FC Barcelona – Real Zaragoza | Mirada del Rival
Después de vivir nueve días de Pilares de fiesta total y auténtica alegría lo que mejor le viene al cuerpo, maltratado por el cansancio de la falta de sueño y machacado por los días de pura diversión, es enfrentarse con la cruda realidad cara a cara: la vuelta al trabajo, a los estudios, a tener que enfrentarse de nuevo a las responsabilidades ineludibles de la vida. Lo mismo ocurre cuando cogiendo el calendario de la temporada nos encontramos con que el siguiente partido que nuestro Real Zaragoza debe disputar es nada más y nada menos que en el Camp Nou; ¡vamos!, un bajón de moral en toda regla que viene a ser el equivalente a encontrarse un muro de cemento armado en medio de una curva que se ha tomado a 200 km. por hora.
El F.C. Barcelona es un equipo de sobras conocido y carente de todo misterio. Sería estéril intentar realizar en estas líneas una radiografía de un equipo del que desgraciadamente todo sabemos porque día si y día también nos bombardean mediáticamente con las últimas noticias que se producen en el equipo catalán. Habrá que tomar aire, armarse de paciencia y aguantar el chaparrón venga de donde venga, que vendrá por todos lados. Intentar detener el tsunami azulgrana se presenta una misión poco menos que imposible. Otra vez tendremos que aguantar los regates espectaculares de un deprimido Messi, de nuevo intentaremos presionar a Xavi para que no pueda pensar y lo haremos en el preciso momento en que nos demos cuenta que acaba de hacer un pase de gol, tendremos que sufrir la calidad de Ibrahimovic en nuestras propias carnes, tendremos que asistir a los trucos de magia de Iniesta; en fín, un panorama desolador. Únicamente la baja por lesión del brasileño Alves pueda hacernos respirar un poco aunque, seguramente, que juegue Puyol en el lateral no nos hará mucho más fácil el poder llegar a la portería de Valdés.
Ni un solo punto ha cedido este año en liga nuestro próximo rival en su propio estadio. Clasificado en primera posición sigue esta temporada la senda construida a base de triplete la pasada campaña. Únicamente un borrón se le puede achacar a este equipo, el dejado precisamente este martes pasado en partido de Liga de Campeones donde cayó derrotado por 1-2 ante el Rubin Kazán. El optimista vería en este partido un síntoma para la esperanza tras ver al Barcelona morder el polvo ante un rival “menor”, tan menor que solo es el campeón de la multimillonaria liga rusa, tan menor como aproximadamente lo fue el Zenit de San Petesburgo ganando hace dos años la Copa de la UEFA. Lo único que demostró ese partido es que el Barcelona puede caer derrotado ante equipos buenos, bien trabajados y que se encuentran con la suerte de cara, a nosotros tristemente creo que aún nos queda bastante para entrar en esa dinámica después de ver lo acontecido en el último partido de liga contra el Racing de Santander donde nuestra fragilidad como equipo salió al exterior en toda su plenitud, y de la suerte ya ni hablamos.
Marcelino creo que estará contento planificando las tácticas de juego para este partido, y es que la cosa está fácil. El Barcelona es el equipo perfecto para practicar el fútbol total que tanto le gusta a nuestro entrenador. No va a hacer falta entregarle el balón al rival porque el Barcelona es como ese chico malo que se lleva su propia pelota al colegio y solo deja jugar con ella a los que vayan vestidos de azulgrana, y si encima le cabreas te mete 3 goles y se lleva el balón otra vez a su casa. La velocidad de nuestra delantera en el contragolpe será sin duda donde residirán todas nuestras posibilidades de victoria, el problema será poder tener alguna fase de control del balón para poder llevarlas a efecto. Y sobre todo la gran duda es ver como responde nuestra frágil defensa las envestidas de la maquinaria de ataque barcelonista.
En Barcelona la victoria se da por segura. Difícilmente se entiende que puedan sufrir dos tropiezos de manera consecutiva y menos aún jugando en casa. El mayor interés que este partido aporta al aficionado culé es el de ver con cuantos goles sale el Barcelona de la “crisis” de juego y resultados en la que ahora están inmersos.
Será el del domingo un partido bastante desigual en un campo en el que históricamente apenas se ha conseguido algo positivo, pero ante el que nuestros jugadores no pueden bajar la cabeza ni rendirse antes de salir al césped. Se hará lo que se pueda, y después a pensar rápidamente en el siguiente partido. Tenemos un objetivo claro para este año y éste no pasa por el Camp Nou. Ya llegará el tiempo en que nos toque jugarnos algo en ese estadio. Hoy por hoy ese día todavía queda lejos, pero llegará, seguro.
Por Tyler Durden
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