La chispa adecuada | De 5 en 5

En respuesta a las preguntas de mi predecesor Auseti, decirle que sí, que seguimos la misma tónica con la que se acabó su serie. Que sí, que hemos ganado en seguridad defensiva, aunque seguimos con nuestras pequeñas lagunas, cada vez de menos importancia. Que sí, que estamos en ascenso y los rivales empiezan a notar que se están jugando cosas muy serias y finalmente, que sí, que seguimos ganando en campos foráneos.

Dudo que Enrique Bunbury en su universo oscuro y tenebroso quisiera darle al tema “la chispa adecuada” el mismo sentido que le quiero dar yo en este inicio del texto, pero viendo los resultados de estos cinco partidos, saldados sin derrotas y con tres victorias, a las que para ser justos, habría de añadir la victoria conseguida en Jerez, la verdad es que todo ha parecido arder, desde esa victoria en Chapín. Fue en ese momento donde todo el mundo, incluidos aficionados, jugadores incluso medios de comunicación, hemos visto un chispazo, un cambio, una vuelta de tuerca, en donde lo que eran dudas, ahora son convicciones, lo que eran problemas, ahora se ven soluciones (cambio de sistema incluido), y sobre todo, y siguiendo con el universo de Bunbury, la rueda fortuna ha decidido, por fin, pararse en nuestro equipo y abandonar a algunos rivales. Decididamente se ha trabajado mucho y bien para que la chispa adecuada comenzara a arder, esto no pasa de la noche a la mañana, pero la verdad es que ha tardado más de lo que deseábamos.

Esperemos que hayamos encontrado el camino, que ha de guiar nuestros pasos y que al final de la liga nos espere el ascenso. No hay duda que el equipo ha iniciado correctamente el camino, esperemos que lo sepan seguir durante las siete interminables jornadas que restan para el final de la temporada.

HABÍA QUE GANAR (Y SE GANÓ).

Tirando de tópicos futbolísticos, que creo que voy a usar con más asiduidad de la que querría, el partido contra el Girona era de esos partidos que se debía ganar como fuera, primero por los puntos, pero sobre todo para refrendar la victoria en Jerez.

Suelen ser complicados estos partidos, primero por la avalancha de elogios que resultan de ganar al líder de la categoría. Hay que bajar al equipo de las nubes y afrontar un partido, que fue, duro, trabajado y que se sacó con sudor y lágrimas, sobre todo por lo dicho anteriormente, este equipo desde un tiempo a esta parte, ha ganado en convicción y no baja la cabeza ante la primera bofetada.

En esta ocasión fue Braulio el encargado de sumar ese gol que por trabajo y fe mereció el equipo mucho antes, pero que tuvimos que esperar a los compases finales del partido para que llegara, encima de las botas del delantero canario, que ha metido pocos goles, pero muy importantes. No quiero olvidarme del secundario de lujo que asistió a Braulio en el gol. Ander tiene el fútbol muy bien estructurado en la cabecita y sólo necesitaba un buen desmarque. El primero que se lo tiró, ahí que le puso el balón. Habrá que esperar un tiempo, pero este chaval tiene pinta de gran jugador.

AY PULIDO DE MI CORAZÓN.

En ocasiones como la que se produjo en Castellón siempre me viene a la cabeza la misma imagen. ¿Cómo debe entrar en un vestuario y que debe sentir un jugador que ha tenido la desgracia de realizar un error puntual, por el cual su equipo se ha visto penalizado de una manera tan importante como el Real Zaragoza en Castalia?¿Cómo debe interiorizar un jugador que ve que el equipo se ha matado y sacrificado durante noventa minutos, en un campo tan complicado de jugar, ese lance del juego? En esos momentos pienso en que yo en la vida podría haber sido profesional de un deporte de equipo. Imaginar que en mis botas se ha difuminado todo el trabajo de una semana, no sería capaz de asumirlo.

No se lo que pasaría por la mente de Pulido, ni por la de Marcelino, pero si algo tiene grande nuestro Real Zaragoza es que el asturiano ha conseguido una unidad magnífica dentro del vestuario. Visto lo visto en los siguientes encuentros, seguro que se ha hecho borrón y cuenta nueva, pero todos esperamos en no tener que acordarnos de estos dos puntos (como de otros muchos, que este no ha sido el primer error defensivo de la temporada), que teníamos ya en el bolsillo.

Del partido, decir que el error de Pulido ennegreció el resultado, pero no el trabajo y las sensaciones que transmitió el equipo. En un entorno bastante hostil, el equipo sacó jugo a las jugadas de peligro que creó, y por contra, dejó al Castellón, un buen equipo que estuvo en la lucha por el ascenso durante muchas jornadas, prácticamente sin ocasiones claras y perdido entre el entramado defensivo que planteó Marcelino. El resultado fue malo, pero lo que se vio en Castellón ratificó al equipo en que esa, era la línea a seguir.
Otro dato negativo fue la lesión de Braulio (que cruz con lo árbitros) que sumada a la de la jornada pasada de Ewerthon, dejaban al equipo, prácticamente si gente arriba.

SIN RESPIRACIÓN

No se el resto de zaragocistas, pero yo cuando vi a Ponzio meter la pierna dentro del área, en una de las últimas jugadas del Nastic, que parecía que había derribado al delantero tarraconense, me quede blanco y sin respiración. Otra vez igual!!, pensé. Por suerte, o quizás porque el árbitro vio que el argentino tocó balón, no señaló la pena máxima, pero en mi interior tenía claro que otros noventa minutos de excelente trabajo, serio, comprometido, abnegado, se iban por el retrete.

Como en otros muchos partidos, no deberíamos haber llegado a estos minutos finales con estos agobios, ya que el Real Zaragoza, aun con un inicio dubitativo, había hecho méritos para llevar algún que otro gol más en el casillero. En otras ocasiones la culpa es de la falta de puntería de nuestros jugadores, pero en esta ocasión fue la malísima actuación del árbitro y sobre todo la de sus asistentes, la que provocó que el equipo de Tarragona no se fuera con dos goles más del estadio de La Romareda. Ver o no un penalti, una jugada que se produce a mucha velocidad, se puede permitir, pero que en la jugada mejor trenzada del equipo en muchos partidos, un asistente no vea que tres jugadores del equipo rival están por delante de Caffa, es un error que debería haber llevado al asistente a estar unos partidos sin asistir.

Por suerte, Ayala se elevó por encima de todos los contrarios para sumar el gol (otro más de jugada ensayada) que a la postre dio la victoria. Por fin volvimos a ver esa cara desencajada del argentino, como la vimos ese día ante el Deportivo de la Coruña la temporada pasada. Esperemos que el resultado al final de temporada sea otro.

EN PUESTOS DE ASCENSO

Justo donde peor se ha desenvuelto el equipo esta temporada (y la pasada), es decir, fuera de casa, el Real Zaragoza ha sido capaz de volver a entrar en los puestos que dan acceso al ascenso a primera división. Fue en Ipurua, un campo poco propicio para el fútbol y con cambio de sistema obligado por las lesiones, donde el equipo, llevado en volandas por una gran afición, volvió a cuajar un partido serio y trabajado, en el que debimos pasar menos apuros, pero que al final se resolvió con victoria. Son habituales las lagunas del equipo (cada vez de menos duración) en muchos de los partidos, pero lo que antes hubiera acabado en derrota o empate, esta vez se saldó con tres importantísimos puntos.

Hasta esta jornada, los equipos que iban por encima en la clasificación parecían un muro que no se resquebrajaba, pero ese muro cayó esta jornada 34, con fallos tanto de Rayo Vallecano como de Hércules, lo que hizo auparse al Real Zaragoza a unos puestos que deseamos no deje ya hasta final de temporada.

Quiero recordar especialmente a Arizmendi, jugador controvertido, que se compró para otros menesteres, que por necesidades del guión está jugando en punta, y que está respondiendo, a parte de con trabajo, con goles. Mucha gente pensamos que ese es su puesto, pero la realidad es que vino a principio de temporada a ocupar la banda derecha del equipo.

PARTIDO CON SABOR A PRIMERA

Cierro con el quinto partido de la serie, y con otro topicazo futbolero, que se suele utilizar cuando en segunda juegan dos equipos que por historia o por juego, merecen estar más arriba de donde están. También se encontraban los dos equipos más en forma en este momento de la temporada, y dos tipos de fútbol diríamos que antepuestos, el del Real Zaragoza quizá más físico y directo, aunque sin despreciar el balón, y el del Tenerife, más alegre, con más toque de balón y, quizá más atacante.

Con Ewerthon recuperado, lo más esperado era ver como salía Marcelino, si con los tres medias puntas, como contra el Eibar, o recuperando su sistema de toda la temporada con dos atacantes. Al final se decidió por la primera opción, y Ander Herrera, jugador señalado como posible suplente por la entrada de Ewerthon, le devolvió la confianza marcando su primer gol como profesional. Lástima que el equipo no pudo aguantar esa ventaja y volviera a encajar gol, en esa franja de tiempo donde Cesare Maldini decía que había que estar más atento.

El Tenerife continuo con el control del balón, pero la peligrosidad, gol mal anulado incluido, la llevó el Real Zaragoza. Por suerte, la rueda fortuna, y sobre todo la “amiga” presión que ya parece actuar en nuestros rivales directos, ha hecho que este empate se pueda dar por bueno, y que sigamos en la posición que, a día de hoy nos haría ser equipo de primera.

PASILLO DE SEGURIDAD

Utilizando la frase de Luis Aragonés, creo que en estos cinco partidos se ha consolidado un esqueleto de equipo, alrededor del cual se ha conjuntado un equipo trabajador, solidario, serio y sobre todo, muy difícil de ganar. El pasillo de seguridad se inicia en Toni Doblas, que ha mandado la defensa a 20 metros del área, y que ha resuelto a la perfección situaciones de uno para uno donde es un maestro. La estructura sigue por Ayala, que no sólo ha hecho que la defensa ganara en sobriedad, sino que además se ha convertido en uno de los goleadores más fiables del equipo. En la media destacaría a Leo Ponzio. Su juego poco vistoso pero efectivo, ha hecho que se desataran del yugo al que estaban atados jugadores como Gabi, Ander Herrera o Jorge López. Y finalmente acabaría este esqueleto con Arizmendi. En el momento en que todos pensábamos que nos íbamos a quedar sin gol, ha aparecido aportando, lo que ya aportaba, es decir, sacrificio, tesón, fuerza, pero eso, lo ha condimentado con goles, la salsa más especial del fútbol.

Para Warrior, la pregunta es obvia ¿seguiremos donde estamos tanto en juego como en la clasificación? ¿Qué pasará en el derbi? ¿Acabaremos con las lagunas que nos hacen salir momentáneamente de los partidos? ¿Estaremos ascendidos en al jornada 40 o habrá que seguir luchando?

Saludos y arriba el Real Zaragoza.

Por gomez

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