Comienza el curso | De 5 en 5
Y comienza una nueva temporada para el Real Zaragoza, como un estudiante que comienza su curso, con las duda y miedos que siempre surgen, con la ilusión del que será, con las ganas de que vaya todo bien, con nuevas caras a las que conocer, y enfrente, nuevos retos, distintos de los del año anterior, mas exigentes, mas duros. Somos unos de los chicos nuevos, nadie sabe realmente lo que puede ofrecer este equipo, ni siquiera su propia afición.
El año pasado se consiguió la difícil tarea de ascender a Primera, a partir de esa fecha, comenzaron las dudas a cerca del futuro del equipo, se pensaba que iba a haber una mayor renovación de la que al final ha ocurrido, se quedaron muchos de los que no quería Marcelino y no llegaron muchos de los que se esperaban. El equipo con la planificación deportiva de la dirección y del propio Marcelino, quedó muy descompensado, se quedo una defensa de circunstancias, con gente en la que apenas se confiaba, y una delantera huérfana. Se hicieron promesas que cayeron en saco roto. Todavía la mayoría de la afición no habíamos visto jugar a Abel Aguilar, ni a Carrizo, ni a Babic, ni a Obradovic.. Eso si, lo de Pennant nos hizo esperar grandes fichajes, pensar en champions como siempre hacemos con un pequeño ápice de ilusión, pero fue el único jugador de renombre.
En estas cinco jornadas, no se veían las cosas de color de rosa precisamente, las ausencias de Laguardia y Ander, la sanción de Ewerthon, el despropósito de Lafita, la lesión de Uche, Braulio, Luccin… La desunión de parte de la afición con la directiva, nadie sabía como podía repercutir todo esto en el equipo.
Y la verdad, es que en el computo global la cosa no ha ido mal del todo, ha habido de todo en estos cinco encuentros, hemos pensado que nos íbamos a segunda de cabeza, y ahora resulta que estamos octavos con siete puntos, y habrá seguro gente que ya esta pensando en grandes cosas, hay bastantes equipos en peor situación que la nuestra. Partido a partido, parece que el Zaragoza, se convierte en un equipo, como se dice, la unión hace la fuerza, y esta claro que este equipo le falta pegado, pero lo que me queda mucho mas claro, es que tenemos un equipo con un gran potencial para las jugadas a balón parado, nuestra gran baza.
Empezábamos el nuevo curso contra uno de nuestros compañeros del año pasado, el Tenerife, no era el regreso soñado, no era un rival de renombre a los que tanto ansiamos ver, pero igualmente estaban los 3 puntos en juego, y en nuestra casa. Se consiguieron los tres puntos con la picardía de Ander, la insistencia de Arizmendi y el carácter ganador de Ponzio, poco mas se pudo resaltar de este primer partido. Fue un partido de toma de contacto, que se necesitaba ganar y se ganó. El Real Zaragoza había vuelto a primera por la puerta grande, ¡bienvenidos!.
Llegó la primera gran piedra de toque, el Sevilla, el equipo de Champions, y el Real Zaragoza cayó, 4-1 para que no quedaran ningún tipo de dudas, errores defensivos, los mismos de siempre, errores arbítrales, los mismos de siempre.. Quien sabe, si quizás el árbitro nos hubiera permitido empatar a 2, seguramente el partido habría sido diferente, pero esto es fútbol, y lo único que importa es el resultado final, no el que podría haber sido. Aquí perdimos a Uche nuestro único “delantero”. Y perdimos la poca confianza que teníamos en nuestro sistema defensivo.
Y la semana se cargaba para el Zaragoza, los errores de siempre y la falta de efectivos iba calentando poco a poco el partido que se iba a disputar en La Romareda contra el Valladolid, y ocurrió lo peor, el equipo no jugó, el equipo aburrió y cometió los malditos errores defensivos, que condenaron al Zaragoza a encadenar su segunda derrota consecutiva. Este partido hundió por completo los ánimos de la mayoría de los aficionados, ya se imaginaban lo peor, no se veía solución a la situación, el equipo no defendía, y para colmo no marcaba, así difícilmente se iba a llegar a ningún lado.
Sin tiempo para reponerse, nos fuimos a Gijón, Marcelino dio una vuelta de tuerca cambiando el sistema, y la cosa parece que funcionó, o eso o el equipo comenzó a despertar del letargo en el que vivía, eso si, la mala suerte no nos abandono, plantamos cara, luchamos y merecimos la victoria, pero no pudo ser. Nos quedamos con un empate amargo, pero con un buen sabor de boca, nuestro equipo no había hecho el ridículo, había sacado su orgullo.
Y tres días después, llegaba el Getafe, venia de derrotar contundentemente al Valencia, metía el miedo en el cuerpo, pero se encontró enfrente con un gran Zaragoza, serio en todos los aspectos, sin errores defensivos, y con acierto de cara a puerta, una goleada que eleva el ánimo a cualquiera.
Ha vuelto Ewerthon, hemos redescubierto a un gran Ponzio, sublime en el corte, con fuerza, carácter ganador y unos cambios de juego que hacia muchísimo tiempo que no se veían en La Romareda, ha aparecido un tal Abel Aguilar, toque y compenetración con los otros medios, y una llegada espectacular, una especie de nuevo Gustavo Poyet, que tanto ansiábamos ver hace tiempo, pichichi del equipo. La defensa parece que se va asentando, con jugadores que estaban descartados, y arriba tenemos el trabajo incombustible de Arizmendi, siempre se desfonda por el equipo. ¿Serán capaces de seguir así de aquí en adelante o solo ha sido un espejismo? ¿Nos devolverá el equipo la ilusión por estar con los mejores, o tendremos el miedo en el cuerpo al pelear en los puestos de abajo? ¿Será Ewerthon el revulsivo que todos esperamos para nuestra delantera? ¿Podrá jugar por fin Lafita con nuestra camiseta esta temporada? ¿podremos mantenernos con la portería imbatida durante varios partidos?.
Nos faltan Laguardia, Ander y Lafita, y pronto podremos contar con ellos, el equipo ha dado la cara, y creo y espero que ahora en adelante todo vaya a mejor. Hay que ir poco a poco, el camino va a ser largo y tortuoso seguramente, pero nos vamos a llevar más de una alegría, seguro que sí.
Por Turanga
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