CD Tenerife – Real Zaragoza | La Previa
Domingo 9 de junio, 20:30
Se acabó. Por fin la nefasta temporada 2018/2019 llega a su conclusión. Una campaña absolutamente lamentable para el Real Zaragoza que nunca debe repetirse. Aunque, por desgracia, temporadas de este calibre ya hemos vivido de forma reciente (véase las temporadas 2013/2014 y 2016/2017).
La salvación conseguida hace dos semanas por mediación del resultado del Rayo Majadahonda se tradujo en que el Real Zaragoza disputase sus dos últimos encuentros con la absoluta tranquilidad de quien no se juega absolutamente nada. Dos encuentros ligueros que, al menos sobre el césped, prácticamente se traducen en dos encuentros de pretemporada. No debería de ser así ya que, en vista del pésimo trabajo realizado, el Real Zaragoza debería de haberse obligado a ganar los dos encuentros como una especie de compensación por todo lo sufrido. Sin embargo eso no se vio en el encuentro ante el Numancia y dudo mucho que se vea en este último encuentro.
La temporada ha sido lamentable. Es cierto que el equipo consiguió salvarse como digo hace dos semanas y la tranquilidad de no jugarse un descenso en los últimos encuentros es algo que, entre otras cosas, los aficionados agradecemos.
Pero que nadie se lleve a engaños. No hay que dar por esto por bueno ni celebrar absolutamente nada. Lo vivido esta temporada es algo vergonzoso y la afición debe de exigir que esto no vuelva a repetirse.
Parece ser que esta posible exigencia en forma de protesta pudo haber sido el desencadenante de que se acelerasen los trámites para la renovación de Víctor Fernández como técnico zaragocista en un momento donde se escuchan rumores de que Cesareo Alierta pudiese hacerse cargo de un mayor paquete accionarial aumentando su poder dentro del Real Zaragoza. Veremos que sucede.
La protesta a la que tanto miedo parecía tener la directiva al final no fue tal. Si es cierto que en el encuentro ante el Numancia se escucharon cánticos en contra de la directiva que parecían originarse de la grada de animación y, aunque fueron coreados por cierto número de aficionados, no fue la protesta masiva que parecía presagiarse y que debería de haber sido. En fin, parece que las protestas multitudinarias (en las que La Romareda era temible) quedaron en el pasado. Aunque, como indique anteriormente, el callar y el tragar con todo en cierta manera influyó a que el Real Zaragoza estuviese a punto de desaparecer. Eso no debe de olvidarse.
En pocos días, cuando el equipo marche de vacaciones, comenzará el mercado de fichajes y, como sucede en este aspecto, habrá muchos rumores y pocas certezas. Quedará por ver ya no solo la configuración del equipo si no la configuración del propio staff técnico donde Lalo Arantegui queda muy en entredicho en vista del fracaso de su gestión este año (no así del año pasado donde realizó un muy buen trabajo). Incluso puede que haya más cambios en la parcela directiva en vista de lo que he comentado anteriormente de los rumores que indican que Cesareo Alierta pueda llegar a tener un mayor poder dentro del club. El tiempo nos dirá.
En esta última jornada el Real Zaragoza viaja a Tenerife para cumplir el trámite de disputar su último encuentro ligero en esta temporada. Un encuentro totalmente instrascendente para ambos equipos.
La trágica muerte de José Antonio Reyes el pasado Sábado trastocó completamente la jornada trasladando al Martes todos los encuentros que se iban a disputar el Domingo en la jornada unificada. Jornada unificada la del Martes donde se deshojo finalmente la margarita de que equipo descendería a segunda B y, como todo indicaba, el Rayo Majadahonda fue el último equipo en perder de forma matemática la categoría dejando ya resueltos los puestos de descenso antes de la última jornada.
Así pues ni Tenerife ni Real Zaragoza se juegan absolutamente nada en este encuentro ya que el conjunto canario certificó su salvación el pasado Martes. Por tanto se anticipa un encuentro que será un calco del que disputó el Real Zaragoza ante el Numancia. Prácticamente un amistoso veraniego entre dos equipos de la parte baja con nada en juego.
Una pena lo vivido este año. Una pena ver como un equipo que la temporada pasada rozaba el ascenso a primera división en esta campaña respira aliviado por no descender. Una pena ver como en un año ha degenerado tantísimo este equipo.
Esperemos que esta degeneración concluya de manera definitiva en Tenerife. Quede allí en las islas como tributo a la desidia y no vuelva jamás al seno zaragocista. Porque, como he repetido hasta la extenuación, lo sucedido esta temporada no debe de volver a repetirse nunca más.
Por Cuñao.
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