Análisis del Real Zaragoza 1 – 0 Numancia
Tras cuatro partidos sin conocer la victoria el Real Zaragoza al fin logró llevarse los tres puntos en su encuentro frente al Numancia. Mejoría significativa del conjunto de Popovic, que recupera la sexta plaza antes del decisivo encuentro frente a la Ponferradina.
Planteamiento inicial
Tras los experimentos ante el Betis, Popovic volvió a colocar a Fernández como lateral diestro titular, haciendo que Vallejo pasara a su sitio natural en el centro de la zaga. Si se mantenía Cabrera en la banda contraria, tras haber sufrido mucho en el partido anterior. Popovic volvía al 4-2-3-1 con Insa y Dorca en el doble pivote y Galarreta por delante, mientras que los tres hombres de ataque eran, de nuevo, Jaime, Pedro y Borja Bastón.
Numancia: presión e intensidad
Desde el principio del partido hasta el final, el Numancia no dejó de apretar al Real Zaragoza. La línea de centrocampistas se situó muy cerca de un Julio Álvarez con libertad y de Sergi Enrich, con los dos volantes de banda cerrados para ejercer presión en la zona central, por donde el Zaragoza intentaba salir.
La presión empezaba en los centrales zaragocistas, pero se focalizaba principalmente hacia los dos centrocampistas, Insa y Dorca. Cada vez que uno de ellos recibía el balón, se veía rodeado de jugadores del Numancia, lo que les obligó a moverse bien para poder recibir y a tocar con rapidez, en pocos toques, para poder zafarse de esta presión que propuso el conjunto visitante.
Las soluciones del Real Zaragoza
Esta presión provocó que prácticamente no hubiera centro del campo a lo largo de la primera mitad. El Numancia buscaba el robo y hacerle llegar rápidamente el balón a Julio Álvarez en posiciones ventajosas, para que fuera el que hilara las jugadas, saltándose el paso intermedio con Pedraza e Íñigo Pérez.
Realizar la presión con la intensidad con la que lo hizo el Numancia no garantiza, sin embargo, que ésta sea correcta. El Zaragoza supo leer muy bien las debilidades del equipo visitante y tomó muy buenas decisiones en todas las zonas del campo, excepto en el área del Numancia.
El Numancia juntaba mucho las líneas del centro del campo y la delantera, pero la línea defensiva no acompañaba en este achique, creando un espacio importante entre líneas. Si los centrocampistas podían tocar rápido era más fácil hacer llegar el balón a los jugadores de la mediapunta. En ese aspecto fue muy importante un inquieto Pedro, que apoyó bajando a recibir para sacar la pelota turnándose con Galarreta. El extremo arrastraba una y otra vez a su lateral, Kader, que le marcó muy encima y terminó muy descolocado durante toda la primera parte.
Bandas diferentes
Al margen de por su forma de jugar, la razón por la que Pedro se movió tanto en la fase de creación del Zaragoza fue la poca salida que tuvo el equipo en esa banda. Con Cabrera de lateral, que apenas se prodiga en ataque como apoyo o en subidas esporádicas, fue Pedro el que se tuvo que colocar en esa zona para poder facilitarle la tarea a Dorca e Insa.
Como Kader siempre seguía a Pedro, todos los desmarques de apoyo a los mediocentros de este se convertían en la opción más efectiva para abrir huecos en la banda izquierda. El Zaragoza, y en concreto Borja Bastón, no terminaron de aprovechar ese espacio. En la banda derecha del Zaragoza el equipo fue totalmente diferente. Fernández sí que aprovechó su velocidad para sumarse al ataque y en esa banda fue Jaime el que mantuvo abierto el campo, buscando siempre la profundidad y siendo superior a su par en el uno contra uno. Vimos en más de una ocasión como Pedro, sin mirar, lanzaba un balón largo hacia la otra banda, sabiendo que Jaime iba a estar esperando ese balón abierto y en ventaja.
Julio Álvarez en la base
En la segunda mitad cambió el partido. Si en la primera mitad el mediocampo había desaparecido para ambos equipos, en la segunda tuvo mucha más importancia. El Numancia consiguió posesiones más largas en esa zona del campo, gracias principalmente a Julio Álvarez, que retrasó su posición.
Cada cambio realizado por Anquela le otorgaba más responsabilidad al 10 del Numancia, que terminó cargando con prácticamente todos los ataques de su equipo, actuando como eje mientras los demás compañeros le daban diferentes opciones, en corto y en largo. El peso que cogió Julio Álvarez permitió que los visitantes sumaran más jugadores en ataque, lo que hacía que cada vez que el balón fuera banda se pudiera cargar el área y buscar la segunda jugada. El riesgo fue que estos cambios facilitaron la transición ofensiva del Zaragoza tras robo, con varias contras que pudieron acabar en gol.
Julio Álvarez no es un especialista a la hora de robar, lo que permitió que el Zaragoza no tuviera prácticamente oposición cuando robaba en esa zona. El cambio de Álamo por Insa fue positivo, con Pedro por dentro y Álamo y Jaime por fuera, el equipo tuvo a dos extremos más pegados a banda, estirando al equipo y haciendo que el esfuerzo del Numancia para replegar fuera mayor. Sin embargo las malas decisiones, especialmente en los últimos metros, impidieron al Zaragoza sentenciar el partido.
Esta importante victoria llega en un momento crucial, justo antes de la visita a la Ponferradina, donde probablemente el Zaragoza se juega mucho. El calendario favorece, a priori, a los de Ponferrada, por lo que la victoria se antoja vital, y el equipo de Popovic no debería conformarse.
Fuente de las imágenes: LaSexta
Artículo publicado originalmente en vavel.com
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