Análisis del Girona 1 — 4 Real Zaragoza

Análisis del Girona 1 — 4 Real Zaragoza

Épico triunfo del Real Zaragoza. Una remontada histórica que llevará al equipo a jugar la final del playoff de ascenso a la Liga BBVA. El equipo de Popovic volvió a ser superior al Girona, pero esta vez las ocasiones se convirtieron en goles. El esquema de los carrileros se consolidó con una gran actuación de Rico y Fernández, acompañado por un juego interior con gran criterio y, sobretodo, por una demostración de lucha y ganas. Estamos a un paso del sueño.

Planteamiento inicial

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Sin nada que perder, el Zaragoza partió de inicio con el sistema de tres centrales de nuevo. El resultado engañoso cosechado en la ida no debía ocultar la superioridad del Zaragoza a lo largo del encuentro, especialmente en la primera mitad. Rubén cedía su sitio a Cabrera, que se colocaba a la izquierda de Mario.

El otro cambio era el de Bono por Whalley, que volvía al banquillo tras el error que tuvo en el partido de ida. La pareja formada por Galarreta y Dorca intentaría volver a gobernar el partido, mientras que arriba se repetía el tridente de los últimos partidos con Pedro, Eldin y Willian José en punta.

Presión intensa y recuperación rápida

Para poder intentar obrar el milagro el Real Zaragoza tenía claro que necesitaba el balón. Con esa intención y ayudado por un Girona que parecía no estar dentro del partido, el Zaragoza buscó robar rápidamente el esférico cada vez que lo perdía. Pedro, Eldin y Willian José se emparejaron con los tres centrales locales a la hora de presionar.

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Ante la presión zaragocista el Girona se vio obligado a atacar con balones largos. Mata buscaba desmarcarse a la espalda de los centrales, pero un Cabrera excelso en el balón aéreo y la velocidad de Vallejo y Mario al corte impidieron que el balón llegara a zonas peligrosas, salvo en despistes de los propios centrales. Felipe Sanchón, que si podía haber hecho más daño con su movilidad, prefirió moverse por la zona entre líneas, buscando recibir en corto pero sin llevar peligro.

Superiores por dentro

El Zaragoza consiguió tener posesiones más largas y fructíferas que su rival gracias a la superioridad que consiguió por dentro. El Girona plantó tres hombres en el centro del campo. Doca y Galarreta parecían inferioridad, pero contaron con la ayuda y la movilidad de Eldin y Pedro. Partiendo desde la banda, ambos se aprovecharon de los espacios que dejaban a su espalda los tres centrocampistas locales.

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Con esos movimientos fuera-dentro de Pedro y Eldin ayudaron a crear dudas en los locales. Los centrales del Girona dudaban a la hora de salir y perseguirlos o quedarse en su puesto. Con Galarreta y Dorca acertados igual que en la primera mitad de la ida, el equipo tuvo más balón que su rival y en zonas muy peligrosas. Los dos mediocentros fueron los encargados de iniciar y distribuir horizontalmente, mientras Eldin y Pedro se encargaron de verticalizar. La otra opción para el Zaragoza de aprovechar ese espacio llegó con un Willian José soberbio en el juego de espaldas, en el giro y en la descarga, con mucha más rapidez que otros días a la hora de ejecutar sus acciones.

Balón parado letal

El Zaragoza no ha sido un equipo muy peligroso en el balón parado a la largo de la temporada, pero en esta eliminatoria ha cambiado esa dinámica. Pedro no parecía un gran lanzador y apenas se había mostrado trabajo en la estrategia. Sin que lo segundo parezca haber cambiado, el equipo ha llevado muchísimo peligro en los dos partidos de esta forma.

En la ida fueron Rubén y Dorca los que se encargaron de rematar los lanzamientos de Pedro, y solo los reflejos de Becerra impidieron el gol zaragocista. En esta ocasión el meta no pudo hacer nada para evitar la superioridad mostrada por Willian José, Cabrera o Dorca en el juego aéreo. Los tres primeros goles llegaron en tres faltas y parece una arma a tener en cuenta de cara a los partidos frente a Las Palmas.

El partido de los carrileros

Pero si hubo dos protagonistas en este partido heroico fueron los carrileros. Rico en una banda y Fernández en la otra, ocupando todo el largo del campo y siendo determinantes en el resultado. Las tres faltas que desembocan en los tres primeros goles fueron hechas sobre Fernández (las dos primeras) y Rico (la tercera). Y el cuarto gol significa la consolidación del esquema que mejor le viene a ambos jugadores, que potencia sus virtudes y esconde sus defectos.

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No solo dieron amplitud y profundidad, sino que leyeron muy bien las jugadas. Cuando un lateral recibía un balón abierto en una banda, el otro se cerraba para buscar zona de remate, tal y como se vio en el cuarto gol. El empuje de ambos en ese último gol representa el milagro del Zaragoza, que creyó y que tiene la oportunidad de seguir soñando.

Las ganas de los jugadores, sin excepción (Gran trabajo defensivo de Willian José o Eldin), se juntó con una lectura del final del partido genial, de la mano de Eldin especialmente. La final del playoff es un hecho, pero ya nadie duda que este equipo puede y debe luchar por ascender. El 1-4 en Girona es la mejor campaña de motivación para jugadores y afición. Las Palmas fue superior al Zaragoza en liga, pero ya ha quedado demostrado que en estos playoff poco importan tus méritos anteriores. Dos partidos para soñar, dos partidos para tocar la gloria.

Fuente de las imágenes: C+
Artículo publicado originalmente en vavel.com

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