Pendiendo de un hilo… de esperanza | De 5 en 5

El periodo que engloba los últimos cinco partidos ligueros del Real Zaragoza ha sido denso, muy denso en acontecimientos. Debería hablar de fútbol, que es la razón de ser del Real Zaragoza. Pero en este mes y medio de partidos de los que hacer balance, han pasado tantas cosas fuera del “verde” que creo debo mencionarlas. Además, no nos engañemos, fútbol lo que es fútbol, poquito. Dos puntos sobre quince posibles no dan para mucho. Y colistas las cinco jornadas.

Comenzaré contestando a las preguntas que me dejó pendientes Kicooper en su estupendo artículo. Desgraciadamente, no hemos superado la primera ronda de la Copa del Rey, por cuarta temporada consecutiva. Y no es que nos haya eliminado ningún histórico de Primera División (Real Sociedad, Málaga y Betis fueron los anteriores verdugos). Esta vez hemos caído ante el Alcorcón, que cumple su segunda temporada en la categoría de plata del fútbol español, y que siempre ha estado por 2ªB y 3ª. Pero además lo hemos hecho perdiendo claramente en nuestro propio campo. Derrota que le costó el puesto a Javier Aguirre.

Hay fichajes. Por ahora, van 3 y medio. Aranda, Dujmovic y Apoño, más la recuperación para la causa de Obradovic. Y de aquí al 31 se espera alguno más.

Y respecto a la última pregunta, ¿daremos señales de vida o seguiremos perdiendo la categoría a velocidad de vértigo?, la verdad es que se pueden responder ambas cosas. Mirando el vaso medio vacío, llevamos 13 partidos seguidos sin ganar (15 contando la Copa). 3 puntos sobre 39 posibles, y camino del abismo. Pero mirando el vaso medio lleno, la llegada de Jiménez parece que está suponiendo una mejoría. Leve, pero mejoría. Quizá sea porque ya habíamos tocado fondo. Ahora hay que ver si habrá suficiente tiempo para poder llegar a nado hasta la orilla.

Ahora voy a repasar lo ocurrido desde el anterior “De 5 en 5”. Kicooper lo terminó comentando la Junta de Accionistas (lunes 12/12/2011), esa en la que Agapito Iglesias contestó lo que quiso independientemente de lo que se le hubiese preguntado, siendo capaz en la posterior rueda de prensa de afirmar lo contrario. También dijo “Jamás hemos puesto en duda el trabajo de Javier Aguirre”… Comenzaban 34 días frenéticos.

Al día siguiente se empató en la ida de la Copa, siendo lo más destacable el debut como goleador del juvenil Ortí. Porque empatar ante un equipo de Segunda que alinea a 8 suplentes tampoco es como para estar contentos.

El jueves se presenta en el Juzgado de lo Mercantil las adhesiones suficientes para la posterior aprobación de la Propuesta Anticipada de Convenio, fundamental para dar aire a la situación económica, pero el sábado había partido en Bilbao, y ahí sí que necesitábamos aire, en forma de puntos, y urgentemente. El equipo salió “empanao”, con Juárez asistiendo al rival para que se adelantase en el marcador. Y eso que la ocasión era propicia porque Llorente no podía jugar por lesión. Y en el minuto 21, las cosas se ponían más de cara con el penalti y expulsión de Javi Martínez. Contra diez y sin los dos mejores jugadores rivales era la oportunidad de ir a por el partido. Pero Aguirre no lo vio así, comenzando a cavar su tumba. Y como a perro flaco todo son pulgas, en el minuto 86 el Athletic nos dejaba sin un mísero punto.

Comenzaba otra semana con la carta de Agapito Iglesias a la afición zaragocista, anunciando que “he decidido no estar presente en los próximos partidos en el estadio de La Romareda”. El capitán abandona el puente de mando. Vergonzoso. Pero la vergüenza seguía en el partido de vuelta de Copa. Un Alcorcón, otra vez plagado de suplentes, ganaba por 0-2 y dejaba a Aguirre con un pie en la tumba. Pero hasta en eso Agapito daba muestras de su incapacidad para gestionar el Real Zaragoza, tardando 8 días en cesar al mexicano, y 2 más en encontrar sustituto. Diez días perdidos, con la paradoja del equipo llegando de vacaciones a entrenar dos días… sin entrenador.

Se suceden unos días con una actividad más frenética aún en las oficinas de Eduardo Ibarra. El 29 se cesa a Aguirre, ese cuyo trabajo no estaba en duda. Cese que, en mi opinión, debería haberse producido mucho antes. El 30 Agapito da un golpe de efecto, de esos que tanto le gustan, presentando un nuevo Consejo de Administración con plenos poderes. Los plenos poderes se demuestra que son papel mojado en la misma rueda de prensa de presentación del Consejo, en la que Agapito afirma que se va a Madrid a negociar la contratación de un entrenador (Michel).

El 31 se llega a un acuerdo con Manolo Jiménez, y el día 1 el nuevo Consejero Delegado Salvador Arenere presenta al último clavo ardiendo al que podemos agarrarnos los zaragocistas. El 2 se reúne con la Plataforma Salvemos el Real Zaragoza, consiguiendo anular la manifestación contra Agapito del día 14. El 3 se incorpora Samuel Barraguer como Director de Comunicación, el 4 Ponzio rescinde su contrato, y el 5 Iñaki Sopesens se suma a la estructura de la Ciudad Deportiva. Muchos jefes pero pocos indios.

Deportivamente, el capitán y segundo extranjero con más partidos en la historia del Real Zaragoza, se baja del barco y vuelve a su país. Con lo que se llega a un nuevo partido sin refuerzos, con un jugador titular indiscutible menos y con un entrenador que no lleva ni cinco entrenamientos con el equipo. Duelo con un “gemelo”, otra escuadra en descenso, en Concurso de Acreedores y con un propietario desaparecido. El partido fue acorde a la calidad de ambos: infumable. Se resolvió en un corner en el último minuto de la primera parte, la única manera posible porque juego hubo poco o nada. Hasta el minuto 86 el Zaragoza no llegó a la portería rival. Mucho trabajo por delante para Manolo Jiménez.

Nueva semana para que Jiménez inculque con tranquilidad sus ideas y lleguen los ansiados refuerzos. Pues no. El lunes 9 dimite el nuevo Consejo de Administración, a los que seguirán los efímeros Barraguer y Sopesens, por las continuas intromisiones de Agapito. Es la mecha que, por fin, enciende a toda la afición. Esta vez sí, todo el “entorno” zaragocista se une. En un intento por apaciguar los ánimos, se da la baja a Juárez, el alta a Obradovic, se anuncia que va a venir Dujmovic y se incorpora a Aranda. Todo el mismo día. Pero, obviamente, no es suficiente.

El 14/1/2012 es un día histórico en el que alrededor de 10.000 zaragocistas reprobamos la gestión del propietario de la SAD y, por desgracia, de nuestro club. Se protestó fuera y dentro del campo, con una “agapitada” en el minuto 32 del partido contra el Getafe. Partido casi tan malo como siempre, pero en el que se vio ya la mano de Jiménez, otra forma de plantear el partido, otro esquema (4-3-1-2), con mucha intensidad y presión. Pero se acabó la gasolina, y pese a un magistral Roberto que ya había sacado varios balones de gol, un nuevo corner casi al final (minuto 78) nos volvía a dejar sin dos puntos. Debutaron Obradovic y Aranda, los dos primeros refuerzos invernales, dejando el serbio buenas sensaciones y con la parte posterior donde la espalda pierde su casto nombre al aire a los que apostaron por Juárez.

Se presentaba otra final, en un lugar de grato recuerdo para el zaragocismo, con dos nuevos refuerzos en el equipo titular. Dujmovic y Apoño (sobre todo éste último) le dieron otro aire al equipo, pero no fue suficiente para ganar. Enfrente estaba el equipo revelación de la liga, 4º clasificado y casi sin ceder puntos en su estadio. Pero tenía 7 bajas y venía de jugar partido de Copa. Al menos no se encajó ningún gol por primera vez en un montón de tiempo. Y si queremos hacer una casa nueva, debemos empezar por los cimientos. ¿Dará tiempo a terminarla?

Lo malo es que la confirmación tras dos jornadas sin perder (también sin ganar) y notándose la mano del nuevo entrenador, pasaba por el campo del Real Madrid. Líder destacado contra colista descolgado. Pero el equipo salió muy metido en su papel, con las ideas claras y hasta fue capaz de ponerse por delante y mantener la ventaja media hora. Jiménez plantó al equipo con un 4-1-4-1 muy solidario, achicando todo lo posible los espacios e intentando frenar las transiciones rápidas del rival. Al final imperó la lógica, pero fue una derrota muy digna, perdiendo porque el rival fue mejor y no por deméritos propios.

Espero que el próximo “cinquero”, el amigo Mercurio, narre la primera victoria de 2012. Y que sea ya, la próxima jornada frente al Rayo Vallecano. Los tres próximos partidos en casa contra rivales directos (Rayo, Betis y Villarreal) deberían ser 9 puntos sí o sí. Como es costumbre, le dejo unas preguntas:

¿Seguiremos progresando adecuadamente con el nuevo entrenador o se habrá terminado el efecto revulsivo?
¿Cuántos fichajes más llegarán en el mercado de invierno? ¿Y habrá más bajas?
¿Estará más cercano el cese/inhabilitación/venta/salida de Agapito Iglesias que se viene rumoreando?
¿Tendremos ese punto de suerte como hubo en Tenerife hace dos temporadas, o encadenaremos una racha positiva como las tres victorias del pasado año contra Levante, Depor y Málaga, que nos permita seguir soñando?

Me despido deseándoos lo mejor. Y, futbolísticamente, lo mejor se resume en cuatro palabras: Zaragoza sí, Agapito no.

Por Tribulete

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