Análisis del Osasuna 0 – 1 Real Zaragoza
Cuatro victorias, doce puntos de los últimos doce, nueve goles a favor y cero encajados. El Real Zaragoza consiguió un triunfo en El Sadar que es mucho más que tres puntos, significa mantener una dinámica positiva y un golpe anímico para todos los jugadores y aficionados blanquillos. Volvimos a ver al Real Zaragoza sólido de los últimos encuentros, más impreciso con balón, pero que venció con oficio y sacrificio.
Planteamiento inicial
La sanción por acumulación de tarjetas de Rico y las lesiones de Álamo y Jaime obligaron a Ranko Popovic a realizar cambios en el once inicial. En la parcela defensiva, con Bono manteniendo su puesto en la portería, fue Leandro Cabrera el que pasó al lateral zurdo, dando entrada así a la vuelta de Mario en el eje de la zaga, junto a un Vallejo espectacular.
En la parte de arriba, Ruiz de Galarreta se colocó en la mediapunta, haciendo que Eldin pasará a la derecha, la posición en la que peor se le ha visto de las tres de la mediapunta, pese a que su calidad se dejó ver en las escasas apariciones que realizó. Pedro se mantuvo en la izquierda y la punta de ataque fue para Borja Bastón.
Presión intensa
Había sido una de las características más destacadas del equipo jugando en La Romareda, pero lo cierto era que fuera de casa la presión que realizaba el Real Zaragoza era menos intensa, especialmente cuando pasábamos el minuto 20 de la primera mitad. Esta vez el equipo apretó a Osasuna durante toda la primera mitad, manteniendo una presión alta y conjunta y provocando muchos problemas a Osasuna para salir con el balón jugado.
En ese aspecto, fue importante que Pedro cubriera la banda derecha, ya que fue el lugar por donde Osasuna buscó salir, debido a que su centro del campo, con el doble pivote Nekounam – Loé , se vio superado en todo momento por la presión. Las apariciones de Sisi y la organización de sus jugadores les permitieron tener una salida por ese flanco derecho.
La salida de balón de Osasuna
Y es que cuando Osasuna buscó salir desde atrás, el equipo abandonaba ese 4-2-3-1 para formar con lo que por momentos era una defensa de tres centrales. Loé retrasaba su posición para colocarse como central diestro, dejando la zona central a Miguel Flaño y la posición de central zurdo a Vujadinovic. Con esto, Osasuna se protegía ante una posible pérdida (a no ser que fuera de uno de estos tres hombres como en el gol) y permitía a sus laterales (Sisi y Javi Flaño) ganar altura.
El flanco preferente, como se ha comentado con anterioridad, fue el derecho, debido a las habilidades de Sisi respecto a la de Javi Flaño. Además cuando Merino, más influyente a la hora de organizar, retrocedía para apoyar en la salida lo hacía a la derecha de Nekounam. Por su parte, Roberto Torres buscó zonas interiores a lo largo del partido.
El Zaragoza en ataque estático
A la hora de atacar, tanto con espacios como en estático, el Zaragoza volvió a basarse en los movimientos de sus jugadores de ataque, aunque esta vez prácticamente todo el dinamismo recayó en Pedro, ya que Ruiz de Galarreta y Eldin estuvieron menos participativos. Galarreta buscó apoyar en la salida de balón bajando para juntarse con Dorca y Basha, pero Eldin apenas tuvo un par de intervenciones resueltas con éxito, que llegaron cuando el bosnio arrancó hacia dentro y que, no obstante, fueron dos intervenciones de mucha calidad y que pudieron ser decisivas.
El que no deja de crecer como jugador es Pedro Sánchez. El extremo se siente agusto en la banda izquierda y su partido de ayer fue culminado con una jugada que tiene todos los elementos que le definen, y que además terminó en el gol de la victoria zaragocista. Pedro, gladiador sin balón, recuperó un balón, lanzó un regate con inteligencia y velocidad y supo tener el temple para poner un pase atrás, una asistencia de lujo. Mientras todos resbalaban con el hielo de El Sadar, Pedro patinaba con estilo.
La influencia de Pedro fue tan grande que sus movimientos hacia dentro o al espacio en profundidad atraían a los rivales. Sisi, Kodro o Loé tenían que ir a taparlo, debido a la habilidad del extremo para desplazarse de forma constante. Fue Pedro el que tuvo la capacidad de romper cuando la defensa de Osasuna estaba organizada. Los espacios que creaba en la banda no fueron aprovechados por un Cabrera cuya mayor virtud no se encuentra en la parcela ofensiva.
Las dos caras de Sisi
Sisi fue el jugador que más protagonismo tuvo en las filas de Osasuna. En ataque se mostró profundo, ofreció alternativas y fue la principal salida para los locales. Sin embargo en defensa se convirtió en un caramelo para un Pedro en estado de gracia y para los movimientos del Zaragoza.
Las ofensivas del jugador rojillo suponían un gran espacio a la espalda del lateral, que no siempre eran cubiertos por Loé. La mala colocación de Sisi permitió que Pedro tuviera un carril en el flanco izquierdo, que fue más aprovechado en la primera mitad.
Pero pedro no fue el único que se benefició de la mala colocación de Sisi. Borja Bastón, que ya se mostró muy móvil en el último encuentro, tendió a irse hacia la banda izquierda, donde los movimientos interiores de Pedro conseguían arrastrar a Sisi y dejarle espacio al delantero zaragocista.
A la hora de atacar Sisi llevó mucho peligro por la banda derecha. Superior en los uno contra uno a Cabrera por su velocidad, el uruguayo necesitó las ayudas de Pedro y Dorca para evitar que el jugador de Osasuna le sobrepasara. Al Zaragoza le benefició, por otro lado, la mala lectura de Kenan Kodro, que no acertó a la hora de realizar movimientos, como ofrecer una salida doblando a Sisi.
Osasuna en la 2ª parte: potenciar con Cedrick
En la segunda mitad, el Real Zaragoza bajó sus prestaciones ofensivas considerablemente. El equipo de Popovic cedió terreno a cambio de cerrar espacios atrás y ganar en solidez defensiva, mostrándose contundentes en todo momento.
En busca de cambiar el panorama de la primera parte, Osasuna puso a Cedrick sobre el césped en sustitución de un desacertado Kodro. El congoleño se colocó más centrado, buscando aparecer por sorpresa y aprovechar la espalda de Cabrera. Esa combinación de las subidas de Sisi y las diagonales de Cedrick potenció la banda derecha.
Para conseguir aprovechar las acciones en banda diestra, que acostumbraban a terminar en un centro de Cedrick, Osasuna buscó cargar el área con muchos jugadores en zona de remate, con José García, Nino, Roberto Torres y Nekounam o Merino, aunque la falta de centímetros se notó y dio ventaja a los defensores zaragocistas.
Sólido Zaragoza
Más impreciso con balón que en otras ocasiones, el Zaragoza tuvo que encomendarse a su solidez y contundencia en zona defensiva. Las líneas se retrasaron y las ayudas de los extremos aumentaron. Osasuna buscó aproximarse a la portería zaragocista con movimientos dentro-fuera de Cedrick y José García. Cabrera se cerró para proteger los balones colgados, y Vallejo creció, convirtiéndose en un auténtico muro, inquebrantable y demostrando que también es un lujo a la hora de defender en las cercanías del área.
El Zaragoza consiguió ganar cuando su poderío ofensivo no fue tan grande como en otras ocasiones, cuando las imprecisiones rondaron al conjunto blanquillo. Gracias a una gran defensa liderada por Vallejo y mejorada con la vuelta de Mario, el equipo se lleva la primera victoria de estos tres partidos consecutivos que afronta fuera de casa.
Fuente de las imágenes: C+
Artículo publicado originalmente en vavel.com
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