Real Zaragoza 1 – 1 RC Deportivo Coruña | Crónica

¿Invictos o dos puntos menos?

El Real Zaragoza empata a uno ante el Deportivo de La Coruña en un partido vibrante, con oportunidades para ambos equipos y donde los inquilinos de la banda izquierda de ambos equipos brillaron con luz propia: Savio y Munitis. Seguimos sin perder en lo que va de campaña, pero se escapan puntos importantes en casa.

Nos las prometíamos felices cuando en el minuto 14 el príncipe de la Romareda dejaba claro quien mandaba en ella y tras una buena apertura de Óscar y un mejor centro de Savio, el hermanísimo mandaba el balón a las mallas con la inestimable colaboración pasiva del deportivista Coloccini. Pero, ¡ay amigos!, las cosas no son como empiezan sino como acaban y en este caso acabaron en tablas.

El partido arrancó con un ritmo vibrante y un claro dominio deportivista, y no es de extrañar, debido al pavor que generó en los aragoneses el horrible color de las camisetas coruñesas. Un verde pistacho de dudoso gusto por la estética y por la simple vista del aficionado. Pero, bromas aparte, el depor avisó primero en una buena combinación entre Valerón y el recuperado para la causa, Pedro Munitis. Sin embargo el que no avisó y sí marcó, en la jugada siguiente, fue el Zaragoza, que tiene velocidad en la sangre, en el ataque alegría y al contragolpe es matador. Óscar recibe el balón y tras un excelente cambio de velocidad, abre a la banda donde encuentra al de siempre, al que tiene un guante en su pie izquierdo, el que siempre la lía, el 10, Savio, que se inventa un preciso pase al corazón del área, y cuando toda la ventaja era de Coloccini, en el último momento aparta el pie y es el príncipe el que decide romper el marcador inicial con un gol, que por momentos colocaba lider al Zaragoza.

A partir de ahí el Zaragoza prefirió esperar atrás e intentar matar a la contra. Pero claro, el Depor no se iba a conformar con ser el convidado de piedra y con irse a La Coruña con un 1 en el casillero de derrotas y con casi dos mil kilómetros a las espaldas. Los de Caparrós comenzaron a despertar después del jarro de agua fria que les había supuesto el gol zaragocista. Y Tristán, que siempre le marca al Real Zaragoza, a punto estuvo de sellar el primer tanto deportivista, sino llega a ser porque el sevillano se regateó a sí mismo delante de César, y Álvaro, con todo, le arrebató el balón.

Pero el Zaragoza también jugaba y vaya si lo hacía. Óscar, prácticamente desaparecido en toda la tarde, cuando aparecía dejaba esos destellos de la calidad que atesora y que, bien por racanería o bien por vagancia, muestra en tan pocas ocasiones. El salmantino, a la salida de un córner se inventa un cabezazo pegadito a la cepa del poste que obliga a lucirse a Molina. Y el Depor, en este toma y daca en el que se había convertido la primera parte, ejercía su derecho a réplica y lo hacía con un buen disparo de De Guzmán que a punto está de sorprender al guardameta blanquillo.

Cumplida la primera media hora, el Zaragoza decidió dosificarse, por aquello del cansancio que mentábamos en la previa del choque, y el Depor se encargó de demostrar el carácter que quiere Caparrós sobre el césped y la calidad de algunos de sus futbolístas. Primer aviso: Munitis, que se fue como quiso de Ponzio, una vez sí y otra también, bota una falta al borde del área, Andrade remata y… gol anulado por fuera de juego, invitado de excepción, el señor fuera de juego, en la verbena montada por el sistema defensivo zaragozano. Segundo aviso: Remate de Héctor que se estrella en el larguero mientras el sistema defensivo zaragozano seguía de verbena. A la tercera…. jugada calcada al gol anulado. Munitis bota una falta y en este caso Tritstán envía el balón a las mallas en el minuto 45. Empate del partido y fin de la verbena, perdón, de la primera parte.

La segunda parte discurrió con un claro dominador: el Real Zaragoza, que desde el principio, con un arranque vibrante y con un Ponzio más acertado en su particular duelo con Munitis, tras la vitorina del vestuario, demostró que quería ganar el partido. El Depor apenas inquietó la meta defendida por César, aunque eso sí, a punto estuvo de llevarse los 3 puntos para Coruña, al final del partido, de no ser porque el cancerbero zaragocista realizó una soberbia intervención tras un disparo a bocajarro de Rubén. Aun con todo, el Zaragoza también pudo desequilibrar la balanza para su lado con una buena intervención de Óscar, que tenía que haber sido sustituido, sobre el pitido final del engominado Muñiz, en un contragolpe que tras pase de Savio, el salmantino envía fuera.

Al final, reparto de puntos y de méritos en el municipal en un partido que convierte al Zaragoza en el rey del empate. En un partido en el que Víctor, un día más se lució con los cambios. En un partido en el que debutó Celades. Y en un partido, que si queremos ver la botella medio llena diremos que sumamos otro puntito y todavía seguimos invictos, y si la queremos ver medio vacía afirmaremos que perdimos dos puntos y la oportunidad de ponernos co-líderes. Así pues, terminamos esta crónica igual que la empezamos, con una pregunta: ¿Invictos o dos puntos menos? la respuesta está en la botella.

Ficha Técnica

R. Zaragoza:
César; Ponzio, Alvaro, Gabriel Milito, Toledo; Movilla (Celades, min.70), Zapater (Generelo, min.81); Ewerthon (Cani, min.60), Oscar, Savio; y Diego Milito.

Deportivo:
Molina; Héctor, Coloccini, Andrade, Capdevila; De Guzmán (Scaloni, min.66), Sergio, Duscher; Valerón (Rubén Castro, min.79), Munitis; y Tristán (Taborda, min.73).

Goles:
1-0. min.14. Diego Milito; 1-1. min.45. Tristán

Árbitro:
Muñiz Fernández, del C.T. Asturiano. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Movilla y Toledo y al visitante Coloccini.

Incidencias:
partido disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 30.000 espectadores.

Puntuaciones (de 0 a 5)

César: 4. No pudo hacer nada en el gol porque su defensa le dejó vendido y tuvo una soberbia intervención al final del partido que nos salvó y logró mantener el empate.
Ponzio: 1. Soñará esta noche con Munitis. Se vio superado por el cántabro en todo momento y aunque se entonó un poco tras el descanso su aportación al equipo fue escasa.
Álvaro: 2. Estuvo correcto durante todo el partido pero por ser uno de los organizadores de la verbena defensiva montada en los dos goles calcados que recibió el Zaragoza, aunque bien es cierto que uno no subió al luminoso, su nota es de aprobado justo.
Milito: 2. Por no poner comillas me limitaré a decir lo mismo pero con distintas palabras. Subvencionó de su bolsillo su parte alícuota de la verbena de la paloma que se monta en el sistema defensivo aragonés en todas las jugadas a balón parado.
Toledo: 2. Volvía otra vez al lateral izquierdo, y cumplió sin alardes. Ayudó a montar las cadenetas y la barra de la famosa verbena defensiva.
Movilla: 3. Sigue en su línea de progresión. Aunque no estuvo tan acertado como el día del Osasuna, donde dio un auténtico recital, hizo una excelente labor hasta que incomprensíblemente Víctor decidió cambiarlo para dar entrada a Celades.
Zapater: 2. El de Ejea hizo una labor oscura en el centro del campo pero perdió muchos balones en la medular. Debió ser sustituido antes.
Ewerthon: 1. Pasó inadvertido durante el partido y se espera más de él. Intercambió su posición con Óscar al final de la primera parte algo que todavía lo despistó más. En la reanudación pudo marcar entrando desde la derecha pero no lo hizo y fue lo único reseñable de él en todo el partido. Acabó sustituido y Cani mejoró su actuación.
Savio: 4. Fue el mejor del encuentro. De sus botas salió el centro raso y medido que acabó dentro de la portería de Molina. Luchó, se desmarcó, hizo paredes, un auténtico escándalo.
Óscar: 3. El salmantino es el típico jugador que particularmente me desespera. Es capaz de lo mejor (la jugada del gol nace de sus botas) y de lo peor (es vago e intermitente y piensa que dos o tres pinceladas por partido de su enorme calidad son suficientes). Si a esto le sumamos que no atraviesa su mejor momento de fortuna, nos sale que Óscar está muy enamorado desde que llegó a Zaragoza.
Diego Milito: 3. Marcó el gol y estuvo durante todo el choque muy activo. La pena fue que Óscar no lo apoyó lo suficiente y se desaprovecharon muchas de sus jugadas. Continúa progresando y asentándose en el equipo.
Cani: 3. Siempre le sobra el último regate. De todos modos, dio mucha profundidad a la banda derecha los minutos que jugó y mejoró la actuación de Ewerthon. Debe ser duro trabajar cuando hay cafres que esperan tu error para abroncarte.
Celades: SC. Su cambio fue completamente ilógico por el buen momento de Movilla y estuvo más motivado por la «obligación» de su debut que por la necesidad coyuntural. No aportó nada al orden del equipo.
Generelo: SC. Debió salir antes, incluso desde el inicio para sustituir al exausto Zapater. Salió casi sin tiempo y no pudo hacer nada.

por Jose Carlos Franco (Joca)

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