Nuestro Zaragocismo no es fortuito | De 5 en 5
Todavía recuperando el aliento y bajando pulsaciones de aquella noche en el Coliseum Alfonso Pérez, y con un largo y cálido verano lleno de movimientos en las parcelas tanto deportiva como extradeportiva, llegamos, un año más, al comienzo de temporada, con el primer «De5en5» en AupaZaragoza.com.
Como digo, desde que terminó la anterior campaña hasta el comienzo de la actual, ha habido un numero importante de novedades, y no estaría de más un pequeño repaso. En la parte institucional, se comenzó despidiendo a Juan Eduardo Esnaider, hasta entonces director de la Ciudad Deportiva y entrenador del filial. Aunque el verdadero bombazo estaba por llegar: Pedro Herrera, una figura que ha dado mucho de que hablar, abandonaba el Real Zaragoza tras 19 años, que se dice pronto. También se fueron, o los hicieron irse más bien, y por la puerta de atrás, a dos zaragocistas como la copa de un pino: Luis Costa y Manolo Nieves. Desde estas líneas expresar mi agradecimiento a ambos por su extensa labor en el Club. Esperemos que desde Eduardo Ibarra tuvieran un reconocimiento mejor al mío, acorde a lo que merecen.
Aunque acostumbrados a los cambios en masa del soriano desde que llegó (maldito aquel día), asistíamos perplejos a una renovación aparentemente más profunda que en otras ocasiones. Mientras se perfilaba la creación de una Comisión Deportiva que decidiera sobre temas donde el máximo accionista jamás acertaría, el constructor venido a menos se sacó de la chistera un nuevo escudo entre su persona y el Zaragocismo, o gran parte de él: Fernando Molinos pasaba, así, a cobrar más de lo que un servidor verá en la vida, para convertirse en el nuevo Presidente de la Institución. El tercero en la era Agapito. Casi nada. Estabilidad por bandera.
Para rematar el baile, y por qué no reconocerlo, hacernos un poco más felices, se rescinde contrato a Antonio Prieto. Los ojos de sus primogénitos lo agradecerán. El Real Zaragoza y el Zaragocismo, mucho más.
Desde fuentes oficiales, y sobre todo desde fuentes no oficiales aunque en la práctica lo sean, se empezó a vociferar a los cuatros vientos, raudos, con memoria ínfima y con ganas de desviar la atención por a saber qué tratos de favor, que todos estos movimientos suponían (y digo bien, suponían), un marcado paso atrás del a todas luces incapaz dueño de la Entidad. Si bien es cierto que los ánimos de la parroquia mejoraron sensiblemente, pues algunos de los cambios eran deseados, y obvios, desde hacía mucho tiempo, no es menos cierto que una huida hacia delante nunca tuvo pasos hacia atrás. Una sombra deficiente sigue siendo sombra. Dejemos que el tiempo hable, y a día de hoy ya lo está haciendo.
En el plano deportivo, se aseguró la continuidad de Manolo Jiménez para liderar un nuevo proyecto, o al menos esa es la idea que se vendió de cara al exterior.
Por supuesto, para seguir la estela de temporadas anteriores, se tuvo que realizar una remodelación casi total de la plantilla del primer equipo (de las categorías inferiores es imposible hablar sin volverse uno loco, por la cantidad de idas y venidas. Destacar aquí la salida de la perla Héctor Otín a la Juventus) y con un presupuesto muy limitado. Las arcas del León no están ni para una cena en el Churrasco, aunque sí para otros menesteres que luego comentaré.
La agenda de posibles comenzó a escupir nombres, bien desde medios más serios por parte de los Hermanísimos, bien a través de las ya típicas valerianadas que tanto nos animan el cotarro veraniego, o bien desde las Redes Sociales y sus contrastadísimas noticias de alcance: Hugo Almeida, Colunga, Diego costa,… Lo mismo de siempre. También los culebrones de Coke o Javi Fuego, pero esos son otra historia.
Los que si llegaron fueron otros, con menos renombre, pero que son los que han de mantener al equipo en Primera, luchar por el Real Zaragoza y hacer que se vuelva a respetar al León Rampante. Jugadores desconocidos para el gran publico como Babovic, Loovens, Sapunaru o Wilchez; algunos ya conocidos como Apoño, Romaric o Zuculini. Y otros que vienen de cesión como Doblas, Goni y Laguardia o de sitios mas modestos como Javi Álamo, Lucas Porcar o Montañés. Manteniendo a una pareja de buen nivel como son Roberto y Postiga, en contraposición a Leo Franco y Javier Paredes que en mi humilde opinión ya deberían haber abandonado la disciplina zaragocista, el primero porque tiene compañeros mejores, el segundo por dignidad, honradez futbolística y muchos otros argumentos de sobra conocidos. Quizás sea ya la hora de dejar las botas y pasar al mundo virtual.
El fichaje sobre la bocina de todos los veranos vino de la mano del Rapado Movilla, de sobra conocido por toda la afición y que pese a su edad, estuvo a un buen nivel la temporada pasada en el Rayo Vallecano.
Con esta estructura y este plantel, con una pretemporada que parecía eterna y que sin embargo se está demostrando insuficiente, debido al retraso en los fichajes, comenzó la temporada 20012-2013. Debut liguero en casa, en la vetusta y siempre fiel Romareda, en pleno mes de agosto zaragozano, contra el Real Valladolid, con unas gradas a medio llenar debido a las vacaciones, al horario tan maravilloso pactado entre LFP y TVs, y a que el Zaragocismo ya está harto de pagar y sufrir por el equipo de sus amores para no recibir mas que disgustos y desprecio continuo por parte de la SAD del soriano. Como rezaba una pancarta en las gradas: Somos Zaragocistas, no gilipollas.
No fue un gran encuentro por parte de ambos equipos, influidos sin duda por el mal estado del césped. El Real Zaragoza tenía más el balón y el dominio del juego, pero no tenía mordiente arriba; el equipo pucelano, muy ordenado y trabajado, salía rápido a la contra y creaba peligro. En una así llegó el gol de Oscar, exzaragocista por cierto. 0-1 y poco más.
Con poco rodaje, sin todos los fichajes, y el mal sabor de boca de la primera jornada, llegaba el partido en Cornellá. Se mejoró un poco la imagen, pero también es cierto que las cosas se ponen mas fáciles con un jugador más y un penalti a favor. Al final, 1-2, sumar los tres primeros puntos de la temporada y a seguir trabajando, pues eran muchos los aspectos a mejorar.
El partido contra el Málaga en La Romareda fue más de lo mismo, con evidentes carencias de carácter creativo, pólvora mojada en la delantera y una defensa que, aunque mejor que en pasadas campañas, sigue dando muchas facilidades al rival. Un par de ocasiones claras, sobre todo una de Romaric, fueron lo mejor de nuestro equipo; todo un Málaga de Champions no fue claramente superior, pero si supo aprovechar el regalo en forma de pasotismo defensivo que se produjo a la salida de un corner. 0-1 otra vez, perdiendo en casa otra vez, dando una imagen pobre y previsible otra vez.
Tras el parón liguero, que al equipo le vendría muy bien para que al fin todos los jugadores entrenasen juntos para empezar a armar un Equipo, con mayúscula, se visitaba Anoeta, campo dificil donde los haya. Comenzó el encuentro con un Real Zaragoza mandando, teniendo la posesión y trenzando jugadas de equipo de Primera División. El equipo jugaba a fútbol, o a algo bastante parecido, lo cual es meritorio dadas las circunstancias. Pero la alegría dura poco en la casa del pobre, y tras una media bastante decente, la chispa se apagó, y el partido pasó a ser algo insulso, con una Real que tomó las riendas del choque, nos metió un gol a la salida de un corner (sí, otra vez) y otro tras un penalti de nuestro capitán y buque insignia Paredes. Digo buque insignia porque a este paso se basta el solo para torpedearnos bajo la línea de flotación. Tras el segundo mazazo, ya no hubo posibilidad alguna, ni actitud, de reacción, y con el 2-0 se llegó al pitido final.
Con una semana salpicada por la controversia respecto al capitán, a las dudas del equipo y sobre todo con un asomo de crítica hacia Manolo Jiménez, se llegó al choque ante Osasuna, uno de esos partidos con sabor especial, que se desea con más vehemencia la victoria, más que necesitada ya a estas alturas. A las 4 de la tarde en el feudo del León, con una chicharrina de las que hacen historia, y las gradas con un aspecto a todas luces pobre dado el rival, aunque en los focos de animación, especialmente en el Norte, el número era superior a otras citas. El tempranero y excelente gol de Postiga y un juego tranquilo sin claro dominador calmó el nerviosismo en las almas zaragocistas, que volvieron con la igualada de Armenteros, un buen gol ayudado sin duda por la pasividad general de la defensa local; no teníamos bastante con los regalos en saques de esquina que ahora también damos facilidades con el cuero en movimiento. Un rebote permitió a Víctor Rodríguez ponernos por delante antes de finalizar la primera parte, gol psicológico que ponía la sonrisa al personal durante el descanso. Tras el parón, se vio a un conjunto navarro con más garra, con varias ocasiones peligrosas aunque sin premio, para fortuna nuestra. Jiménez movió el banquillo y salió al terreno, ovacionado, Movilla. Al poco provocó un penalti que transformó Apoño y selló la primera victoria del equipo en La Romareda, 3 puntos más con sabor a cierta tranquilidad y que hunden más a Osasuna. Más no se podía pedir.
Lo cierto es que el equipo ha ido mejorando paulatinamente, a pesar de que aun queda muchísimo por mejorar, en cada línea. Ya se puede vislumbrar ciertos nombres propios que si todo va bien, nos dejarán buenas sensaciones en la presente temporada. Álvaro, se ha convertido en el alma de la defensa, y menos mal, teniendo en cuenta el habitual compañero de batallas y fatigas que tiene; Sapunaru mejora lo anterior; Montañés, Víctor Rodríguez y Babovic destilan calidad y ganas de comerse el mundo; y, por supuesto, Movilla, que con lo que ha trotado, aporta estabilidad, fuerza y criterio al centro del campo zaragocista.
Como veis, hemos tenido un verano muy movidito y un inicio de Liga con muchos altibajos. ¡Espero que tévez nos dé muchas mas alegrías en forma de victorias! Algunas cuestiones que tendrá que resolver:
- ¿Cuántos puntos logrará obtener el Real Zaragoza en este complicado tramo del calendario? (Valencia, Getafe, Granada, Sevilla y de postre, Real Madrid)
- ¿Nos mantendremos, al menos, fuera de las posiciones de peligro?
- ¿Se mejorará el sistema defensivo, y la sangría de goles recibidos a balón parado?
- ¿Conseguirá Movilla hacerse con el puesto de titular?
- ¿Continuará Paredes de titular indiscutible?
Una vez analizados los 5 primeros partidos disputados hasta la fecha, no puedo, ni quiero, olvidarme de un par de temas que en mi opinión son igual o más importantes que si el balón entra o deja de entrar.
En primer lugar, hay que recordar que acabamos de salir de Concurso voluntario de Acreedores. Los 3 Administradores Concursales, cobrando otro pastizal como el señor Molinos, aunque solo dos de ellos hayan salido a la palestra a explicar que todo va bien, han hecho su trabajo y han elaborado sus informes que ha utilizado la jueza del caso como base para declarar que la nefasta, horrible y extremadamente dañina gestión del hasta hace poco presidente de la Institución ha sido «fortuita». Con un par. Aquí paz y después gloria.
Desde luego que acato el fallo (y gordo, dicho sea de paso), pero ni por asomo una persona normal, en cualidades fisicas y psíquicas normales, se traga que un agujero de más de 100 millones de euros se deben a una gestión fortuita. Creo que esto tuvo revuelo unos días y se ha olvidado, y en mi opinión, esto debería estar presente en cada uno de nosotros de aquí hasta que salga todo el estercolero que hay tras la gestión del Real Zaragoza en los últimos 6 años. Porque más de 70 fichajes, 6 entrenadores y un descenso no son fortuitos.
Y en segundo lugar, como no, darle la bienvenida a nuestro Escudo. Así, con mayúscula. Con la esperanza de que vuelva a ser conocido y respetado en el resto de España y Europa. Un Escudo que jamás debió ser secuestrado sin referéndum previo entre la afición, y que afortunadamente ya vuelve a lucir en la elástica blanquilla. Es muy emotivo volver a verlo en todos lados, después de tanto luchar por su vuelta, destrozando argumentos uno tras otro, una y otra vez. Para gustos están los colores, eso está claro, pero el despotismo que se desprende de esta maniobra chulesca, mezquina, arrogante y prepotente por parte del máximo accionista, ya por sí misma, debería haber hecho reconsiderar a más de un zaragocista su postura.
Bienvenido a casa, León Rampante.
Por puagh77
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