El Real Zaragoza que viene

El Real Zaragoza que viene

El Real Zaragoza que viene

Nuevo verano, nuevo equipo. Una vez más, el Real Zaragoza afronta una reconstrucción de su plantilla desde prácticamente cero. Esta vez a la cabeza del proyecto deportivo está Lalo Arantegui, avalado por su trabajo en el Huesca. Los resultados dictarán sentencia, pero pocos directores deportivos habían trabajado con la celeridad y claridad que ha demostrado el zaragozano hasta el momento.

Bien es cierto que la operación salida amenaza como el gran desafío que debe afrontar Lalo, pero estando en mitad de junio las líneas del proyecto están bien definidas. Sin duda la más importante es la que apunta a la importancia del colectivo y a la necesidad de conformar un grupo unido. Muchas de las decisiones que se han tomado hasta el momento parecen ir encaminadas hacia ese objetivo, empezando por la elección del entrenador, Natxo González, y terminando por el nuevo régimen de convivencia que se instaurará en el club, en el que la jornada laboral de los jugadores tendrá alrededor de 6 horas en la Ciudad Deportiva, incluyendo desayuno y comida en grupo.

 

Natxo González al mando

A Natxo González se le ha definido en todo momento como un técnico defensivo. Lo cierto es que las cifras demuestran que su trabajo en esta faceta es impecable. Entre Alavés y Reus, el técnico dirigió 180 partidos, encajando en total 146 goles. También evidencia su estilo a la hora de defender lo visto este año en el Reus. El equipo catalán ha sido el menos goleado de la categoría. Sin embargo, es el cuarto equipo que menos entradas ha realizado (según estadísticas de la LFP).

El buen hacer del Reus a la hora de defender no se ha construido en el talento defensivo de sus futbolistas, sino en la concepción colectiva de esta fase, algo de lo que ha adolecido el Real Zaragoza este año. Uno de los signos de identidad del Reus durante la temporada ha sido el repliegue intenso y el bloque a baja altura para defender durante muchos tramos de los partidos. De esta forma el equipo catalán impedía la posibilidad de contraataques rivales y evitaba que estos jugarán entre líneas gracias a mantener el bloque unido.

Sin embargo, el buen trabajo defensivo del Reus no implica que haya sido un equipo centrado únicamente en esa faceta. De hecho, otra de las características del conjunto catalán ha sido su interés en llevar la iniciativa en muchos partidos y en su trato al balón. Es el cuarto equipo que más pases ha dado este año y siempre ha prestado atención a mantener el balón en su poder, a tener posesiones largas gracias al buen trabajo de Natxo con el juego posicional. Esto le ha permitido también evitar que el rival cuente con muchas ocasiones, defenderse a través de tener el esférico. El problema para el Reus ha llegado en su poca eficacia en el área contraria. Se ha plantado con asiduidad en el último tercio de campo, pero le ha faltado desequilibrio en las bandas y acierto rematador dentro del área. A falta de unos fichajes fundamentales, la plantilla configurada hasta el momento del Zaragoza también tiene esos déficits.

Hasta ahora los fichajes del Real Zaragoza han seguido también unas directrices. Diversidad en los mercados ojeados, creación de patrimonio para el club y futbolistas en plena madurez, con margen de progresión y que han jugado con asiduidad en los últimos años. Además, la mayoría son futbolistas que mejoran con el balón pero que no rehuyen el trabajo defensivo, importante en la concepción del colectivo que se quiere implantar. No se trata de fichajes diferenciales, sino que parecen destinados a jugar como bloque, lo cual no será fácil por el proceso de adaptación de muchos de ellos y porque la plantilla apenas se conoce. Todo esto, unido a la trayectoria de Natxo en sus clubes, hace pensar que, aunque lo ideal y el deseo de todos sería ascender, será difícil que el proyecto se asiente lo suficientemente rápido como para aspirar a cotas altas. En este sentido, serán importantes factores como la adaptación de los futbolistas venidos del extranjero, el trabajo del nuevo técnico, el régimen de convivencia instaurado y la pretemporada. Muchos factores, sí, pero todos parecen esenciales para acelerar los pasos del proyecto.

 

Los fichajes uno por uno

Simone Grippo → Central. Diestro. 28 años. 34 partidos – 4 goles – 5 asistencia.

Grippo es un central diestro que acostumbra a jugar en el perfil izquierdo del centro de la zaga, aunque durante el comienzo de temporada lo hizo en la derecha. Esta temporada ha estado muy exigido a nivel defensivo por la falta de mecanismos de su equipo en esta faceta y la desorganización con la que han jugado. Esto, sin embargo, permite evaluar mejor sus características defensivas. Se trata de un central al que le gusta salir a anticipar y encimar a su marca en cuanto recibe el balón. Esto ha hecho que destaque más cuando el equipo ha jugado con defensa de tres (con él en la izquierda). Las dudas llegan con su defensa dentro del área: le falta velocidad de reacción, con errores en el marcaje o al medir los saltos. En este sentido, podría ayudarle mucho el bloque bajo de Natxo a la hora de defender, de cara a encontrarse más protegido.

Ofensivamente es un jugador que ha hecho goles. Es bastante poderoso por alto, pero también destaca por tener cierto imán en las jugadas a balón parado, instinto para buscar la segunda jugada y el posible remate. Una de las principales mejoras del Real Zaragoza con Grippo y Zalaya será la salida de balón desde atrás, uno de los grandes déficits del equipo esta temporada. El suizo es un jugador cuya primera intención siempre es salir jugando. Maneja con soltura la pierna izquierda y tiene un desplazamiento de balón potente, aunque no siempre preciso.

 

Alberto Benito → Lateral derecho. Diestro. 25 años. 31 partidos – 2 goles – 4 asistencias

Probablemente hablamos de uno de los laterales más completos de la liga esta temporada. Benito es un jugador sobretodo inteligente a la hora de incorporarse cuando el equipo tiene el balón. Tiene físico para hacerlo hasta línea de fondo y descaro y recursos para sorprender al equipo rival. Es muy fino en sus subidas e incluso este año se le ha visto llegar al segundo palo para rematar los centros de su compañero en el lateral contrario. Defiende bien en los 1×1 con extremos aprovechando sobretodo su velocidad, pero sufre en los desmarques a su espalda.

 

Ángel Martínez → Lateral izquierdo. Zurdo. 26 años. 33 partidos – 0 goles -1 asistencia.

Ángel es un lateral bastante diferente a Benito. Defensivamente es muy intenso y agresivo, luchando los 90 minutos. Con el balón es menos técnico y tiene menos recursos que Benito, pero siempre sube acompañando las jugadas de ataque del equipo. Arriba acostumbra a decidirse por centros que son bastante peligrosos, no necesariamente desde línea de fondo sino también desde más atrás.

 

Íñigo Eguaras → Mediocentro. Diestro. 25 años. 35 partidos – 4 goles – 4 asistencias.

Viene de una temporada bastante irregular en el Mirandés, pero en temporadas anteriores ha demostrado que tiene nivel más que suficiente. Se trata de un centrocampista que encaja muy bien en el juego de Natxo González, un jugador muy posicional capaz de asegurar la posesión de su equipo y marcar el tempo del encuentro. Puede jugar tanto en un doble pivote como en solitario, y trata de verticalizar en sus entregas siempre que puede. Defensivamente puede aportar trabajo pero le falta velocidad para acompañar los repliegues.

 

Oliver Buff → MCO – MC. Diestro. 24 años. 31 partidos – 10 goles – 7 asistencias

El suizo es un jugador muy polivalente. Esta temporada ha jugado mediapunta e incluso como segundo delantero, pero en sus inicios como pivote fue internacional en todas las categorías inferiores. Con el paso de los años ha ido adelantando su posición y ha demostrado ser un futbolista que también tiene mucha llegada al área. Ha llegado a jugar también en banda algunos partidos, donde Natxo ha utilizado a jugadores acostumbrados a jugar por dentro como Guzzo. Buff ha sido el encargado del balón parado en su equipo, gracias a su buen golpeo de balón, que también ha mostrado en sus disparos.

Se trata de un futbolista algo intermitente, si bien esto puede deberse también a haber adelantado su posición. Le gusta bajar a recibir y pedir el balón. Maneja bien ambas piernas y es un jugador que combina muy bien en corto, además de tener último pase. Sin embargo, sufre físicamente durante los partidos de mucha exigencia, sobre todo en aquellos en los que casi siempre recibe de espaldas a portería. No obstante, cuando está de cara a ella es muy difícil verle perder el balón. Con Buff los balones deben ir al pie y no al espacio. Por último, defensivamente es un jugador trabajador, sobretodo en defensa posicional.

 

Giorgi Papunashvili →  ED – MP. Zurdo. 21 años. 15 partidos –  5 goles – 3 asistencias

Probablemente la mayor incógnita de todos los fichajes. Una apuesta en toda regla que viene de jugar en una liga muy menor y que deberá acostumbrarse a un ritmo de competición muy superior. A menudo extremo derecho, muchas veces ha jugado también como mediapunta. Cuando actúa desde la banda, es normal verle ir hacia zonas interiores constantemente. El georgiano es un jugador que destaca por sus condiciones técnicas y su buen golpeo de balón, tanto a balón parado como en el disparo de media distancia. No es especialmente rápido aunque tiene un primer cambio de ritmo potente. Sus conducciones se caracterizan por amagos constantes con el cuerpo. Desde la mediapunta se mueve bien entre líneas, pero tendrá que acostumbrarse a entramados defensivos mucho más agresivos y a una reducción considerable de los espacios. Sin que sea prueba de nada, en los partidos de clasificación para la Europa League ante el Dinamo de Zagreb, donde hubo mayor intensidad, pasó bastante más desapercibido de lo que acostumbra.

 

Por Christian Blasco

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