UD Almería 2 – 1 Real Zaragoza | Crónica

UD Almería 2 – 1 Real Zaragoza | Crónica

Balada del error

Cada partido tiene su propio aroma. Es un perfume que captura el corazón del hincha y este, experto explorador de pasiones insondables, en seguida percibe si el viento proviene de cumbres favorables o de páramos estériles. Ayer, a los pocos minutos de iniciado el combate, un escalofrío recorrió la espina dorsal del zaragocismo. Los primeros gestos de los jugadores de Idiakez anunciaron fragilidad, inexactitud, incertidumbre. Fue como un mensaje imperceptible para el neófito pero explícito para el curtido seguidor del escudo del león.

La alineación fue la misma que en Oviedo. Pero las piezas, con ser exactas, recorrían espacios distintos que en el Tartiere. Pudimos vislumbrar que Pombo se alejaba unos metros de su territorio natural y eso, que puede parecer detalle nimio, desequilibró el discurso del Zaragoza. Además, el centro del campo no encontraba el ritmo eléctrico de otros partidos. Ni Ros ni James eran reconocibles, mientras que Zapater parecía no descubrir demasiados senderos para ser recorridos.

Eso ocurrió durante los primeros veinte minutos. Enfrente un disminuido Almería parecía disfrutar evitando la salida fácil del balón de la cobertura zaragozana. Con dos alfiles basculando en diagonal por toda la línea de tres cuartos, el balón no salía con fluidez, detalle que completó el pobre arranque del equipo aragonés.

Fue a partir de entonces cuando comenzó a funcionar razonablemente el argumento de los laterales. Lasure y sobre todo Benito activaron sus dispositivos y procuraron nutrir con balones diagonales a Pombo y Marc Gual. El catalán, del que todos dicen que necesita un gol como un náufrago una bengala, dio un par de pasitos adelante y protagonizó dos jugadas con algo de veneno. La primera la finalizó con un chut seco y ajustado al palo desde fuera del área. Habría sido un gol magnífico que habría calmado la sed del muchacho y activado las válvulas de la maquinaria blanquilla (ayer amarilla). La segunda fue una estupenda jugada cosida a base de puntadas con clase elaboradas por Zapater y Benito. El centro del lateral cayó a los pies de Gual, pero al chico se le hizo de noche cuando un remate de libro habría bastado para culminar la combinación. También estaríamos hablando de un gol para guardar. Pero no.

Esas dos ocasiones habrían bastado para cerrar un partido que manejaba el Zaragoza, ahora sí, sin brillantez pero con mucho oficio. Ver cómo Cristian no participaba en ninguna jugada comprometida era una gran noticia, si bien no se pudo firmar la alegría antes del descanso. El perfume incierto, el aroma inquietante acompañó a los jugadores a la caseta con un 0-0 en el marcador nada justo.

Y asomó la segunda parte. Idiakez dejó a James en el vestuario después de haber comprobado que su estado físico no daba más de sí y eligió a Buff buscando más finura en el paso y frescura en la combinación. Era un buen plan pero no salió bien. El suizo deambuló por espacios intrascendentes y la segunda línea se convirtió en un pequeño ejército desarmado y pusilánime. No había clarividencia en la propuesta y Fran, el mister almeriense tiró de repertorio y sacó al joven Chema, un agitador descarado que electrificó el partido con sus desbordes y sus carreras. No peligró el portal aragonés, aunque sí le cambió la cara a la tarde.

Pero llegó la bala que no habíamos previsto. Grippo, lento y displicente, perdió un balón en favor de Álvaro. Detrás de él, un vacío que el delantero andaluz devoró con una carrera definitiva. Se plantó ante Cristian y trató de batirle. El rosarino hizo bien su trabajo y lo evitó, pero el balón tropezó en un dislocado Grippo que lo introdujo involuntariamente en la propia meta. Doble torpeza, doble desgracia.

El gol golpeó la autoestima del Zaragoza, pero afortunadamente este equipo cuenta con jugadores capaces de muchas cosas. Entre ellos, Pombo y Lasure, que llevan juntos desde que medían 1.20 y se saben de memoria dónde está el amigo y cómo dibujar jugadas de Play. Jorge le filtró una delicia de pase a Dani, que no se lo pensó y fusiló a Rène con la furia del león que lleva cosido al corazón. Un gran gol, un enorme poema.

Quedaba poco partido y había que tomar decisiones. Y del acierto de las mismas depende en estos casos que definamos un lienzo o manchemos una tela. Idiakez había puesto hacía un rato a Papu en el tapete y a poco del final invitó al vertical Aguirre, pero sus aportaciones no fueron suficientes para desequilibrar el encuentro.

Con todo y eso llegamos al minuto 87. El Zaragoza se fue arriba con todo. Y cuando decimos “con todo”, queremos decir “con todo”. Papu condujo el balón acompañado de hasta cinco compañeros, pero ese balón, que llevaba la marca del peligro en sus pespuntes, acabo cayéndose de las botas del georgiano. Rebotó y cuando Zapater trató de recuperarlo hizo un extraño y el Almería se lo quedó. Dos pases bastaron para que Corpas lo recibiese en el área pequeña y fusilase a Cristian. Crueldad, sí; torpeza, también.

Demasiado castigo. Golpe duro y, también, inmerecido. Es cierto que el Zaragoza no fue el equipo osado y vertical de Oviedo, pero perder los tres puntos es un castigo excesivo. Habrá que meditar y valorar los errores cometidos, porque en esta categoría los fallos se pagan muy caros y es muy fácil perderse en la maraña de senderos que se cruzan extrañamente, lo que nos puede despistar y perder el camino que nos devuelva a casa. A Primera.

Ficha técnica

UD Almería:
René; Romera, Saveljich, Juan Ibiza, Andoni López; De la Hoz, Yan Eteki; Corpas, Juan Carlos (Chema, 61), Rioja (Narváez, 76); Álvaro Giménez (Sekou, 82).

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Benito, Grippo, Verdasca, Lasure; Javi Ros, Zapater, Igbekeme (Buff, 46), Pombo (Aguirre, 78); Marc Gual (Papunashvili, 58) y Álvaro Vázquez.

Goles:
1-0, min.64: Grippo, en propia puerta. 1-1, min. 66: Lasure. 2-1, min. 87: Corpas.

Árbitro:
Areces Franco (Comité Asturiano). No mostró tarjetas.

Incidencias:
Tarde de calor pesado, con 33 grados y ambiente muy húmedo. El césped del estadio de los Juegos Mediterráneos presentó un aspecto irregular. En las gradas hubo alrededor de 7.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 3. Trabajó bien. Los goles, imparables.
Benito: 3. Trabajador y activo.
Grippo: 1. Lento y torpe. Sus errores, serios.
Verdasca: 2. No capitaneó y vaciló en varias acciones.
Lasure: 3. De menos a más, marcó un golazo.
Ros: 2. Un tanto espeso y físicamente limitado.
James: 1. No fue su partido. No cubrió campo y erró demasiados balones.
Zapater: 3. Comprometido, estuvo atento a su trabajo.
Pombo: 3. Un tanto alejado del área, a veces se perdió. Gran asistencia en el gol.
Gual: 3. Combatió y lo intentó todo. Dos grandes ocasiones.
Álvaro: 2. Intermitente y poco preciso. Perdió intensidad y presencia.
Buff: 2. Insustancial, no acabó de situarse con claridad.
Papu: 1. Muy individualista, no supo leer las situaciones del juego.
Aguirre. S.C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

2 Comentarios

Comentarios

(required)