Aires Navideños | La Lupa
Rayo Vallecano 1 – 2 Real Zaragoza
El Real Zaragoza ha conseguido, tras el partido celebrado en Vallecas, que en el seno del club se respire un tranquilo ambiente navideño. Lo que parecía que iba a ser un cargamento de carbón y unas fiestas con el turrón amargo se ha convertido en un pequeño oasis de tranquilidad tras los 6 puntos conseguidos en las últimas dos jornadas.
A este ambiente quiso sumarse Gazzaniga, el portero del Rayo, y el árbitro, que imbuidos ambos por el espíritu de estas fechas decidieron realizar sendos regalos al cuadro blanquillo. El primero con una pifia descomunal, impropia de un profesional. El segundo pitando un penalti sobre Xiscu algo más que dudoso, quizá con la conciencia intranquila tras anularle a Dongou un gol legal.
Estos dos regalos, no obstante, no restan merecimiento a la victoria zaragocista. En un partido plomizo, característico de segunda, si alguien hizo méritos para llevarse los tres puntos fue el Real Zaragoza. Los pupilos de Agné mostraron una imagen más próxima a lo que debe ser un candidato al ascenso fuera de casa: ordenado, aplicado en defensa, implacable ante errores ajenos y capaz de gestionar ventajas. Pese a que faltó continuidad en estas virtudes, el desempeño del cuadro zaragozano supuso una notable mejoría tras el descalabro de Cádiz y las dudas del partido ante el Oviedo.
El partido dejó la buena noticia de la gran actuación de Dongou, que hizo mejor mezcla con Ángel que Muñoz. Colaborativo y móvil, el camerunés aprovechó su oportunidad en la titularidad para demostrar que puede ser muy útil este año.
No obstante, quedan muchas lagunas por resolver. Al equipo le falta crear más fútbol, dar más contenido a la propuesta de ataque veloz que quiere implantar Agné, y mantener la solidez los noventa minutos.
En ese sentido, estas fechas son buen momento para hacer la carta a los Reyes Magos, y ahí Narcís Julià debe estar certero, y esperar que la sabiduría de sus Majestades les impida errar en las incorporaciones. Se necesita fichar mínimo un central que palie el desaguisado que han supuesto Popa y Bagnak. El central debe venir para pelearle la titularidad tanto a Cabrera como a Silva, y si es posible no sería mala idea traer un central adicional para disponer de un fondo de armario fiable, dándole la baja a Popa y/o Bagnak. Por otro lado, Cani necesita disponer de un relevo, porque el agotamiento hace mella en el jugador aragonés. Cani es el jugador diferencial del equipo, pero sus condiciones físicas invitan a dosificarlo y guardarlo para las grandes batallas y los momentos de necesidad. Hallar un relevo que permita suplirle sin perder demasiada calidad resulta clave.
El Real Zaragoza ha recibido el inesperado regalo de encontrarse, pese a su mal rendimiento, a tiempo de todo. De hecho, ganando su próximo compromiso puede dejar la frontera del ascenso directo a tres puntos. Por tanto, el club blanquillo debe poner todo lo que tiene en su mano para aprovechar este regalo y prolongar la alegría navideña hasta junio.
Por Kicooper.
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