El fútbol sigue avanzando … sobre dos ruedas

Sí, sí, sobre dos ruedas, pues recupero la redacción de un nuevo capítulo de este coleccionable histórico-deportivo para confirmar a los buenos aficionados aragoneses que tanto el deporte rey como el ciclismo crecieron de la mano en nuestra ciudad.

El embrión de lo que al poco tiempo sería el Club Ciclista Iberia lo constituye la Sección del Iberia Sport Club fundada el 24 de marzo de 1924 y siendo la primera carrera ciclista destacada de la que se tiene constancia el Campeonato Social del Club disputado ese mismo año con triunfo de Ángel López, destacando en años posteriores la realización en 13 de junio de 1926 del Circuito de la Ribera del Jalón con victoria de Benito Milián.

La tenacidad de la Junta Directiva Iberista logra que el 27 de mayo de 1928 se inaugure el Velódromo de Torrero en instalaciones anexas a la piscina y el estadio de fútbol donde disputaba sus partidos el Iberia. Como todos los zaragozistas sabemos el 18 de marzo de 1932 el Iberia Sport Club y el Zaragoza Club Deportivo acuerdan su fusión lo que conlleva la creación del Zaragoza Fútbol Club (actualmente SAD), la sección ciclista del Iberia pasó a llamarse sección ciclista del Zaragoza Fútbol Club, aunque el enorme auge del fútbol influyó negativamente en dicha sección ciclista pues la plantilla del equipo de fútbol utilizaba la pelousse del velódromo para realizar su entrenamientos. En 1934 la creación del equipo filial del Zaragoza, el Atlético Zaragoza, acentuó más las dificultades ya que jugaba sus partidos en el Velódromo.

Por todo ello, la asamblea de la Sección Ciclista realizada ese mismo año acordó la separación del club de fútbol y pasar a ser un club independiente respetando la antigüedad de la entidad (24 de marzo de 1924) con el nombre de Club Ciclista Iberia.

Las dificultades para la utilización del Velódromo hicieron que la junta directiva acordara por unanimidad centrarse en el excursionismo (lo que después pasó a llamarse cicloturismo), manteniendo la actividad deportiva incluso durante el periodo bélico de la Guerra Civil, tras la que al recibir el Club numerosas peticiones para organizar carreras durante las fiestas veraniegas de barrios y pueblos de la comunidad, con el auge que dichas competiciones iban tomando y las dificultades que su organización entrañaba, se decidió en común acuerdo con el diario Amanecer poner en marcha una prueba ciclista de mayor envergadura.

De ese modo vio la luz la primera edición de la Vuelta a Aragón que es pues, una carrera ciclista profesional por etapas que se disputa en nuestro país y cuyo origen se remonta a dicho año 1939 cuando el diario Amanecer junto al Club Ciclista Iberia, decano del ciclismo en Aragón, fueron los encargados de poner en marcha la carrera aragonesa poco después de finalizar la guerra civil española, organizando la primera Vuelta a Aragón que se disputó entre el 5 y el 12 de octubre de 1939, sobre 1.111 kilómetros de recorrido divididos en siete etapas, con una jornada de descanso en Huesca tras el cuarto día de competición. Venció el valenciano de Aras de Los Olmos y dos veces campeón de España en Ruta Antonio Andrés Sancho, siendo segundo Fermín Trueba y tercero Antonio Escuriet, un magnífico pódium, encabezando a los 47 corredores (seis aragoneses: Cabestrero, Abad, Lahoz, Cabrera, Salazar y Abadía) que participaron en este primera edición.

En el palmarés de la vuelta a Aragón figuran ciclistas como Agustín Tamames (1975), Perico Delgado (1983), Lucho Herrera (1992), Fernando Escartín (1995), Melcior Mauri (1996) o Stefano Garzelli (2004) entre otros, pues es difícil encontrar una cita deportiva que haya reunido a tal número de figuras como la Vuelta a Aragón. La ronda aragonesa se convirtió en un lugar de referencia en la preparación de Miguel Induráin en su puesta a punto de cara al Tour de Francia. Era admirable disfrutar por las carreteras aragonesas de la clase y potencia del navarro cuando se probaba y ponía en fila a un pelotón que sufría para tomar su rueda antes de romperse. También el norteamericano Lance Arsmstrong eligió Aragón para ponerse a punto de cara al momento álgido de la temporada, el Tour. Solo nuestra Vuelta fue capaz de traer a Aragón a los mejores deportistas de mundo, como antaño Miguel Poblet en los años 50. Tamames, López Carril, Manzaneque y González Linares en los 60 y 70  y en sus últimos años su participación resultó más que brillante. Desfilaron juntos Jan Ulrich y Marco Pantani, quien disputó en Aragón su última carrera en España, antesala de su último Giro de Italia. Y Perico Delgado y Greg  Lemond, también ganadores del Tour y Fernando Escartín y Joseba Beloki y Álex Zulle y Gilberto Simone y Stefano Garzelli ganadores del Giro y el Chava Jiménez, Abraham Olano y Claudio Chiapucci y Mario Cipollini y Erik Zabel y Olaf Ludwig y Van Poppel y Mauri y Lucho Herrera. La ronda aragonesa consiguió durante décadas atraer a Aragón con regularidad a deportistas de primer orden mundial.

El exquisito sabor de semejante participación tuvo también repercusión en el interés de los espectadores, pueblos y ciudades enteras se paralizaban para ver el paso de los corredores, pero sobre todo los ciclistas ejercieron de guías para mostrar los más bellos parajes de Aragón que salieron no sólo a toda España sino a todo el mundo a través de cadenas televisivas como Tve y la propia Eurosport. Con semejante cartel la información de la ronda atraía a un buen número de corresponsales y la carrera encontraba hueco en los más notables periódicos deportivos del mundo.

La Vuelta a Aragón estuvo encuadrada en la categoría 2.2 de la Unión Ciclista Interrnacional hasta 2004, siendo integrada en la 2.1 del UCI Europe Tour en 2005 debido a la reestructuración de categorías tras la creación de los Circuitos Continentales UCI. Sin embargo en 2006 la falta de medios y de patrocinadores hizo que fuera suspendida durante, en principio, un año y en 2007 con el apoyo de la Diputación General de Aragón todo hacía presagiar que la prueba volvería a salir a las carreteras, pero sin embargo finalmente no fue así, perdiendo todos los privilegios que disponía ante la UCI e incluso la fecha reservada para su disputa –desde el 16 de abril-.

Es por ello que para los aficionados al deporte aragonés la recuperación de tan preciosa competición haya supuesto una enorme -también por lo poco esperada- alegría, en la que pedaleando, pedaleando, casi ochenta años después de su primera edición la Vuelta Ciclista a Aragón ha vuelto –espero que para quedarse- en tres etapas con sendos recorridos tanto en Teruel, como en Zaragoza y en Huesca, con un pódium encabezado por el zamorano Jaime Rosón, segundo Javier Moreno y tercero Míkel Bizcarra, y con la digna participación de cuatro corredores aragoneses: Samitier, Barceló, Arcas y Castrillo.

Una recuperación de tan básico evento deportivo internacional para la que a pesar de coincidir en fechas con la Clásica Cuatro Días de Dunkerque, con el Tour de California y sobre todo con una de las tres grandes como es el Giro de Italia- cal felicitar fundamentalmente a la Federación Aragonesa de Ciclismo, al empeño del político nacionalista Pepe Soro, consejero de vertebración del territorio, movilidad y vivienda y a Mariano Soriano Lacambra Director General de Deportes del Gobierno de Aragón y también, como no, a mis compañeros de Aragón TV que con la producción de Goyo Gaspar nos hicieron llegar las imágenes de la carrera a todos nuestros hogares, pero desde luego me gustaría hacer especial incidencia no sólo en el extinto diario Amanecer quien al albur del francés L’Equipe respecto al Tour de Francia fue parte principal en el nacimiento de la competición, sino de manera especial en el Club Ciclista Iberia que como ya he comentado unas líneas mas arriba surge como sección ciclista -incluso manteniendo el nombre y la memoria del primigenio club de fútbol Iberia Sport Club – y que no sólo lo fue, si no que sigue siendo –valga el símil- un buen padre de la Vuelta Ciclista a Aragón.

Ánchel Cortés.
Productor y Académico de Televisión
Abonado del Real Zaragoza nº 1.170.