El año más largo de la historia | La Lupa

Real Zaragoza 1 – 0 Granada

El llamado año trópico tiene una duración exacta de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos, lo que explica la necesidad de añadir un año bisiesto cada 4 años para ajustarnos lo más posible al mismo.

Julio César, al reformar el antiguo calendario de origen egipcio, fue precisamente quien los incorporó al nuevo calendario… pero ¿y todos los bisiestos que se habían «perdido»? «Él», que era tremendamente listo, sumó un día cada cuatro años trascurridos desde la fundación de Roma (Ab Urbe Condita). El resultado fue que según sus cuentas, faltaban 2 meses y 23 días, por lo que aquel año 46 antes de nuestra era tuvo 14 meses y febrero 52 días… fue, sin duda, el año más largo de la historia.

Más de 2000 años después el zaragocismo se enfrenta a otro año largo y agotador, al enésimo final agónico, una nueva temporada de despropósitos y desastrosa planificación que pretende resolverse en 2 meses, apelando a la heroica, a la testosterona y a todo tipo de rogativos rituales a las variopintas entidades sobrenaturales en las que vuecencias crean oportuno creer.

Que la afición está volcada es un hecho innegable. La Romareda es un clamor domingo tras domingo y la afición empuja con fe. Que los jugadores están implicados es evidente. Siguen teniendo las mismas carencias aptitudinales, pero su actitud ha girado 180 grados desde la llegada de Jiménez.

Y así, aunque seguimos sin depender de nosotros mismos, aunque ni tan siquiera ganar los 5 partidos que quedan nos garantiza la permanencia, podemos seguir aferrándonos al sueño de que sí se puede…

El partido del domingo contra el Granada era tan importante como los demás, pues cualquier derrota desde hoy hasta la última jornada será casi con certeza tristemente definitiva, pero era con uno de los pocos rivales a los que aún podemos soñar con condenar al funesto destino que hace poco tiempo parecía marcado a fuego para el Real Zaragoza.

Y volvimos a ganar sin jugar bien, ganamos porque luchamos, porque lo intentamos y porque la suerte nos acompañó y mucho. El tempranero gol de Dujmovic, que cuajó un buen partido, dentro de la general mediocridad de ambos equipos, nos mantiene vivos en la lucha, tanto como el inexplicable fallo de Ighalo después del palo de Dani Benítez o el postrer e inesperado empate de Acosta en Villarreal…

Y cuándo la batalla está casi perdida, un buen guerrero solo puede pedir que le dejen pelear hasta el final, así que quedan 5. Y hay que ganar como mínimo 4 y no perder ninguno. Difícil pero no imposible. Habrá que seguir luchando partido a partido, cada uno es tan importante como el anterior y no menos que el siguiente. Quizá lo mejor será dejar de hacer cuentas e ir jornada a jornada… mientras quede una opción nuestra obligación es seguir luchando.

Por Gualterio Malatesta

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

Comentarios

(required)