A todos los que buscan justificaciones para gritar uh-uh-uh en La Romareda, hay que decirles claramente que, si no son capaces de ver que es un grito racista y que está mal, por lo menos que se den cuenta de que con este grito lo único que consiguen es perjudicar al club, con un cierre de campo o quizá algo peor. Se habla incluso de que en el futuro pueda aplicarse el descenso de categoría. Si esta gente se empeña en perjudicar al club y al resto de los aficionados, sólo pueden ser calificados de antizaragocistas.
El 1 de octubre de 2006, en el partido Real Zaragoza-Levante correspondiente a la jornada 5 de la Liga española en su temporada 2006-2007, se ha vivido el último capítulo del serial por entregas «Gritos racistas en La Romareda».
Con el resultado a favor del Levante, algunos de sus jugadores trataban de perder tiempo. En un cambio, uno de sus jugadores negros se volvió para aplaudir a sus aficionados y así perder algunos segundos más. Esto fue interpretado por parte de nuestra afición como una provocación, y algunos creyeron llegado el momento de emitir el ya tristemente famoso grito gutural: «uh-uh-uh».
El árbitro pidió entonces al Delegado de Campo que se solicitase por megafonía a la afición que cesara en esos gritos, a lo cual respondió la grada con unos tremendos abucheos que nos dejan en muy mal lugar como afición. Después Teixeira Vitienes reflejó lo ocurrido en el acta y está por ver qué medidas se toman ahora contra el Real Zaragoza, habida cuenta de que somos reincidentes.
Y es que este no es el primer capítulo de este serial. El más conocido se vivió sin duda la temporada pasada, en la visita del F.C. Barcelona, cuando un grupo de energúmenos decidió que una buena manera de tratar de «desconcentrar» a Eto’o era hacer el gritito en cuestión. El jugador negro del Barça hizo entonces ademán de irse del campo. Aquello soliviantó los ánimos de un sector mayoritario de la afición, que decidió entonces repetir el grito que tanto parecía haber molestado a Eto’o. El resultado es conocido: fue nuestro equipo el que perdió la concentración y el partido, y el Real Zaragoza recibió una sanción y un apercibimiento.
Desde entonces, se han tratado de justificar los gritos diciendo que no son racistas, que su única finalidad es molestar y desconcentrar al jugador, pese a que la realidad es tozuda y el grito se hace en un 99,9% a jugadores de raza negra. Y es normal que un jugador negro se moleste cuando lo que le están intentando decir es que pertenece a una raza inferior, todavía no evolucionada, que se asemeja más al mono que al hombre.
También se ha dicho que el problema no son los jugadores negros, sino únicamente Eto’o, que es uno de los jugadores más antideportivos de la competición, por sus escupitajos a rivales en el campo, por sus insultos a rivales en las celebraciones y por sus polémicas declaraciones y comportamientos de niño rico que le llevan a ser uno de los personajes más repudiados por las aficiones de distintos equipos, pese a lo cual está muy protegido por los periodistas.
Es verdad que Eto’o no puede ponerse como ejemplo de jugador deportivo, ni siquiera como representante y defensor de los derechos de su raza, ya que él no tiene problemas de racismo porque es rico. Pero nada de esto justifica que se le haga de menos por ser negro. Y lo que es más… acabamos de ver cómo ese grito se ha lanzado a otros jugadores que no responden al mismo perfil que Eto’o.
Debemos recordar además otros episodios anteriores, como la Supercopa de Europa que jugamos contra el Ayax en 1996. Los gritos racistas ya provocaron entonces el malestar de Van Gaal. También entonces se cargaron las tintas contra Van Gaal por querer perjudicar al Real Zaragoza. Lo mismo que se hace ahora con Eto’o.
Y como hay que pensar en cualquier cosa para justificar lo que está pasando y no reconocer nuestros propios errores, recurrimos al agravio comparativo.
Decimos que en otros campos también se emite este grito y no pasa nada. Y es verdad que no se le presta tanta atención. No cabe duda de que el episodio con el Barcelona dio una resonancia especial a nuestro caso y ahora estamos en el ojo del huracán. Por supuesto, este grito es injustificable en todos los campos. Unos crían la fama y otros cardan la lana, dicen. Es injusto, es verdad. Pero me parece que la solución no es que Agapito y Bandrés hagan de policías y denuncien al resto de los campos donde ocurren estas cosas. ¿Qué queremos, que vayan por ahí de chivatos, diciendo «señorita, señorita, ese niño también ha gritado»? Con esto sólo vamos a conseguir la enemistad del resto de los clubes.
Decimos entonces que en algunos campos también a nuestros jugadores negros les hacen el grito racista, o bien ofenden a la Virgen del Pilar, o peor aún, nos gritan «Eta, mátalos». Todo esto está muy mal, por supuesto que sí. Y en estos casos sí que Agapito y Bandrés deberían pegar un puñetazo en la mesa, y denunciar los agravios directos contra nosotros. Esto es exigible. Tan exigible como que nosotros no nos comportemos de la misma manera que nos parece tan criticable en los demás y que queremos denunciar.
Es evidente que la gente grita barbaridades en todos los campos de España. Se menta a la madre del árbitro, se alude de forma desconsiderada a la supuesta condición homosexual de los jugadores, etcétera. Estas cosas también están mal, pero la gente está acostumbrada. Sin embargo, hay cosas para las que la gente está muy sensibilizada. Sabemos que el racismo ha causado y causa mucho derramamiento de sangre y muchos conflictos sociales y ante el aluvión de inmigrantes que recibe Europa, cualquier comportamiento que induzca al racismo es mirado con mucha preocupación. En el fútbol es algo que ahora mismo se mira con lupa. Y esa gran lupa está fija sobre el Real Zaragoza.
Por eso, a todos los que buscan justificaciones para el uh-uh-uh en La Romareda, hay que decirles claramente que, si no son capaces de ver que es un grito racista y que está mal, por lo menos que se den cuenta de que con este grito lo único que consiguen es perjudicar al club, con un cierre de campo o quizá algo peor. Se habla incluso del descenso de categoría. Si esta gente se empeña en perjudicar al club y al resto de los aficionados, sólo pueden ser calificados de antizaragocistas.
Por Poyet11.
4/10/2006.- Finalmente, el Real Zaragoza no será sancionado por los incidentes del partido contra el Levante. Afortunadamente, Teixeira Vitienes no reflejó en el acta a quién iban dirigidos los uh-uh-uh. Por este motivo, el Comité de Competición ha determinado que no se puede establecer que fueran gritos racistas. Este pequeño truco legal nos ha permitido salir con bien esta vez, pero más nos vale frenar esta clase de comportamientos que en el futuro pueden crearnos graves problemas, sobre todo cuando la UEFA y la FIFA endurezcan las sanciones. |
Comentarios