Ratón: El camino a seguir | La Lupa
Real Valladolid 0 – 0 Real Zaragoza
A la hora de escribir esta Lupa, el insulso empate logrado en el Nuevo Zorrilla por parte del Real Zaragoza ha dejado de tener trascendencia. La destitución de Luis Milla, previsible tras haber logrado sólo 3 puntos de 18 posibles, se ha visto acompañada de una sensación de improvisación absoluta, culminada con la suspensión del primer entrenamiento de la semana por no disponer todavía de sustituto.
El esperpento de no empezar a preparar cuando toca un partido vital para no meterse en zona de descenso a Segunda B es una punzada más al malherido corazón del zaragocismo, que nunca para de recibir sorpresas desagradables.
Sin embargo, esta época de zozobra podría aprovecharse para introducir un cambio sustancial en la política deportiva del club, si en el club existiese voluntad para ello, y este cambio se pudo ver representado en la soberbia actuación del guardameta Álvaro Ratón en Zorrilla. Quizá la solución, el camino para volver lentamente a ser una institución con prestigio, está en mirar lo que se tiene en casa.
Tras una nueva calamidad de Irureta ante el Elche, el ya ex entrenador zaragocista se decidió a dar la alternativa a Álvaro Ratón. El guardameta gallego, tras superar los nervios iniciales, cuajó una actuación sobresaliente, siendo el principal artífice del punto conseguido.
El desempeño mostrado por Ratón en el partido ante el cuadro pucelano le hace merecedor de otorgarle confianza en los próximos partidos. Se puede albergar la ilusión de que pueda haber portero de recorrido en él, si se mantiene la confianza y se le aguanta en el puesto cuando vengan malos partidos, que como es normal en jugadores en desarrollo vendrán tarde o temprano.
La apuesta realizada con Ratón debería extenderse a otros jugadores de las categorías inferiores. Darle partidos a Pombo, Zalaya, Delmás, Buenacasa…puede servir para ir “fabricando” jugadores válidos para el club, que además se convierten en un activo importante, como han demostrado las ventas de Vallejo y Rico.
Ante la desconfianza que pueda generar su juventud o el salto de categoría, cabe plantearse si es posible que su rendimiento sea peor que el que han dado buena parte de los integrantes de la primera plantilla. La falta de experiencia se suple con partidos. Sin embargo, la falta de aptitudes en jugadores ya curtidos es complicado que se solucione.
En los últimos años, se han producido auténticas revoluciones en las plantillas, con jugadores de paso efímero por el club, que tan solo supusieron un coste. Las consecuencias de este ir y venir de jugadores externos se traslucen en la falta de identificación y poso de la plantilla, falta de conexión con la grada y falta de activos deportivos que se puedan vender para cuadrar presupuestos. Todo lo anterior se ve agravado por el hecho de que en contadísimas ocasiones se trató de jugadores diferenciales, capaces de destacar al club por encima de sus rivales en Segunda División, dado que la situación económica no lo permite.
Otros clubes, tanto en España como en Europa, se han visto en situaciones de extrema necesidad económica y ruina deportiva como es el caso del Real Zaragoza. Si se analizan los casos en que estas entidades han logrado remontar el vuelo, casi siempre la receta ha sido la misma: confiar, incluso a medio plazo, en lo que se tiene en casa e invertir lo poco que se tiene en muy pocos jugadores externos, pero siendo estos diferenciales.
El Real Zaragoza aún está a tiempo de tomar este camino. La ampliación del convenio del concurso de acreedores le da dos años de margen, lo cual es tiempo suficiente para sentar bases este año y sobre ellas asaltar el ascenso en alguna de las dos temporadas venideras.
Para ello, el sustituto de Milla debe ser alguien con capacidad y voluntad para apostar por los chavales de la cantera, y contar con la confianza de la Dirección Deportiva y de la propiedad como para aguantar esta apuesta, aunque sea a costa de rebajar el objetivo de este año a no pasar apuros.
Buscando la solución dentro de casa se ganaría en identidad y en conexión con la afición. Clubes como el Sevilla, el Real Club Celta de Vigo o la Real Sociedad son ejemplos de las buenas consecuencias de edificar la reconstrucción de la entidad en base a la cantera.
Por Kicooper.
Comentarios
1 Comentario