SD Eibar 3 – 2 Real Zaragoza | Crónica

SD Eibar 3 – 2 Real Zaragoza | Crónica

Sin alma en la ciudad de las armas

El Real Zaragoza viajó a Éibar en autobús pero debió bajarse del mismo 15 o 20 km antes, porque los muchachos que saltaron al césped de Ipurúa no eran futbolistas. Ean 11 ciudadanos en pantalón corto que deambularon por el modesto campo de fútbol para ver cómo los contrarios metían cinco goles, tres en una portería y dos en la otra y disfrutar de una ducha gratuita en medio de la oscura noche eibarresa.

El Real Zaragoza viajó a Éibar en autobús pero debió bajarse del mismo 15 o 20 km antes, porque los muchachos que saltaron al césped de Ipurúa no eran futbolistas. Ean 11 ciudadanos en pantalón corto que deambularon por el modesto campo de fútbol para ver cómo los contrarios metían cinco goles, tres en una portería y dos en la otra y disfrutar de una ducha gratuita en medio de la oscura noche eibarresa.

El partido de ayer fue el mayor acto de vergüenza zaragocista que recordamos. Llevamos ya unas cuantas afrentas al escudo en los ultimos años, pero lo que se jugó en Éibar fue un bochornoso ejercicio de desidia que acarreó que la derrota doliese aún más por sufrirla ante un equipillo sencillo y peleón que pasó por encima de nuestros jugadores y nuestro entrenador con una facilidad insultante. Si Herrera pensó que con el ingenioso movmiento táctico de colocar a Roger y Henríquez (Angelo) en las bandas para jugar sin un nueve claro íbamos a despistar a los aplicados jugadores azulgranas, imagino que ahora ya habrá reconocido que con experimentos así consigue sólo una cosa: derrotas aún más dolorosas por necias. Hasta el minuto 41 el equipo aragonés no consiguió sumar seis pases seguidos. Hasta ese momento el Éibar habia completado una primera parte correcta, eficaz y futbolera, todo lo contrario que los nuestros. Con una defensa horripilante, en la que no se salvó ninguno de los cuatro, y un centro del campo fláccido e ignorante, los jugadores de arriba se sumaron al festín para mostrarnos a los que pudimos ver el partido que se puede jugar aún peor que lo que nos han mostrado hasta hoy en partidos como ante el Barça B o ante el Lugo, por ejemplo.

El Éibar ha sabido jugar al fútbol. Con plan, con ubicación, con solidaridad con rasmia y con disciplina. Y ya está. Con esos cinco ingredientes hasn asustado a todo un Real Zaragoza, lo han metido en su área y le han mojado la oreja con dos goles que harían sonrojar a cualquier entrenador de juveniles. ¡Madre mía, qué mal defiende este equipo! No hay balón que ronde nuestra área que no suponga temernos lo peor. Y por si nos quedasen dudas, ahí estaban Eizmendi y Arruabarrena para confirmarlo. El primero, tras una buena jugada de Morales que bandeó, solo, a toda nuestra defensa para disparar y que el rechace lo recogiese Ezende. El segundo, tras un centro sencillito que Arruabarrena remató solo mientras nuestros centrales comían pipas y aplaudían el tanto.

Y eso sin contar el remate al larguero de Arruabarrena ni la falta magistralmente sacada por los locales y horriblemente defendida por los nuestros que no fue gol por centímetros. Horror en Ipurúa, terror bajo las camisetas blancas.

En el segundo tiempo Herrera echó mano de Cidoncha y el equipo salió un poco más animado. A ello contribuyó también la entrada en el campo de Diego Suárez por un alicaído Barkero. Esta, sin duda, fue la mejor noticia de la noche, pues el aragonés demostró detalles que le hacen merecedor de más oportunidades. Y tanto es así que en dos afortunadas jugadas el Real Zaragoza logró remontar. Dos centros sirvieron para que los defensas eibarreses se metieran ellos solos dos goles que nos permitían empatar el partido. Pero sin fútbol, sin ganas, sin criterio, sin talento, sin rasmia. Un equipo que lo único que hizo fue volver a situar a Angelo en la punta del ataque y reforzar el interés con las ganas de Suárez para convertir lo que había sido hasta ese momento un saco de basura futbolística en una bolsa de escombros futblísticos. Con un suave adelantamiento de las líneas y dos pases medianamente ortodoxos se había empatado un partido ante unos chicos que se echaron atrás para aprovechar sus contras. Y eso hicieron.

El partido estaba para empatar e, incluso, para ganar, a poco que la fortuna, no otra cosa, se presentase a nuestra mesa. Pero es muy difícil que la suerte acompañe a quien no la merece. Y eso es lo que ocurrió. En otro ataque simple y previsible el Éibar logró el tercer gol, muy parecido al primero: caracoleo ante una defensa estátca, chut seco, rechace de Leo Franco y delantero oportunista (Arruabarrena) que la remata. Y como los zaragocistas no disponían de ningún argumento para reaccionar, ahí acabó la historia. Tan sencillo como eso. Tan complejo como eso.

Ficha Técnica

Eibar:

Iruretagoyena; Lillo, Raúl Navas, Albentosa, Yuri; Diego Rivas, Dani García; Capa (Urko Vera, min.71), Arruabarrena (Errasti, min.80), Eizmendi (Gilvan Gomes, min.71); y Morales.

Real Zaragoza:

Leo Franco; Fernández, Álvaro, Paredes, Abraham; Acevedo, José Mari; Roger (Cidoncha, min.46), Barkero (Suárez, min.59), Víctor (Ortí, min.79); y Henríquez.

Goles:

1-0. Min.23,Eizmendi; 2-0. Min.43, Arruabarrena; 2-1. Min.61,Raúl Navas (p.p.); 2-2. Min.70, Raúl Navas (p.p.); 3-2. Min.77, Arruabarrena.

Árbitro:

Lesma López. Amonestó con cartulina amarilla por el Real Zaragoza a Acevedo, Henríquez José Mari; y por el Eibar a Albentosa y Lillo.

Incidencias:

Partido correspondiente a la duodécima jornada de la Liga Adelante disputado en Ipurúa ante unos 2.500 aficionados. El partido se disputó ante una intensa lluvia y la presencia de unos doscientos aficionados zaragocistas.

Puntuaciones (de 0 a 5)

Leo Franco: 0. Se olvidó las manos en Zaragoza.
Fernández: 0. Excitadísimo, inexacto.
Álvaro: 0. Blanco, sin jerarquía.
Paredes: 0. Torpe, transparente, inmóvil.
Abraham: 0. Permeable, lento, errático.
José Mari: 0. Obnubilado, estupefacto.
Acevedo: 1. Empapado en su inoperancia.
Víctor: 1. No sabe caminar sobre las aguas.
Barkero: 0. Empapado de inoperancia.
Roger: 0. Acodado a la barra del vacío.
Henríquez: 2. Le dijeron que no jugara al fútbol.
Cidoncha: 1. Encontró dos gramos de fútbol.
Suárez: 2. Llegó para quedarse.
Ortí: 0. Le falta fe. 

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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