Análisis del Real Zaragoza 0 – 1 Nàstic Tarragona

Análisis del Real Zaragoza 0 – 1 Nàstic Tarragona

Análisis del Real Zaragoza 0 – 1 Nàstic Tarragona

El Real Zaragoza sufre una dolorosa derrota, sobre todo por la forma en que se produjo. Los de Carreras fueron superiores al Nástic de Tarragona, que se vio favorecido por la actuación arbitral. El Zaragoza aprovechó las bandas y dio un paso adelante en la segunda mitad, pero le faltó, como casi siempre, más mordiente en el área rival.

Planteamiento inicial

Imagen 1

La anulación de la sanción a Dorca permitió alinear al centrocampista en el once inicial y repetir con el trío Morán-Dorca-Ros, con los dos primeros actuando de doble pivote y Ros por delante. El resto del once fue el esperado, con Hinestroza y Lanzarote en las bandas y Ángel repitiendo como delantero centro titular.

Atasco en el centro

Real Zaragoza y Nástic iniciaron el partido como la tabla dejaba entrever, como dos equipos muy igualados. Sin ninguno de los dos queriendo llevar el ritmo del partido, las transiciones rápidas se sucedían, algo que parecía beneficiar más al Real Zaragoza. Los visitantes trataban de asentar a su equipo en La Romareda mediante posesiones más largas, con un doble pivote formado por Madinda y Tejera que trataba de mantener el balón en su poder.

Sin embargo, el Real Zaragoza parecía cómodo en ese contexto, ya que el Nástic apenas podía superar su estructurado sistema defensivo, con un triángulo en el centro del campo que imposibilitaba las combinaciones del rival entre líneas. A partir de los robos en esa zona, el Zaragoza salía con Lanzarote, Ángel e Hinestroza lanzando desmarques y llevando mucho peligro, acumulado en las botas de un hiperactivo Lanzarote.

Imagen 2

De esa forma el Nástic tuvo que buscar las individualidades de Emaná y Naranjo para poder crear peligro. Ambos alternaban la punta de ataque con el extremo izquierdo para tratar de encontrar balón. De sus desmarques y toques interiores nacieron los mejores minutos del Nástic, en los últimos 10 minutos de la primera mitad.

Explotar las bandas

Cuando el Zaragoza iniciaba las jugadas, la circulación por dentro resultaba casi imposible con un Nástic que parecía tener mucho más claro cómo actuar a nivel defensivo que con el balón. Las vigilancias sobre los tres centrocampistas hicieron que Morán y Ros apenas aparecieran, mientras Dorca tuvo más participación. Es reseñable la actuación de un Ros que estuvo en todas partes con su movilidad y que aun así no pudo interactuar con el balón de forma continuada.

Con esa acumulación de hombres por dentro y ese sistema de ayudas donde los hombres de banda se cerraban mucho, al Zaragoza se le abrió la opción de explotar el juego por banda. Las parejas Rico-Hinestroza y, especialmente, Isaac-Lanzarote, ganaron en presencia respecto a otros partidos. Primero por derecha y luego por izquierda, el Zaragoza conseguía llevar el balón a zonas cercanas al área rival.

Imagen 3

El problema llegó a la hora de finalizar las jugadas. El Zaragoza llegaba, pero no mordía, dando la sensación de que solo una genialidad de Lanzarote o un balón muerto que pudiera cazar Ángel podría resolver el encuentro a favor de los blanquillos, al margen de alguna acción a balón parado. Pese a los intentos zaragocistas y alguna muy buena oportunidad, el encuentro se marchó al descanso con más igualdad por la mejoría del Nástic en el tramo final de la primera parte.

Paso adelante

Ya en la segunda mitad el Real Zaragoza sufrió un cambio a mejor. La igualdad de la primera mitad se rompió a favor de los locales, que adelantaron su presión y trataron de incomodas a unos centrales a los que prácticamente no habían presionado en la primera mitad. El Nástic se echó para atrás, con muchos hombres cerca de su área, lo que permitió que Morán tuviera más espacios para entrar en juego y la circulación mejoró ostensiblemente.

Imagen 4

El Nástic parecía concentrado en defender el resultado y buscar alguna genialidad de sus hombres más importantes, y entre tanta acumulación de hombres aparecieron Isaac y Rico como hombres más abiertos, asegurando la amplitud y llegando a zonas adelantadas, donde el Zaragoza seguía sin mordiente. Carreras introdujo a Diamanka para tratar de ganar en llegada, pero ni él ni Dongou sumaron demasiado.

Imagen 5

Al final la genialidad del Nástic la tuvo el colegiado, y cuando tuvo su oportunidad de empatar Lanzarote lanzó arriba una pena máxima condicionada por la actitud de los jugadores visitantes. El Zaragoza se aleja y olvida y del ascenso directo, pero no levantarse ahora podría suponer caerse también del playoff. Aunque sea un golpe duro, el Zaragoza debe levantarse cuanto antes, la vía larga también puede llevar al ascenso.

Fuente de las imágenes: LFP y Canal+
Artículo publicado originalmente en vavel.com

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