Rayo Vallecano 0 – 0 Real Zaragoza | Crónica

Un pozo de vacíos

“Me dicen que el año pasado el 3-5 del Málaga hizo mucho daño”. Estas palabras, pronunciadas por Aguirre en la rueda de prensa previa al partido acogen mucho significado. Todo el significado. Y visto el encuentro que ha enfrentado al Real Zaragoza con el Rayo Vallecano alcanzan toda su dimensión. Porque de ninguna manera quería hoy el Vasco, después del bonito 0-6 de hace quince días, regresar a orillas del Ebro con una derrota. De ninguna manera quería afrontar el partido del próximo domingo con cero puntos y seis más ene goles en el casillero. De ninguna manera quería iniciar un camino de espinas y tormento. No, al menos, tan pronto.

Y ha planteado un partido menor, enredado en la inseguridad que le ofrecen unos jugadores que aún no se conocen y que no saben hasta dónde llega su esfuerzo y en qué momento surge el brillo de un pase. Eso se ha podido ver desde el minuto uno, cuando el Rayo ya ha mostrado sus armas y las ha puesto a trabajar alentado por una incansable afición que ha sufrido mucho y sabe que no hay otro argumento que el dolor si quieren llegar vivos a Mayo. A ese empuje fresco y descarado apenas le ha ofrecido resistencia nuestro equipo, desorientado y fláccido en su puesta en escena y en la ejecución de las acciones.

Muy poco tiempo ha transcurrido para que Roberto haya tenido necesidad de emplearse a fondo en lo que habría de ser una actuación generosa que le permitiría al equipo llegar con la puerta a cero al final del choque. Un chut de Piti y un cabezazo de Movilla (inconmensurable y fértil en su propuesta) han puesto en peligro nuestro arco, pero ahí estaba Roberto para, con dos paradas prodigiosas, evitar la tragedia. Mientras tanto, inexactitud y fútbol minúsculo, con una defensa muy mejorable, un centro del campo estéril y una delantera desconectada y náufraga. En todo el primer tiempo tan sólo un chut de Ángel Lafita podemos anotar como idea atacante, mientras que el Rayo mantenía su correcta iniciativa sin perderle la cara a la tarde.

Llegado el descanso una reflexión en voz alta nos lleva a creer que la estructura del equipo no se puede asentar en un Fernando Meira lento y descabalgado de la alta competición. Ese puesto, con este esquema, es clave y precisa de un jugador de carácter, clase y poderío físico, cualidades que no aparecen en el campo bajo la camiseta del portugués. Con este sistema esa posición es clave, como lo es la figura de un creador que ejerza su jerarquía para combinar y coser las costuras de un cuerpo que se deshace en el centro del campo.

Comenzada la segunda parte el gesto del partido es muy parecido. El Rayo hacía honor a su nombre y buscaba con celeridad y voluntad de hierro la portería de Roberto, que veía cómo hasta 19 veces disparaban sus proyectiles los jugadores vallecanos. Esta situación se agravó cuando Da Silva cometió un penalti golpeando torpemente el balón con su brazo. Horror. Todo el zaragocismo, sin hablaros, nos hemos dicho que un gol en contra era firmar la derrota porque no veíamos por ningún la do la luz de un posible gol favorable. Así pues…
Así pues nos hemos agarrado con la fuerza del vencido a la agilidad de Roberto, a la frescura de Roberto, al indócil vigor de Roberto. Sólo él podía romper el páramo zaragocista con una parada. Y prodigiosa ha sido la intervención del fuenlabreño. Ha disparado su cuerpo hacia el poste derecho y ha detenido el penalti, abriéndole el alma a la afición blanquiazul. ¿Y eso ha sido todo? ¡No! Porque minutos después ha vuelto a dibujar un movimiento imposible para detener un excepcional cabezazo de Delibasic y completar así una actuación sobresaliente.

En ese momento ya sabíamos todos los que estábamos viendo el partido que el guardameta es una de las piezas fundamentales del Real Zaragoza 2011-2012, que su concurso se antoja decisivo y que con él la portería está a buen recaudo. Y sabíamos que el partido era claramente del Rayo. Tan sólo una aproximación tras buena muy buena jugada de Meira ha protagonizado el Real Zaragoza a la meta de Dani, que veía cómo Sandoval movía el banquillo local con presteza y le daba cuerda al joven Lass y al veterano Tamudo. Juntos han agitado la delantera rayista y aún han conseguido un gol que, extrañamente, ha anulado el colegiado. Habría sido muy cruel ese final, aunque en absoluto injusto, pues el Real Zaragoza ha firmado una tarjeta con muy pocos golpes y demasiados agujeros en su alma. Y eso que la salida de Juan Carlos y Barrera le han aportado al equipo unas cuantas cucharadas de imaginación y hemos podido atisbar, en medio de tanta maleza, algunos signos que aventuran mejora y crecimiento.

Ahora sólo queda abandonar el camino de los viejos aperos que, demostrado queda, ya no sirven para esta empresa. Hay que regresar al sendero del atrevimiento, la mirada al frente y el paso adelantado al futuro. Aguirre tiene la palabra.

Ficha Técnica

Rayo Vallecano:
Dani; Tito, Arribas, Jordi, Casado; Botelho (Lass, m.61), Javi Fuego, Movilla (Delibasic, m.81), Trashorras (Tamudo, m.64); Michu y Piti.

Real Zaragoza:
Roberto; Juárez, Mateos, Ponzio, Paredes; Da Silva, Meira, Micael (Barreda, m.53), Lafita (Juan Carlos, m.71); Luis García y Helder Postiga (Braulio, m.89).

Goles:

Árbitro:
Álvarez Izquierdo (comité catalán). Amonestó a Botelho y Delibasic del Rayo Vallecano, y a Juárez y Mateos del Zaragoza.

Incidencias:
encuentro correspondiente a la tercera jornada del campeonato de Liga de Primera División disputado en el Estadio de Vallecas ante 8.900 espectadores.

Puntuaciones (de 0 a 5)

Roberto: 5. Nuestro portero está en una forma extraordinaria y cada día gana en seguridad y confianza. El punto es sólo suyo.
Juárez: 1. Sigue buscando la forma que, al parecer, le falta. Dicen que luce más con una defensa de cuatro. Hoy ha mejorado, pero aún quedan veredas que recorrer. Su ventaja es la confianza que le tiene Aguirre.
Da Silva: 1. Es todo pundonor. Peca de lentitud aunque su colocación a veces es proverbial.
Mateos: 2. Es un muchacho con un largo recorrido por delante. Tiene una clase que luciría mucho más con un central rápido a su lado.
Paredes: 1. Ha tenido algunos problemas por su banda. El centro a Movilla y el chut de Piti han nacido y crecido en su territorio.
Meira: 1. Hoy ha jugado decinco. Su lentitud e indolencia le condenan. No es el tipo de jugador que puede cumplir esa tarea con garantías. Tiene clase, pero le cuesta un mundo meterse en el partido.
Ponzio: 2. Su bravura y garra le avalan. Cumple dignamente con su trabajo, aunque debe mejorar en el pase y chutar con más frecuencia a puerta.
Lafita: 1. No ha sido su día. Ha luchado muchísimo y se le ve muy dispuesto, pero ha estado inexacto en el pase y ha tergiversado sus regates.
Micael: 1. No se sabe muy bien cuál era su papel. Da la sensación de no haber jugado en su sitio. Apenas ha participado y se le ha visto desubicado.
Luis García: 1. Se ha cansado de decirle al viento que le gusta jugar por detrás del delantero, pero hoy ha jugado en la banda. No es su lugar ni donde más y mejor puede aportar.
Postiga: 2. Muy trabajador y luchador, pero no le ha llegado ni un solo balón razonable. Se le ve carácter pero hay que ensamblarlo a la idea.
Barrera: 2. Ha protagonizado varias carreras por la banda muy interesantes. Él defiende la idea de la banda y para eso se le ha traído. Hay que aprovecharlo.
Juan Carlos: 2. Tiene descaro, clase, rapidez y ganas. Ha sido un revulsivo de cierto nivel y no ha pasado desapercibido. Es el jugador más claramente de banda que tenemos.
Braulio: S.C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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