Inmersión sin fondo | De 5 en 5
Bueno, pues comenzaremos echando un vistazo a «mi» casillero: seis puntos sobre quince posibles. No son datos para tirar cohetes, ni mucho menos, pero tampoco es la peor racha. Una victoria en casa (de tres partidos) y otra fuera (de dos). Seis goles a favor y diez en contra. Y a nueve puntos de la salvación, que marca precisamente el Villarreal, último rival.
Ahora echemos un vistazo a las preguntas que dejó Tribulete y respondámoslas cual examen:
¿Seguiremos progresando adecuadamente con el nuevo entrenador o se habrá terminado el efecto revulsivo?
El equipo ha mejorado con Jiménez, eso es evidente. Al menos en intensidad. Aunque, es cierto, de manera irregular. El equipo no logra competir al nivel mínimo exigible durante 90 minutos. Veremos si esta última victoria sirve para cambiar la dinámica o ha sido sólo un espejismo.
¿Cuántos fichajes más llegarán en el mercado de invierno? ¿Y habrá más bajas?
Sólo un fichaje más: el argentino Pablo Álvarez, lateral derecho, procedente del Catania. Cumplidor, nada sobresaliente. Al menos se gana un jugador específico para esa posición. Y como bajas dos más posteriores al mercado invernal: Fernando Meira y Antonio Tomás. No se pierde nada, pues su aportación era como máximo intrascendente. Por no decir que restaban más de lo que sumaban. Especialmente flagrante lo de este último, que llegó con la temporada ya iniciada, en lo que fue ya una incorporación difícilmente explicable si nos ceñimos a lo deportivo.
¿Estará más cercano el cese/inhabilitación/venta/salida de Agapito Iglesias que se viene rumoreando?
Oficialmente no se sabe. Cantos de sirena continúa habiendo, más durante esta última semana. Veremos si se quedan en eso, cantos de sirena, o bien se convierten en realidad. Ojalá.
¿Tendremos ese punto de suerte como hubo en Tenerife hace dos temporadas, o encadenaremos una racha positiva como las tres victorias del pasado año contra Levante, Depor y Málaga, que nos permita seguir soñando?
De momento no ha habido dos victorias consecutivas. Está por ver. Un servidor es bastante escéptico al respecto.
Bien, ¿y de qué hablamos? Produce pereza, incluso hastío, hablar del Real Zaragoza. ¿Qué se puede decir de lo deportivo? Las derrotas ante Rayo, Betis y Málaga nos dejaron sin aire. Especialmente esta última, por la imagen y la goleada, nos supimos descendidos. Pero esas dos victorias puntuales, no consecutivas, y casi inesperadas, mantienen la mínima esperanza. Mínima, mínima. Los dos próximos partidos pueden servir para seguir alargando la agonía o para decir definitivamente adiós.
Quisiera analizar algo significativo. Probablemente el pasado verano las palabras más repetidas en cuanto al Real Zaragoza fueron «fondo de inversión». Sin embargo, nadie las ha nombrado durante el mercado invernal. ¿Será cierto que Agapito y Mendes se divorciaron -metafóricamente hablando-? Poco importa. Pero no deja de ser otra muestra más de la volubilidad de Agapito. La realidad es que el fondo de inversión no servía para crear patrimonio para el Real Zaragoza, que es la única opción para solucionar la situación económica de la entidad. Al final el fondo de inversión resultó ser una inversión sin fondo. O, más bien, ya puestos, una inmersión sin fondo. Porque el Real Zaragoza sigue hundiéndose día tras día y parece no tocar fondo jamás. Eso es lo peligroso.
Pasemos al tema más escabroso durante la última semana: el apartado social. Hay que decir que la agapitada sigue siendo un éxito en cada minuto 32 de ambas partes. Y va camino de convertirse en un símbolo. Quizá ya lo sea. Y ante el Villarreal se sumó la agapirada, iniciativa promovida por la Plataforma Salvemos al Real Zaragoza, respecto a la que existe mayor división de opiniones. Lo cierto es que no la podría calificar de fracaso, pues fue visible el hecho de que muchos zaragocistas abandonaron su lugar en La Romareda en el minuto 78. Otros decidieron quedarse. No voy a juzgar qué opción es la correcta porque ése sería el error. Es de suponer que cada zaragocista hace lo cree que es mejor para el Real Zaragoza y por tanto han de respetarse todas las decisiones. Mi opción es, por ejemplo, no acudir al estadio. Jamás mientras Agapito Iglesias siga siendo máximo accionista. Ni a 5€. Ni gratis. Y no es una opción mejor ni peor: es la mía. Así que no dejemos que nos dividan porque eso sería una victoria para ése que sigue sin tener la decencia de acudir al palco. Aunque sí va fuera de casa.
Finalizaremos con las preguntas para el siguiente forero que participará en «de 5 en 5», CRISTINALEX:
¿Estaremos ya virtualmente descendidos, simplemente seguiremos alargando la agonía o, por el contrario, habrá reacción y esperanza en la permanencia?
¿Continuará Manolo Jiménez como técnico del Real Zaragoza?
¿Habrá novedad con respecto a Agapito Iglesias al frente del club?
¿Se producirá nuevamente la agapirada?
Por último, si bien es en forma de pregunta, una reflexión: ¿se puede hacer todo mal a tal grado sin estar acompañado por la mala fe? Ahí lo dejo.
Por Mercurio
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