Fuegos artificiales | La Lupa

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Real Zaragoza 3-0 CD Numancia

El Real Zaragoza ansiaba y perseguía una victoria como la de este domingo, con holgura, la portería a cero y además en la Romareda. Las sensaciones positivas en tramos de los partidos se vieron ayer refrendadas con un resultado contundente, fruto de una eficacia poco habitual y un buen trabajo colectivo. Durante la tarde de ayer el Real Zaragoza realizó su particular pregón, anunciando a su parroquia que llegaban los festejos y ofreciendo un espectáculo de fuegos artificiales.El inicio soñado en ambos periodos, marcando gol cuando aún no se había llegado al tercer minuto, permitió al equipo blanquillo desembarazarse de la presión por la situación clasificatoria, lo que permitió realizar un partido completo en lo táctico, ordenado buena parte del encuentro y no pasando casi ningún apuro. No fue el partido más brillante en lo ofensivo, pero sin embargo sí fue el más eficaz, aprovechando las ocasiones de las que dispuso.

Dentro del gran desempeño colectivo, es indudable que la figura que sobresalió en el partido de este domingo fue la de Gaizka Toquero. El jugador vitoriano, más allá de sus dos magníficos goles, mostró un despliegue continuo e hizo uso de su experiencia para desesperar a los defensas del Numancia. Toquero se ha ganado a la grada con todo merecimiento, convirtiéndose en uno de los banderines de enganche de la afición.

A la estela de Toquero se pudo disfrutar de nuevo de un gran partido de Aleix Febas. Quizá con menos exuberancia que en jornadas anteriores, pero con igual eficiencia, el centrocampista ilerdense volvió a dar un clínic de gestión del balón, tanto para distribuirlo como para protegerlo o recuperarlo. Febas demuestra jornada a jornada que es un jugador diferencial en la categoría, lo que se ve demostrado en el número de faltas que recibe a diario.

Por último, la decisión de Natxo González de introducir de nuevo a Oyarzun como lateral, como en el partido de Copa ante el Lugo, resultó un acierto. El jugador vasco fue un peligro por su banda y el Numancia no supo hacer frente a una variante táctica que le sorprendió.

La victoria lograda es un gran inicio de Fiestas del Pilar, un buen regalo para una afición que volvió a demostrar que este año se siente identificada con el equipo. Ayer los decibelios alcanzados en la Romareda fueron superiores a los de temporadas anteriores, espoleados por el buen juego del equipo, el inicio soñado y el ambiente festivo.

Si la semana entrante, con la visita a un Lorca necesitado y el partido de máxima rivalidad ante Osasuna de traca final, se salda de manera positiva, el empujón tanto en lo anímico como en lo numérico puede acabar de cimentar el proyecto, que hasta ahora tenía buena pinta pero pies de barro.

Por Kicooper.

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