Real Zaragoza 3 – 0 Nastic Tarragona | Crónica

Real Zaragoza 3 – 0 Nastic Tarragona | Crónica

Tres, fueron tres

Cuando aún no habíamos situado nuestra inquietud en los asientos de la vieja Dama Blanca, esa Romareda digna de noches más honrosas que un enfrentamiento de segunda, el incierto Verdasca ya había logrado el primer gol. Pocos minutos después, en el 19, el muy ponderado Pep Biel, enganchó un vitamínico chut desde fuera del área que no pudo detener Bernabé, convirtiéndose en el segundo del partido. Y en el 40, después de haber conseguido evitar que el Nàstic acortase distancias gracias a su impericia y a una defensa razonablemente eficiente, fue Delmás quien cerró el partido con un tercer gol que supo a equipo solvente. Un 3-0 poco antes del descanso era un resultado que hacía mucho tiempo que no disfrutábamos ni recordábamos los zaragocistas. Solo los que crecimos acostumbrados a ver ganar al Zaragoza en casa, en aquellos tiempos que la Basílica era fruta prohibida para cualquier visitante.

El partido de ayer fue la respuesta a la inquietud que merodeaba el corazón blanquillo. A lo largo de la semana se había hablado mucho, y no siempre con buena fe, de lo peligroso que sería no vencer al flacucho Nàstic. El lío tremebundo en que podría meterse este equipo a cuyos jugadores no vemos capaces de afrontar con garantías una situación crítica. Por eso el propio Víctor se apresuró a descargar de responsabilidades a lo suyos ya en la rueda de prnesa de Mallorca, después de la dura derrota de la semana pasada. A ello había que añadir las lesiones de varios jugadores y la baja forma de algunos otros, como Pombo. Mal panorama, pues, en el que se ha movido el equipo estos días. Por eso, la victoria es tan importante.

Víctor utilizó a cuatro jugadores que no habían jugado la jornada anterior y seguro que su mensaje en el vestuario fue una ráfaga de Estimulina rociada con varios cargadores de Motivacionil. Esto se tradujo en un comienzo de partido chispeante, cargado de intensidad y verticalidad. Eso y el gran acierto de sus jugadores a la hora de afrontar la portería de Bernabé ayudaron que en seguida se abriese el horizonte. El gol de Verdasca, ayer muy centrado en lo que sabe y tiene que hacer, fue un chute de energía para el equipo y la famélica grada, ayer solo cubierta por 15.000 fieles (gracias, Tebas).

No hacía falta mucha pizarra ni mucha elaboración. El equipo hacía bien lo que sabe hacer y defendía con cierta corrección los desesperados ataques visitantes. Además, por si la cobertura fallaba, ahí estaban Cristian, el Divino, y el poste para evitar que la fiesta se aguase en lo futbolístico. Y en seguida llegó el segundo. Esta vez fue Pep Biel, muy reforzado por Víctor y muy aplicado respondiendo a su confianza, quien con un chut seco y colocado obtenía la recompensa del gol.

El partido estaba donde el Zaragoza quería y necesitaba. Cómodo en el césped, aprovechando la quietud del contrario y gobernando con soltura, la afición se dispuso a disfrutar de una noche plácida y fructífera. No había más equipo que el aragonés y poco a poco aceptamos la victoria como compañera, algo a lo que no estamos acostumbrados, ciertamente. Mientras tanto, los minutos pasaban y las ocasiones se sucedían. Una de Linares, de cabeza, y otra de Delmás, de tiro raso y ajustado al palo, fueron las mejores. Y fue el propio Julián quien, en el minuto 40, cerraría el partido con una estupenda galopada, vertical y decidida. Su disparo, raso y oblicuo, significó el 3-0, lo que sirvió para que el zaragocismo respirase tranquilo y disfrutase del bocata del descanso como hacía meses que no lo hacía.

Tras la ducha, el Zaragoza salió relajado y algo despistado al césped. Por su parte, el Nàstic pisó la pulcra alfombra con todo, hizo dos cambios y enchufó su fracturado corazón a la desesperación. Dispuso de varias ocasiones no muy claras, pero una de ellas rozó el gol. Verdasca, atento y operativo como hacía mucho tiempo que no le veíamos, salvó bajo palos un envenenado centro de Suárez. Viendo lo que estaba sucediendo, el mister dio a entrada a Pombo por un laborioso pero estéril Linares. Estaba claro que se buscaba la reactivación, agitar un partido ya desmembrado en su planteamiento y su desarrollo y, de paso, darle al chaval la ocasión de redimirse ante los suyos y, sobre todo, ante sí mismo.

Y lo intentó con el alma. Hasta en dos ocasiones arrimó su voluntad al gol. La primera se le fue alta por mucho y en la segunda construyó una rosac bien intencionada pero fácil para Bernabé. Era la puesta en escena de un Zaragoza conforme con los tres goles y dispuesto, si se daba el caso, a lograr un cuarto tanto siempre, eso sí, que sus descoordinados contraataques le dieran para ello.

No fue así y lo que sí sucedió fue que el Nàstic lo intentó a base de coraje y pundonor, llevado por la desesperada situación que lo lleva, de cabeza y pies, a Segunda B. Logró su propósito de encerrar al Zaragoza en su área pero una vez más ahí estuvo Cristian para evitar hasta tres posibles goles, una a Fali, al saque de una falta, y dos más a Suárez, sin duda el delantero más atractivo de los catalanes. La entrada en el campo de Zapater y Guti le dio algo de oxígeno a un Zaragoza dispuesto a saborear una victoria vital y que en ningún momento se vio amenazada.

Así fue como llegamos al final. El equipo hizo lo más difícil, direccionar el partido muy pronto y evitar angustias que podrían haber necrosado un futuro que ahora se ve un poco más limpio. Habrá que ser inteligentes y diligentes para gestionar las semanas que quedan hasta el final de la liga.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Delmás, Guitián, Verdasca, Lasure; Eguaras, P. Biel (Zapater, 63), Igbekeme; Soro (Raúl Guti, 77), Álvaro Vázquez y Linares (Pombo, 57).

Nastic Tarragona:
Bernabé; Pipa, Djetei, Fali, Villanueva, Abraham; Viti, Thioune (Kanté, 46), Imanol García; Brugué (Sadik, 50) y Luis Suárez (Cotán, 77).

Goles:
1-0, min. 3: Verdasca. 2-0, min. 19: P. Biel. 3-0, min. 40: Delmás.

Árbitro:
Sagués Oscoz (Comité Vasco). Amonestó a Linares (25), Thioune (45), Soro (50), Imanol (51), Delmás (60) e Igbekeme (72).

Incidencias:
Partido de la 32ª jornada de LaLiga 123 disputado en La Romareda ante unos 15.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 4. Otra vez, el mejor.
Delmás: 3. Sufrió en defensa en los balones largos, si bien luchó lo indecible. Y goleó.
Guitián: 4. Majestuoso y gobernante.
Verdasca: 4. Buen partido. Centrado, colaborador y goleador.
Lasure: 2. Le sigue falta chispa y encontrar la solución adecuada a cada situación.
Eguaras: 3. Dirigió con suavidad al equipo. Le faltó el último pase.
James: 3. Trabajador e incisivo.
Pep Biel: 4. Gran trabajo. Además, logró un gran gol.
Soro: 4. Encara, combina y mueve al equipo.
Álvaro: 3. Buen agitador, su trabajo desequilibró a la defensa contraria.
Linares: 2. Trabajó mucho pero no encontró su sitio.
Pombo: 3. Su salida sirvió para descompensar las líneas contrarias. Chutó con fe.
Zapater: 2. Salió a oxigenar y lo cumplió.
Guti: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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