1, apretó la salida zaragocista, con dos jugadores que estuvieron encima de Morán prácticamente en todo momento. La presión agresiva de Osasuna funcionó y provocó las imprecisiones zaragocistas.
Sin embargo, el déficit de esta presión era que a la espalda de esa línea de cuatro jugadores tras el delantero podrían buscar espacios Ros, Culio e incluso Ángel, una cantidad de apoyos que Merino no era capaz de controlar. El problema para el Zaragoza estuvo en la dificultad para llegar a esa zona.
Cada vez que lo consiguió, el balón pasó a los extremos y fueron Lanzarote y Pedro los que llevaron el peligro y acercaron al Zaragoza al área rival, aunque el Osasuna trató de cortar el juego en todo momento, especialmente cuando el equipo de Carreras buscó la banda izquierda de Pedro.
Pese a la presión, el Zaragoza fue mejor en la primera mitad, con buenas ocasiones, y encontró el premio con una maravilla de Lanzarote en forma de gol, que permitió a los blanquillos irse al descanso con un justo 0-1 que presagiaba dificultades para la segunda mitad.
Sergio Gil para intentar recuperar el control
Los presagios se confirmaron con el rápido empate de Osasuna, que hizo más daño del que en un principio pudo parecer, ya que los locales se vinieron arriba y comenzaron a tener el control del encuentro. Roberto Torres llevaba la batuta del equipo y Osasuna se mostraba cómodo sobre el campo, todo lo contrario que un Real Zaragoza que aumentó sus imprecisiones en el centro del campo y que vio como Manu Herrera salvaba al equipo de la remontada local.
Con la idea de intentar recuperar el control del partido, Carreras metió a Sergio Gil en el lugar de Pedro. La intención del entrenador era que el canterano se situara en banda a la hora de defender y se centrara más cuando el equipo tuviera el balón, buscando acercarlo a Culio y asegurar el balón mediante combinaciones y dejándole la banda izquierda a Rico.
Sin embargo el equipo apenas pudo buscar a Gil y cuando lo hizo el canterano no estuvo muy acertado a la hora de combinar con Culio o Rico. El equipo siguió perdiendo continuidad en su juego pero supo sufrir ante las acometidas de Osasuna.
El Zaragoza con un jugador menos
Cuando el encuentro llegaba a su fin llegó la expulsión de Cabrera, tras dos amarillas muy discutibles, que dejaron al Zaragoza con un jugador menos. Carreras metió a Rubén por la necesidad de reestructurar al equipo y el Zaragoza se reorganizó en un 4-4-1 con Dongou en punta y Ros tirado a la derecha.
Finalmente el Zaragoza consiguió un punto en un campo complicado. El equipo busca darle continuidad a su nuevo estilo y hay matices que se repiten ya en todos los encuentros. Los siete de nueve puntos conseguidos ante tres rivales de la parte alta de la tabla deben ser solo el comienzo del ascenso y consolidación del Zaragoza en los puestos altos.
Fuente de las imágenes: LFP y Canal+
Artículo publicado originalmente en vavel.com
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