Nàstic Tarragona 1 – 3 Real Zaragoza | Crónica

Nàstic Tarragona 1 – 3 Real Zaragoza | Crónica

Creí vencer

Cuando el defensa Jiménez le entregó torpemente el balón a Álvaro, el zaragocismo contuvo el aliento. Fueron cinco, seis segundos en los que el universo abandonó su curvatura y esperó, paciente, a que el badalonés apurase la copa de la picardía y batiese a Becerra. El gol, el tercero del casillero blanquillo, significaba mucho más que un simple guarismo. Era el sintagma verbal hecho verdad que traía un gramo de calma y media micra de esperanza a un equipo, el Zaragoza, y una afición que hora y media antes había comenzado a deslizarse por el acantilado de la tragedia.

Lucas Alcaraz agitó ayer las entrañas del grupo. Deconstruyó una idea contaminada por la ineficacia y la miseria y utilizó a algunos jugadores hasta ahora olvidados, como Nieto y Biel. Además, para completar su plan, retocó algunas posiciones, apostando por una idea que tratase de solidificar la estructura defensiva y facilitase la circulación del balón, olvidando viejos gestos ya gastados. Así, Nieto fue el tercer central y los laterales, Delmás y Lasure, recibieron la orden de transitar con algo más de largura por su banda. Ese, digo, era el plan.

Sin embargo, todo estuvo a punto de irse a la basura en el minuto 3. A la salida del primer corner, el balón dibujó una suave parábola que ningún jugador blanquillo supo interpretar y llegó a la cabeza de Fali quien, asombrosamente solo, logró cabecear para marcar el 1-0. Un sombrío manto cayó sobre el escudo del león, que no podía dar crédito a lo sucedido. Ni el propio Nàstic, que tampoco está para muchos farolillos. El inesperado tanto les cogió de sorpresa también a los locales, que no supieron interpretar bien el regalo, o no pudieron, pero no les hizo falta aplicarse demasiado en la defensa de su ventaja.

En efecto, el Real Zaragoza no lograba desperezarse ni abandonar su aturdimiento. Quizás Pombo fuese el más significado. Cogió la antorcha de la audacia y trató con sus acciones de contagiar a sus desorientados compañeros de su entusiasmo. Le costó mucho, pues Ros no encontraba el camino, Eguaras seguía intermitente y dubitativo, Gual lo peleaba todo pero sin mucha fortuna y Biel, voluntarioso, acusaba su falta de ritmo competitivo. Aun así, el partido poco a poco fue tintándose de blanco y azul. Sin claridad, con ausencia de ocasiones, pero con una actitud mejor a cada minuto que pasaba.

En esa situación estábamos cuando un corner botado por Ros acabó en gol tras circular el balón por la cabeza de Gual y después en el cuerpo de Djetei. Era una forma de reparar el error del inicio y una bocanada de aire, ni fresco ni cálido, mas aire al fin. Por delante, todo un mundo para tratar de lograr el único final feliz posible y necesario: la victoria. Puestas así las cosas, el equipo aragonés trató de prolongar el ímpetu adquirido con el gol, pero el muy activo Gual no lograba enganchar un buen disparo pese a sus muchos intentos. No er mucho, pero era algo.

Tras el descanso, el Zaragoza salió algo apático. De eso trató de aprovecharse el mister Martin, dando entrada a su rápido extremo Tete, pero no se crearon ocasiones de gol en ninguna de las dos áreas. Eso sí, conforme Ros y Biel fueron cogiéndole el pulso al partido y Pombo comenzaba a dibujar una figura más acorde con su calidad, el partido comenzó a adoptar un gesto cada vez más favorable a los intereses zaragocistas. No porque se jugase mejor, pero sí por control e intención.

En el minuto 64 se generó la ocasión que acabaría siendo determinante. Una falta al borde del área fue magistralmente convertida por el joven Biel, quien a esas alturas ya había dado señales de calidad y presencia fértil. Fue un buen gol y el partido adoptaba un perfil más que favorable. Jubilosamente celebrado por los chicos y por la fiel afición desplazada a Tarragona, se abría ahora un escenario de alto riesgo. El Nàstic iba a apretar lo suyo y Alcaraz iba a tener que tomar decisiones. Y la principal fue devolver a Álvaro a la vida. El buen delantero catalán saltaba al campo para aportar clase y rotundidad, además de para fijar a dos y hasta a tres defensas contrarios.

Entre tanto, el equipo rojillo se dispuso a acogotar al Zaragoza con balones aéreos en busca de un cabezazo, un rebote, una casualidad. La defensa aragonesa, reforzada con la presencia de Zapater, resistió con éxito el asedio y para acabar de disipar dudas, en el minuto 90 Álvaro recibió un gran regalo de Jimenez y con la calma de los grandes delanteros batió irremisiblemente a Becerra.

La victoria es fundamental. Vital. Son tres puntos pero, sobre todo, es la luz que se enciende para abrir los pulmones de un equipo cuya salud comenzaba a ser muy preocupante. Ahora, con la alegría del triunfo en las mochilas de todos, toca comenzar a serenarse y afrontar una semana de grandísima trascendencia que nos lleva al partido ante el Mallorca el próximo sábado. Será una tarde para los grandes.

Ficha técnica

Nàstic Tarragona:
Becerra; Coris (Tete, 52), Djetei (Barreiro, 68), Albentosa, Mejías, Javi Jiménez; Fali (Rocha, 62), Márquez, Brugué; Luis Suárez y Manu del Moral.

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Delmás, Verdasca, Perone, Nieto, Lasure; Eguaras, Javi Ros, Pep Biel (Zapater, 84); Pombo (Aguirre, 93) y M. Gual (Álvaro Vázquez, 71).

Goles:
1-0, min 3: Fali. 1-1, min. 31: Djetei, en propia puerta. 1-2, min. 64: P. Biel. 1-3, min. 90: Álvaro Vázquez.

Árbitro:
Milla Alvendiz (Comité Andaluz). Amonestó a Fali (12), Nieto (45), Luis Suárez (51), M. Gual (59), Márquez (59), Albentosa (64), Pombo (66) y Cristian Álvarez (82).

Incidencias:
Partido de la 13ª jornada de LaLiga 123 disputado en el Nou Estadi ante unos 4.300 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 3. Algo dubitativo en el gol, resolvió lo demás con corrección.
Delmás: 3. Luchador, trabajador y eficaz.
Perone: 1. Su torpe aliño produce inseguridad.
Nieto: 2. Difícil papeleta que cumplió con dignidad.
Verdasca: 2. Muy irregular, trasmite muchas dudas.
Lasure: 3. Fue encontrándose a sí mismo conforme avanzaba el partido.
Eguaras: 2. Su inicio fue incierto y se entonó en la segunda parte.
Ros: 3. Compromiso, acierto y generosidad.
Biel: 4. El mejor. Abrió vías de circulación y marcó un gran gol.
Pombo: 4. Su voluntad férrea y su capacidad de liderazgo fueron decisivas.
Gual: 3. Trabajó lo indecible e inquietó con sus caracoleos. Le faltó definir.
Álvaro: 3. Determinante. Si le llegan balones es decisivo. Goleó.
Zapater: S. C.
Aguirre. S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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