Albacete Balompié 0 – 0 Real Zaragoza | Crónica

Albacete Balompié 0 – 0 Real Zaragoza | Crónica

Asuntos pendientes

Camina este Real Zaragoza por el filo tembloroso de la indefinición. Lo demostró ayer en Albacete y lo corroboró Natxo en la rueda de prensa con su titubeante discurso, en el que no supimos vislumbrar si lo que ocurrió en el campo era lo que deseaba o lo que trataba de hacer era ocultar los vacíos de su equipo.

Camina, decíamos, por no emplear el verbo deambular, que aporta un sentido errático al proyecto que comanda el vasco. Es verdad que se mantuvo la puerta a cero, mérito hace tiempo inalcanzable para los nuestros; es cierto, también, que se manejó el partido con cierta solvencia en un centro del campo en el que Eguaras se encontró muy cómodo en su papel de pivote, casi de 5 argentino, y Ros descubrió un rol que le permitió ser protagonista como nunca lo había sido hasta ahora. Sin embargo, los últimos veinte metros parecen sembrados de minas desactivantes, pues los chicos de arriba no supieron elegir en ningún caso adecuadamente. Y no golearon.

Natxo aprovechó que no iban a estar ni Cristian ni Verdasca para sacudir al grupo e introducir variantes. Algo parecido a lo que hace cualquier entrenador cuando llega nuevo a un equipo a mitad de temporada y pretende reactivar a un grupo desnortado. Y la jugada no le salió mal del todo, por lo menos durante la primera parte.

Los primeros minutos fueron prometedores. Tanto el Albacete, por medio de Dani, como Ros estuvieron a punto de darle trabajo al encargado del marcador con sendos remates ajustados. Pero en seguida se apagó la luz en la Mancha, porque el Albacete mostró todas sus carencias y el Zaragoza no encontraba el pase ajustado para finalizar jugadas. Fue Grippo quien más cerca estuvo del gol con un impecable chut de falta que repelió el larguero, susurrándonos al oído que si llegaba un gol probablemente sería a consecuencia de un balón parado.

Ciertamente el equipo aragonés sí ofrecía una imagen segura y despreocupada. El balón era suyo y circulaba en posesiones prolongadas por las líneas centrales, pues ni Guti ni Pombo acertaban a rasgar las costuras laterales del Alba. Eso le llevó a ciertos atascos y, sobre todo, a no encontrar combinaciones peligrosas, pues todas las acciones morían en los últimos metros por incapacidad, indecisión o torpeza.

Aún anotamos una nueva ocasión de Ros, muy activo y protagonista, con un disparo que rozó el poste y varios acercamientos que provocaron la inestabilidad local, algo que podía aprovechar el Zaragoza. Era el momento, pero su inexactitud ofensiva le dio alas al Albacete, quien se atrevió a acercarse torpemente al área de Ratón y dispuso de hasta tres ocasiones de gol que a punto estuvieron de abrir viejas heridas nunca cicatrizadas en el esternón zaragocista. Afortunadamente ni Espíndola, ni Zozulia ni de nuevo Espíndola, este último con un chut que repelió el poste, lograron batir a Ratón, que mantuvo sus redes adormiladas sin recibir ninguna visita inoportuna.

Con la preocupante esterilidad goleadora de Borja como detalle negativo que brilla cada vez más se llegó al descanso. Y después, el páramo. El partido entró en uno de esos senderos feos y desagradables en el que no hay sentidos convergentes, sino extraños recovecos que nos llevan a la confusión. Jugadas inacabadas, errores individuales y colectivos y bombas de artificio de difícil digestión. Con este panorama, entró Vinicius por un inoperante Tloquer, con la sana intención de activar al equipo y darle pólvora al ataque. Difícil empresa, porque los chicos de arriba estaban empeñados en quitarle argumentos a su mister. Ni Borja estaba, aunque todos le esperamos, claro está, ni Pombo ha aprendido aún que este juego es de equipo, por lo que todas sus aproximaciones se diluían al llegar al área de Nadal

Para colmo, los laterales no andaban ayer en su tarea de recorrer las bandas y tratar de hacer daño por ahí. Delmás se preocupó más de defender que de atacar y Benito nos regaló algunas luces y varias sombras, así que por ahí no. El partido discurría por playas secas y no parecía que fuese a llegar el gol en ninguna de las dos porterías. Natxo cambió a un descosido Pombo por Febas, con la sana intención de encontrar algún resquicio en la discreta defensa albaceteña. El catalán agitó el ataque con sus caracoleos, pero le falta rematar y culminar. Es un debe que tiene que pulir si quiere que su aportación sea relevante.

Los últimos minutos nos regalaron la sensación de que, visto lo visto, los dos equipos se conformaban con el empate, si bien aún dispusieron de un par de cartuchitos mojados que, de haberlos explotado, habrían provocado un sofocón a lo grande en el contrario. Quien lo tuvo más cerca fue Papu, con un balón por encima del larguero en la mejor ocasión de los últimos minutos.

Empate, en fin. El equipo sigue atorado, sin frescura y falto de gol. Un solo tanto en los últimos cinco partidos es muy poco y supone un enorme problema. La única buena noticia es que no se encajó y que algunos jugadores como Ros y Eguaras dieron sensación de poder aportar más en sus nuevas posiciones. Algo que habrá que confirmar en Valladolid.

Ficha técnica

Albacete Balonpié:
Tomeu Nadal, Arroyo, Gaffoor (Adri Gómez, 46′), Chus Herrero, Delgado, Morillas, Erice, Susaeta (De la Hoz, 76′), Dani Rodríguez, Espíndola (Bela, 64′) y Zozulia.

Real Zaragoza:
Ratón, Delmás, Grippo, Mikel González, Benito, Javi Ros (Papu, 81′), Eguaras, Raúl Guti, Pombo (Febas, 68′), Toquero (Vinícius, 61′) y Borja Iglesias.

Gol:

Árbitro:
Eiriz Mata (Colegio gallego), amonestó a Dani Rodríguez, Pombo y Grippo.

Incidencias:
Partido de la 19ª jornada de LaLiga 123, disputado en el estadio Carlos Belmonte ante 5.446 espectadores.

Puntuaciones

Ratón: 3. Sobrio y eficaz, resolvió bien su trabajo.
Delmás: 2. Bien en defensa pero menos audaz en ataque.
Mikel: 2. Sufrió en algunos momentos cuando lo sacaron de su posición.
Grippo: 3. Buen trabajo en defensa y casi logra un gran gol en una falta.
Benito: 2. Discreto y, en algunos momentos, dubitativo.
Eguaras: 3. Muy cómodo y eficaz en su posición de pivote. Buen partido.
Ros: 3. Uno de los mejores. Muy activo y lucido como enganche. Varios buenos disparos.
Guti: 1. En posición de extremo sufre y no aporta demasiado.
Pombo: 1. No encuentra buenas decisiones cuando llega al área.
Toquero: 1. Desnortado, sin ideas. No encuentra conexiones productivas.
Borja: 1. La marca “Iglesias” se ha devaluado. Necesita refrescar la mente.
Vinicius: 1. No aportó gran cosa. Es un jugador que necesita más tiempo en el campo.
Febas: 3. Eléctrico en la conducción, incierto en el último gesto.
Papu: 1. Falló una buena ocasión. Insustancial.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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