Pista de despegue | La Lupa
Nàstic Tarragona 0 – 2 Real Zaragoza
Simone Grippo dio una lección de vuelo sin motor para rematar de cabeza el que a la postre sería el primer gol del Real Zaragoza ante el Nàstic de Tarragona. La imagen del central suizo impulsándose con firmeza bien podría ser una representación visual de lo que supone tanto la victoria como el partido realizado por el cuadro blanquillo.
Los pupilos de Natxo González prolongaron la buena dinámica de resultados de este año 2018, superando la prueba que quedaba pendiente: la victoria a domicilio. Dicha victoria fue merecida y tuvo fases de buen juego, de personalidad con el balón, queriendo mandar en el partido. No fue un partido perfecto, existiendo desatenciones defensivas que pudieron costar caras, pero sí fue una de las mejores actuaciones como visitante de lo que se lleva de temporada.
La clave tanto para el resultado del sábado como para la buena dinámica de resultados está en el nuevo dibujo táctico (el rombo en el centro del campo) como en la recuperación de la filosofía de juego mostrada en el inicio de la primera vuelta, consistente en tratar de dominar el partido desde el control del balón y mostrar desparpajo en ataque.
Este cambio táctico viene sustentado con buenas actuaciones individuales en las zonas clave del juego: en las dos áreas y la creación en el centro del campo.
Por un lado Cristian Álvarez volvió a ser fundamental, con varias paradas de mérito y transmitiendo una permanente sensación de seguridad. La importancia del arquero argentino ha ido creciendo durante el transcurso de la temporada, proporcionando puntos importantes con sus intervenciones.
En el otro extremo del campo, Borja Iglesias volvió a ver puerta, además de volver a ofrecer mucho desahogo a la salida de balón y buen juego de espaldas. El ariete gallego es fundamental en el esquema de juego zaragocista. Por ello, la amenaza de sanción por parte de la Liga por su gesto tras anotar el segundo gol es preocupante, dado que su baja sería un problema notable.
En el centro del campo, Febas ofreció su mejor versión, quien sabe si espoleado por los buenos minutos de Buff ante el Lugo. Guti volvió a estar sensacional en el despliegue, notándose un bajón en el equipo cuando fue sustituido.
Es de justicia reconocer también la labor de Natxo González en esta mejoría. Lo mismo que se incidió en su responsabilidad en la mala racha del equipo, ahora debe reconocerse el mérito en el cambio de sistema, la apuesta por gente de la casa y la recuperación de la filosofía de inicio de temporada. Con el cambio de año Natxo González parece haber encontrado su camino, con un once reconocible, las ideas claras y resultados que lo respaldan.
El Real Zaragoza se encuentra por primera vez este año más cerca de la promoción que del descenso. Desde el realismo, lograr enjugar la diferencia de puntos que hay con los puestos de privilegio se antoja tremendamente complicado, pero no es menos cierto que si se logra prolongar la buena dinámica en los dos siguientes partidos la perspectiva puede variar. Real Oviedo y Numancia se encuentran por encima del Real Zaragoza a día de hoy. Obtener resutlados positivos ante ellos reduciría distancias y aumentaría las posibilidades de pelear por puestos de play off.
Más allá de las posibilidades reales de meterse en play off, lo más importante es observar el crecimiento del equipo. Desde el inicio de temporada se ha venido hablando de proyecto a medio plazo, y ese proyecto necesita que se pueda observar en la plantilla una progresión en rendimiento y resultados. Siguiendo por la línea mostrada en lo que se lleva de 2018 será más justificable mantener a tres cuartas partes de la plantilla y poder tener, muchos años después, continuidad y tranquilidad en el club.
Por Kicooper.
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