Naufragio | La Lupa

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Las Palmas 5 – 3 Real Zaragoza

Durante el mes de enero, la nave blanquilla ha ido zozobrando hasta naufragar espeluznantemente en su visita a las Islas Canarias. La humillante derrota de este pasado domingo ha destrozado todo el trabajo previo y pone en seria duda la verdadera dimensión del equipo esta temporada, así como sus objetivos.

Durante mucho tiempo, se estuvo hablando de opciones de ascenso sustentándose en una serie de buenos resultados edificados sobre una buena capacidad goleadora. El optimismo, que se ha demostrado con el tiempo desmedido, se justificaba en una eventual mejora defensiva, ya que incluso durante esas buenas rachas el equipo evidenciaba problemas a la hora de defender y encajaba con facilidad.

Las bajas de Mario y Rubén, que parece van a ser más graves de lo esperado y evidencian que se trata de jugadores con muchos problemas en ese aspecto, han sido demoledoras. La defensa actual del Real Zaragoza es tremendamente endeble, y colabora mucho en esa endeblez el actual preparador zaragocista, empeñado en mantener como central a un centrocampista defensivo que no da el mínimo nivel en esa posición para esta categoría.

Tampoco ayuda la actitud general de toda la plantilla este mes de enero. No hay intensidad, no hay concentración, no hay ayudas y ante todo se baja los brazos ante cualquier dificultad. El bajón respecto a partidos previos al parón en este aspecto hace pensar en que existen causas de fondo más allá de una mera mala forma.

Lo que estos dos partidos han supuesto es una bofetada de realidad. Se le han visto las costuras al equipo, y se aprecia que el nivel de la plantilla no da para ascenso directo y que incluso el play off parece complicado. Convendría empezar a centrarse en pasar una temporada tranquila, sin sobresaltos, y una vez asegurada la permanencia ver si se puede lograr entrar en los play off. La euforia del cambio de propiedad y una serie de buenos resultados hizo pensar que este equipo tenía el material suficiente para asaltar el ascenso, ocultando algunas dudas que surgían si se analizaba el comportamiento defensivo del equipo. Ahora mismo, y tras enfrentarse a rivales de enjundia, estas dudas se han hecho muy visibles.
También se demostró que el problema ni residía en el anterior entrenador ni en la portería. Bono no mejoró absolutamente en nada a Whalley, y Popovic ha sido incapaz de mejorar los resultados de Víctor Muñoz y el equipo es cada vez más endeble, empecinándose (defecto que tanto se le achacaba a Muñoz) en aspectos como el de Lolo como central. Es evidente que el problema es mucho más profundo y global.

Si uno se para a pensar la premura con que se preparó este equipo, y las restricciones impuestas por la Liga, quizá el error estuvo en fijar objetivos demasiado ambiciosos. Convendría recoger los restos del naufragio de ayer, tratar de montar con ellos una balsa y llegar a la orilla para no ahogarse de la manera más rápida posible.

Por Kicooper

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