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Artículo de Cuñao

Que el Real Zaragoza caiga en la primera ronda de Copa del Rey empieza a ser algo cíclico que se repite temporada tras temporada. Un evento similar al trofeo Lapetra, a la presentación de la campaña de socios o al día que se presentan las nuevas equipaciones.

Pero no por esperado (y repetitivo) es menos doloroso. Al menos para quien esto escribe.

El Real Zaragoza ha vuelto a caer en el primer partido de Copa. De nuevo en La Romareda. Esta vez ha sido el Valladolid quien inscribe su nombre en el registro de equipos que apean al Real Zaragoza a las primeras de cambio.

Jamás en la historia del club se habían conseguido unos registros coperos tan lamentables. En las últimas diez temporadas sólo en dos ha pasado de primera ronda. En las ocho restantes el Real Zaragoza ha sido eliminado en la primera eliminatoria que ha disputado. Bestial. Y vergonzoso.

La situación del Real Zaragoza es la que es y la prioridad absoluta es el ascenso. En eso estamos todos deacuerdo. De hecho los medios ya nos han estado «anestesiando» con este asunto para que nos pensemos que la Copa es algo prescindible y que casi nos hacen un favor si nos eliminan cuanto antes.

Pues no. O yo no lo veo así. Debo ser uno de esos locos nostálgicos que se retuerce al ver lo que es el Real Zaragoza hoy en día. Lo acepto porque no me queda otra. Pero ni mucho menos lo voy a dar por bueno ni voy a dejar de decir las cosas que no me gustan. Y el registro copero que lleva este equipo en estas últimas 10 temporadas es dantesco. Tan dantesco que ni puedo ni voy a dejar de retorcerme en mis adentros cada vez que tengo que presenciar este espectáculo ya con la categoría de anual. Mucho menos cuando se produce algo como el partido de hoy.

Luis Milla declaró estos últimos días que la prioridad no era la Copa si no el ascenso pero que se intentaría hacer un buen papel. Yo de él bajaría al vestuario como alma que lleva el diablo a pedir explicaciones por la tomadura de pelo que le han hecho sus jugadores. E incluso el propio Luis Milla debería dar explicaciones a la afición por esta eliminación. Y si, la prioridad es el ascenso. Pero eso no quita que tengamos que aceptar ni dar por bueno cosas como las de este partido.

Luis Milla, al igual que su rival en el banquillo (Paco Herrera) ha decidido dar minutos a los jugadores menos habituales.
Cuando un entrenador da la oportunidad de jugar a un jugador que no tiene apenas minutos lo normal, lo profesional y me atrevo a decir que hasta lo digno es esforzarte al máximo para que el entrenador vea tu trabajo en el césped y tengas más opciones de contar más para él.

Pues ni eso han hecho muchos jugadores que han disputado este partido. Lamentable.

Si un jugador tiene una calidad limitada pero se esfuerza e intenta cosas… poco hay que reprochar. Pero cuando ese jugador de calidad limitada pasa de esforzarse y trabajar no hay excusa posible. No la hay.

Ahora aparecerán medios y personas asegurando que la Copa es un mal menor, que así el equipo puede centrarse más en la liga y otros argumentos repetidos tantas y tantas veces.

No vale. Nunca se puede dar por bueno caer en primera ronda salvo alguna excepción. Repito que yo comparto con Milla y con todos que la prioridad es el ascenso. Pero nunca daré por bueno algo así. Menos aún cuando viene por la falta de profesionalidad de los jugadores.

Esto último es realmente preocupante. Porque que haya jugadores que desaprovechen de esa manera la ocasión de intentar hacerse hueco en el primer equipo, como digo, es preocupante. ¿Qué pasará cuando no quede más remedio que utilizar a estos jugadores? Si cuando se les da una oportunidad la desaprovechan así… Preocupante.

De nuevo me toca asistir a un nuevo capítulo vergonzoso del Real Zaragoza. Y me canso la verdad. Me canso de que algo así, que debería ser excepcional, sea un fenómeno anual.

Vuelvo a repetir que acepto las circunstancias actuales del Real Zaragoza. Lo acepto y entiendo. Pero ni muchísimo menos voy a dar por bueno nada de lo que se está viendo estos años en el seno del Real Zaragoza. Más allá de la Copa

Los tiempos cambian. En el caso del Real Zaragoza para mal. Para muy mal.

Hay que aceptar las cosas como vienen. No valen lamentos pasados (más aún cuando no se hizo lo que tocaba en ese momento). Siempre he sido partidario de apoyar al equipo para que el Real Zaragoza vuelva a ser lo que era antes de la llegada de cierto personaje. Pero el apoyo ha de venir acompañado de la exigencia. Ambas cosas son compatibles si, aunque a muchos os parezca mentira. Y recordad que si un día el Real Zaragoza era grande fue, entre otros, por la exigencia.

La exigencia nos hizo grandes. El callar y dar todo por bueno al borde de la desaparición. Más claro no lo puedo decir.

El año pasado ya escribí un artículo parecido a este. Espero no tener que volver a repetirme dentro de un año. Aunque tengo mis dudas.

Por Cuñao