Arriba los compañeros Adiós, Primera División. Hola, Infierno. Lo hemos conseguido. Ya somos equipo se Segunda. Ayer no se ganó al Atleti y además La Romareda estalló. No mostró indiferencia, animó al equipo y expresó su repulsa hacia Agapito, pe
La Milla Verde El Benito Villamarín ha adoptado, por un par de horas, la fisonomía del Estado de Oklahoma, por el que se ha desplazado un devastador tornado blanquiverde que ha arrasado todo lo que se ha encontrado a su paso. El Real Zaragoza, es decir.
Llamando a las puertas del infierno No hay suficientes lágrimas para amortiguar el dolor de la derrota de esta noche. Una derrota aguada por la inexperiencia de un equipo que lo tenía todo de cara para cerrar favorablemente la jornada pero que se encuen
Otra noche incurable La gota fría levantina ha cubierto el medio campo zaragocista durante treinta terroríficos minutos en los que ha caído una torrencial tormenta que ha estado a punto de acabar con nuestras ilusiones. Ha sido una primera media hora e
Al borde de nuestro sueño Si uno busca, es más fácil encontrar. Si uno cree, es factible que la fe te provea de recompensa. Si uno lucha, es posible lograr la victoria. Hoy el Real Zaragoza ha buscado, ha tenido fe y ha luchado y estas tres acciones ha
Saber y ganar El Real Zaragoza logró ayer una agónica e imprescindible victoria. En el límite, apurando el poco aire que nos queda, exprimiendo las escasas virtudes que nos adornan y apoyándose en el indesmayable aliento de una afición que nunca mori
Da vergüenza la vergüenza ¿Dónde está el fútbol? ¿Qué canalla delito hemos cometido, dolientes zaragocistas, para merecer tantas puñaladas en el corazón? ¿A qué extraños territorios han ido a parar las delicias que hicieron de nuestro pasado
Garrote vil a la esperanza ¿Alguien sostiene en su memoria alguna sensación parecida a la que nos abruma esta noche? Si es así este cronista agradecerá que ese prójimo benefactor le haga llegar un puñado de palabras con que describir el bochornoso e
Fuego frío, cálido hielo Las piedras ruedan por la ladera del acantilado, después de haber resbalado y haber fragmentado con el talón una roca quebradiza que apenas se agarraba al aire. Al fondo, un salvaje oleaje golpea el pecho de una afición que y
Valiente valentía Apenas Undiano Mallenco pitó el final del partido una sensación de alegría se apoderó de la hinchada zaragocista, que aplaudía con energía a sus jugadores premiando así su esfuerzo y su pundonor. Y no era para menos, pues el Real