En vuestro puesto

Por Héctor Beguería Igual

Ojalá hubiera yo podido viajar a Llagostera y poder llevar ese escudo y vestir esa camiseta.

Poder saltar al campo a hacer el calentamiento y ver a los zaragocistas en la grada como me mandan su aliento.

Poder jugar de defensa, de extremo o de delantero y notar mi sangre los noventa minutos hirviendo.

Poder escuchar el pitido inicial y sólo rondar por mi cabeza el luchar cada balón como un perro de presa.

Poder que para eso me pagan hacer todo lo posible, para marcar un gol de esos que llaman imposibles.

Poder ir a celebrarlo a la grada con los zaragocistas y ver a un niño de alegría se le saltan las lágrimas.

Poder terminar el partido habiendo ganado tres cero y volverme para Zaragoza con los deberes bien hechos.

Poder centrarme en el play off de ascenso y ver a la Romareda en el partido de vuelta como la auténtica Bombonera.

Poder notar en el último partido que mi camiseta de sudor está tiesa, porque mi objetivo si es subir a primera.

Pero todo esto que os digo lo habéis tirado por tierra y simplemente por una cosa, que yo si siento este escudo y esta camiseta.