Análisis del Real Zaragoza 1 – 0 Alavés

Análisis del Real Zaragoza 1 – 0 Alavés

Al fin llegó la ansiada victoria. Tras los varapalos recibidos en las anteriores jornadas, el Real Zaragoza se llevó los tres puntos frente a un Alavés que solo en la fase final del partido puso en verdaderos aprietos a los de Popovic. Sin terminar de disipar las dudas y siendo más pragmáticos a la hora de atacar, parece que el nuevo esquema se consolida, pero siguen quedando problemas por resolver.

Planteamiento inicial

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Pocos cambios en el once inicial pero bastante importantes. La ausencia de Marc Bertrán hacía prever que Isaac empezaría a ganar peso dentro del equipo. Sin embargo, en una decisión muy discutible, Popovic decidió mover de su sitio al mejor central del equipo, Vallejo, para que jugara como lateral derecho, dando entrada a Rubén en el centro de la zaga.

El otro cambio llegaba en la punta de ataque. Ángel, que había sido titular en todas las jornadas ligueras hasta ahora, dejaba su puesto para Alfredo Ortuño, que tenía una gran oportunidad de demostrar que puede aportar cosas positivas a este Zaragoza. Al margen del gol, el delantero mostró adaptarse bien a la propuesta de Popovic, sumando como opción a posibles centros de Jaime e Hinestroza y especialmente como opción de apoyo de espaldas a portería.

Ataques prácticos

El Zaragoza fue superior al Alavés durante gran parte del encuentro, especialmente en la primera mitad. El equipo consiguió hilar jugadas gracias a la visión de Erik Morán y la hiperactividad de Diamanka. Sin embargo no existía demasiada fluidez en las combinaciones interiores, por lo que era difícil llegar a zona de remate por esa zona.

Con esa falta de fluidez por dentro, las bandas se convirtieron, de nuevo, en la gran arma del Zaragoza. Por un lado, Vallejo midió y eligió muy bien sus subidas al ataque, siendo Jaime el que se ocupaba de dar amplitud a esa banda derecha. Por el otro lado, Rico ganaba altura con más asiduidad que el capitán zaragocista. La amplitud y profundidad de Rico permitió a Hinestroza buscar contactos con el balón por dentro, y estos movimientos crearon espacios en el sector diestro del Alavés, que se convirtieron en un caramelo para jugadores que atacan bien los espacios como Rico e Hinestroza.

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Una vez el balón llegaba a los extremos la consigna estaba clara: Desborde por banda y sumar jugadores en zona de remate. Tanto Hinestroza como Jaime destacan por su desborde. La potencia de uno, la técnica del otro y la velocidad de ambos les permiten atraer rivales y salir victoriosos en los uno contra uno. Con estas cualidades, es muy factible que ambos consigan sacar huecos en sus jugadas por banda para buscar un centro al área, por lo que resultaba imprescindible que cada vez que el balón llegará a uno de ellos se cargara la zona de remate, con el delantero, el extremo de la banda contraria y los interiores, cada uno atacando una zona. Sumó mucho en este aspecto el incansable Diamanka, que pisó área en prácticamente todas las jugadas ofensivas del equipo por banda.

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El nuevo sistema en fase defensiva

Dos partidos con el 4-1-4-1 y dos partidos con la portería a cero. Aunque afectan muchos factores, parece que el nuevo sistema ha ayudado también a consolidar el equipo a nivel defensivo. Tanto Lugo como Alavés parecieron rivales muy decepcionantes para lo que se esperaba de ellos, pero parte de culpa la tiene el trabajo defensivo del Zaragoza. Bono realizó su partido más seguro de lo que llevamos de temporada, y solo en la recta final del partido el Alavés creo verdadero peligro.

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La mejora en la presión ya quedo patente en el partido frente al Lugo, pero en esta ocasión el Zaragoza se mostró muy sólido a la hora de defender los contragolpes del Alavés. El equipo se mostró intenso en el repliegue, con una rápida transición ataque-defensa en la que fue clave Morán. El centrocampista, que no suele perder el sitio durante todo el encuentro, se internaba entre los centrales para que estos pudieran abarcar más espacio ante posibles balones en largo a las bandas.

Cambio de esquema en la segunda mitad

En la segunda mitad Popovic retrasó líneas, buscando asegurar el resultado y salir al contraataque o pausar el partido cuando fuera necesario. Con el paso de los minutos, el técnico serbio decidió cambiar de esquema para volver al 4-2-3-1, dejando a Morán y Dorca como pivotes y a Diamanka por delante. Tras el cambio de Diamanka por Wilk fue el polaco el que se colocó junto a Morán en el pivote dejando a Dorca por delante. Con el cambio de esquema el equipo perdió capacidad de presión y los centrales rivales ganaron libertad para poder lanzar balones al área o hacia las bandas.

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En otro orden de cosas, buenas sensaciones dejó el debut de Isaac. El lateral derecho mostró buenos conceptos ofensivos, con un buen toque de balón y bastante velocidad. A nivel defensivo dejó más dudas con alguna mala decisión, pero mostró mucha intensidad y marcar muy encima al rival. Consiga o no ser titular en la siguiente jornada, parece claro que Vallejo debe estar siempre en el centro de la defensa, donde se convierte en el líder del equipo. El equipo no ha resuelto todos sus problemas ni ha despejado las dudas, pero ha conseguido algo que necesitaba: ganar.

Fuente de las imágenes: C+ y LFP
Artículo publicado originalmente en vavel.com

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