Real Zaragoza – Llagostera | La Previa
Sáabado 16 enero 18:00h
Se alcanza mañana el ecuador de esta temporada y se hace con un regusto amargo en el paladar de la afición zaragocista. Tras cinco meses de competición el Real Zaragoza deja más sombras que luces y un incierto futuro deportivo en el horizonte. En nada ayudó a cambiar esa impresión el partido de la matinal dominical jugado frente al Real Oviedo en la anterior jornada; derrota más que previsible tras comprobar a un equipo que salía derrotado ya desde el minuto 1 y que fue incapaz, no es la primera vez, de rematar entre los tres palos de la meta ovetense. Más vale pasar página y pensar en el UE Llagostera, aunque el partido en Asturias dejó más de un dato relevante.
Si se quiere pelear de manera decidida por el ascenso a Primera división muchos son los factores a mejorar: debe reaccionar una plantilla a la que ni el cambio de entrenador ha conseguido espolear, reiteramos la incapacidad mostrada en el Carlos Tartiere, debe mostrar nuevas y mejores soluciones Lluís Carreras, al que se notó impotente para variar la deriva del partido el pasado domingo (cosas que, sin embargo, sí consiguió hace dos semanas frente a la SD Huesca y en inferioridad), deben llegar refuerzos que suplan las carencias de una plantilla mermada por las lesiones, deben mejorar, y mucho, algunos jugadores clave para el equipo con Pedro e Hinestroza a la cabeza, aunque no en solitario… En definitiva, debe haber en muchos de los aspectos deportivos una auténtica catarsis, cuando no una verdadera revolución.
El Real Zaragoza viene demostrando una preocupante falta de control de los partidos, ya sea la SD Huesca o el Numancia quien esté enfrente, nunca parecen los blanquillos ser dominadores del juego; claro que esto se hace muy difícil cuando se aprecian unas carencias más que notables en la creación de juego. Por esto no extraña que Carreras haya solicitado que los refuerzos que lleguen sean principalmente elementos de la línea medular del equipo. Quizás por desconocimiento o por falta de confianza, el técnico catalán no apuesta por dos talentosos jugadores de la Ciudad Deportiva, Tarsi y Sergio Gil, cuya participación en el primer equipo, aunque escasa cuando no testimonial, siempre ha rayado a muy buen nivel; tal vez ha llegado la hora de apostar por ellos. Esta semana, al menos Sergio Gil ya ha empezado a entrenar de nuevo con el primer equipo y ocupa uno de los puestos de la convocatoria.
Y con este panorama de incertidumbre llega a La Romareda el UE Llagostera, pero equipo a domicilio de la categoría, tan solo 1 de los 30 puntos disputados lejos de su feudo, pero que ya sabe lo que es ganar esta temporada en el Municipal zaragozano, aquel 1-2 en Copa del Rey que apeó a los blanquillos de la competición del KO.
En definitiva, aunque no se trate de un partido definitorio para la suerte del Real Zaragoza en la competición, quedará todavía la mitad de ella por disputarse, sí que se trata de un partido en el que debe producirse inexcusablemente una victoria local con la que se cambie la dinámica de manera inmediata y se impida, al menos, que los puestos delanteros de la clasificación se alejen más de lo que ya están a estas alturas y no estemos pensando ya en otra temporada perdida deportivamente con todo lo que ello significaría para el futuro de la entidad.
Por Peterpan
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