La vida por delante | La Lupa
Recreativo 0 – 0 Real Zaragoza
El pasado sábado, cuando el reloj marcaba las siete de la tarde, el Real Zaragoza salía a disputar su primer partido de Liga en Huelva. Esta situación, que hace más de 8 años no hubiera pasado del interés normal del inicio de la competición, resultó para todo zaragocista un momento emocionante, una alegría inmensa, pues su equipo estaba vivo. Muy cerca se estuvo de no volver a ver salir a once jugadores del Real Zaragoza sobre un césped. Por ello se trató de un partido especial. Por ello conviene no olvidar jamás por qué se llegó a esa situación, qué errores no deben volver a cometerse y no bajar nunca la guardia.
A la gran alegría que era volver a ver competir al Real Zaragoza se le unió el prometedor debut de la escuadra blanquilla. Una pretemporada totalmente atípica y caótica, un equipo incompleto y la necesidad de alinear muchos jugadores de la cantera, con poca experiencia todavía en el fútbol profesional hacían temer por un mal resultado en Huelva. Sin embargo, el equipo respondió de manera formidable dando razones para la ilusión. En especial, la respuesta de los jugadores de la cantera a una situación de extrema complejidad, demostrando que no hay que ir lejos en busca del futuro. Vallejo protagonizó el estreno más sonado. El jovencísimo central ofreció un partido para enmarcar, bien en todas sus facetas, aportando una seguridad que ninguno de los centrales del año pasado supo ofrecer. Con confianza y apoyándole cuando vengan días malos, el Real Zaragoza puede haber encontrado un central para varios años. Adán volvió a demostrar que mandarle cedido sería un error. Es un jugador hecho, que entiende el juego y aporta peligro. Whalley estuvo seguro en las pocas ocasiones que tuvo que intervenir. Se ha ganado con sus últimas actuaciones mantenerse en el puesto al menos varias jornadas más, y no ser sustituido de inmediato por Toño si se confirma su incorporación. Rico estuvo más seguro que el año pasado, quizá porque un entorno más tranquilo y estructurado ayuda más al desempeño de los jugadores. Quizá Muñoz fue el canterano que más verde se mostró, pero no hay que olvidar que se trata de un jugador todavía en edad juvenil. Sin embargo, mostró desparpajo en varias jugadas, así como un par de desbordes muy interesantes.
Las incorporaciones de este verano dejaron también muy buen sabor de boca, destacando tanto Cabrera, que cuajó un buen partido, seguro por alto como Ruiz de Galarreta, que tiene cualidades que ningún centrocampista del año pasado poseía, visión de juego y además intensidad. Álamo fue lo más destacado de los pocos que repetían. El nuevo capitán del equipo (sintomático del estado en que el agapitismo dejó el club) volvió a ser un peligro, sobre todo en la segunda parte, y su compromiso con el equipo es muy alto. A pesar de todo, es necesario incorporar a la plantilla jugadores que den un salto de calidad. Sobre todo en la parcela atacante, donde se necesitan rematadores que aprovechen las ocasiones creadas. En ese sentido deberían ir los esfuerzos de Martín González. El buen partido del sábado no debe despistar sobre las necesidades en la plantilla, aún en pañales.
El Real Zaragoza ha iniciado un viaje larguísimo para volver a su lugar. Un trayecto que será duro y peligroso. Para esta aventura, dispone de muy pocos medios, teniendo que tirar de la bicicleta que había en casa y de autoestop para varios tramos. Afortunadamente, ha dejado malas compañías atrás y sabe qué rumbo debe tomar y, lo más importante, tiene la vida por delante. Una vida que será mejor si confía en los de casa, tiene los pies en el suelo y cuida a aquellos que más le quieren y que lucharon por salvarlo
Por Kicooper
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