Análisis del Elche 2 – 1 Real Zaragoza
Análisis del Elche 2 – 1 Real Zaragoza
Segunda derrota consecutiva de un Real Zaragoza que pierde terreno en la clasificación y que deja patente, de nuevo, un serio problema de cara al gol. Esta vez Ángel si tuvo ocasiones pero no estuvo acertado. El cambio de esquema mejoró aspectos como la salida de balón, pero sobretodo el rendimiento individual de jugadores como Pedro y, especialmente, Ros.
Planteamiento inicial
Cambio de esquema de Carreras que abandonó el 4-3-3 para optar por un sorprendente 4-4-1-1. Ros y Dorca actuaron como doble pivote, mientras a su altura se colocaban Lanzarote en la banda derecha y Culio en la izquierda. Pedro quedaba como enganche y Ángel como referente ofensivo. En la línea defensiva, el técnico zaragocista volvía a optar por la fórmula de colocar a Rico de central y a Abraham de lateral izquierdo.
El doble pivote y la mejoría de Ros
Uno de los principales puntos de conflicto del juego del Real Zaragoza había residido en sus dificultades para tener una salida de balón fluida, ya que todos los equipos tapaban al jugador que ocupaba el puesto de pivote (Morán). Con la inclusión del doble pivote, al equipo de Carreras se le ofrecía un contexto nuevo para mejorar en esa fase del juego.
Y funcionó, al menos durante los primeros 20 minutos. El Elche probablemente no esperaba el cambio de sistema y no supo como contrarrestarlo en un principio. Sus dos hombres ofensivos presionaban a la defensa zaragocista y su línea de medios quedaba demasiado alejada. Aunque uno de los dos jugadores de ataque fuera a presionar a un pivote, el otro siempre podía encontrar espacio con relativa facilidad.
Durante todo ese tramo Dorca y Ros le dieron una salida limpia al equipo, pero de forma diferente. Dorca ofrecía continuidad a través de seguridad en los pases mientras Ros arriesgaba un poco más y buscaba ser más vertical. Dos roles diferentes que permitieron al Zaragoza cierta fluidez en el juego.
Fue Ros uno de los estandartes del equipo. Mientras estuvo bien físicamente corrigió errores propios y ajenos a la hora de defender y fue el principal culpable de los buenos minutos zaragocistas. La actividad de Pedro como mediapunta, donde mejoró mucho las prestaciones que venía mostrando, ofreció una solución factible para sus compañeros del centro del campo. Ros se esforzó por encontrar a Pedro y el equipo consiguió llegar a campo a rival y una buena circulación de balón gracias a ello.
Sin embargo uno de los problemas que encontró el nuevo sistema fue la distribución de los espacios. En más de una ocasión varios jugadores zaragocistas se lanzaban a ocupar el mismo espacio. Culio y Lanzarote tendieron casi siempre a la parte central, y sus desmarques a menudo chocaban con los de Pedro. Por si fuera poco Ángel también acostumbra a bajar a recibir a esa zona, lo que hacía que el equipo se quedará sin ninguna opción de pase más adelantada, cerrándose líneas de pase entre ellos mismos. Esto facilitó la presión del Elche en esa zona, obligando al Zaragoza a buscar a un Ángel que explotó su velocidad para conseguir ocasiones, pero que no estuvo acertado de cara a puerta.
Debilidad defensiva
Sin duda una de los aspectos más preocupantes que dejó el partido fue la debilidad defensiva del equipo. Es cierto que al ser un nuevo sistema probablemente falten conceptos tácticos por trabajar, pero al Zaragoza le costó demasiado la defensa posicional frente al Elche. Uno de los principales espacios para el equipo local apareció a las espaldas de Lanzarote y Culio, donde aparecieron los laterales o extremos rivales para encarar.
El Zaragoza presionó en muchas ocasiones con un 4-4-2 y era Pedro el que bajaba a ayudar cuando los locales avanzaban con balón. El problema del Zaragoza fue que reculó demasiado a fin de juntar líneas una vez el Elche superaba la primera línea de presión. Esto permitió que los locales tocaran con cierta facilidad en la zona del centro del campo, mientras que si Ros o Dorca salían a ayudar exponían el espacio de su espalda a la movilidad de Sergio León.
En más de una ocasión los jugadores del Elche tuvieron mucho tiempo para pensar con balón, incluyendo la acción del primer gol. Guitián fue el mejor jugador defensivamente, además de estrenarse como goleador, pero el Zaragoza sufrió mucho ante la habilidad de los jugadores rivales en el regate.
Riesgos sin resultado
Ya en la segunda mitad y con el resultado en contra, Carreras buscó la épica y tomó riesgos para conseguir darle la vuelta al partido. La entrada de Sergio Gil por Iza cambió la disposición de los jugadores sobre el terreno de juego. El Zaragoza cerró con tres jugadores atrás (Guitián – Rico – Abraham), y mantuvo el doble pivote formado por Ros y Dorca.
Las bandas quedaron completamente para Hinestroza y Pedro, mientras Sergio Gil y Lanzarote buscaban la movilidad desde la zona de mediapuntas, quedando primero Ángel y después Dongou como delantero centro. Los riesgos llevaron al equipo más cerca del área rival, pero a la vez provocaron que cada fallo costara prácticamente una ocasión de gol rival.
Finalmente el equipo no encontró resultados y se marchó con una derrota dura. Los resultados del resto de la jornada acompañaron, pero lo que debe hacer el Zaragoza es mejorar las sensaciones que transmite sobre el campo y volver a la senda del triunfo.
A destacar: La actuación de Ros en el doble pivote. Defensivamente es un jugador muy trabajador y tiene capacidad para corregir los errores de sus compañeros. Con balón mejoró la salida de balón que venía ofreciendo el equipo y se mostró muy vertical. Cuando el equipo le acompañó el Zaragoza vivió sus mejores minutos.
Fuente de las imágenes: LFP y Canal+
Artículo publicado originalmente en vavel.com
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