El calor del hogar | La Lupa
Real Zaragoza 1 – 0 Córdoba CF
El Real Zaragoza logró tres puntos vitales el pasado viernes en la Romareda. Una victoria justa, a tenor de la superioridad de los blanquillos, pese a las angustias finales tras el penalti detenido por Cristian Álvarez.
El equipo zaragozano atraviesa un momento muy delicado, con dudas en todas las facetas del juego. No es contundente en ninguna de las dos áreas y no acaba de controlar el desarrollo de los partidos, en muchas ocasiones fruto de una mala gestión de los cambios por parte de Natxo González. Estas dudas se han venido acrecentando esta temporada debido a los malos resultados, que han acarreado una cercanía aterradora con los puestos de descenso. Por ello, no es de extrañar que tras el penalti a favor del Córdoba, que por fortuna no supuso el empate, a los jugadores zaragocistas se les aparecieran todos los fantasmas acumulados y sufrieran un ataque de pánico. Pánico más formal que efectivo, porque salvo el penalti el Córdoba no dispuso de ninguna ocasión más.
Por todo lo anterior el hecho de que los puntos se quedaran en la Romareda adquiere una relevancia especial. Permitió que todo se quedara en un susto y otorgó valor a las pinceladas de buen juego mostradas en varios tramos del partido. Desde la vuelta del parón navideño, el Real Zaragoza ha presentado un mejor perfil en casa que se ha visto refrendado con una buena concatenación de resultados. Dos victorias y un empate son una auténtica bendición tras un año 2017 con sólo 4 victorias como local.
Natxo González ha encontrado en el rombo una solución para elevar el rendimiento de la plantilla. Con esta formación el Real Zaragoza ha recuperado cierta mordiente ofensiva y es capaz de mandar con la pelota en fases del partido. A ello ha contribuido la aportación estelar de jugadores de la cantera.
Pombo está brindando los mejores momentos como jugador de la primera plantilla, sazonándolo con muy buenos goles que valen puntos. Como segundo delantero, el canterano ofrece muchas posibilidades al juego de ataque, combinando con acierto e intimidando con su buen disparo.
En el lateral izquierdo Lasure ha proporcionado una seguridad defensiva de la que se ha adolecido buena parte de la temporada. Pese a cometer el penalti el pasado viernes, Lasure fue el jugador más completo de la defensa y cuajó un notable partido.
El Real Zaragoza ha empezado a respirar al calor del hogar, arropado por los de casa. Natxo González debe perseverar en este sistema también fuera de casa, tratando de automatizarlo y siendo atrevido. Una victoria en Alcorcón, ante un rival directo, podría suponer la plataforma de lanzamiento de un equipo que emite señales esperanzadoras, pero que todavía está lastrado por su falta de confianza.
Por Kicooper.
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