Con las manos vacías No estuvo de Dios. En el mejor partido de la temporada, con una primera parte digna de equipo ganador, el Real Zaragoza no logró el triunfo merecido que su juego, su actitud y su generosidad reclamaban. No estuvo de la mano de unos
Rugido y decisión Ver a la Romareda aplaudir a Barkero cuando fue sustituído fue la prueba del algodón. Se demostró, a quien corresponda, que esta afición está huérfana. De fútbol, de cariño, de atenciones. De vida. Por eso comprobamos que no hac
Alma blanca, futuro azul Pocos partidos ha jugado el Real Zaragoza con tantas lecturas como el disputado ayer contra el Spórting. Dinámico, vigoroso, violentado en ocasiones por las acciones dislocadas de los asturianos, excitante e indignante por tanta
Esta plaza es una ruina Mal partido pero peores las consecuencias. Mal juego pero peores las sensaciones. Mal resultado pero peores expectativas. Mal el entrenador y mal los jugadores pero peores los dirigentes y quienes permiten que esta desoladora reali
La Fábrica de la Tristeza (Muesca decepción revolver nueva una el en de la. Maltrechas latigazo agredida piedad maltratada ilusiones nuevo un las a humillada sin y afición deshilachadas una de). ¿Se imagina, amable lector, que este escribano presentas
Califas en la niebla El presente es horrendo, el futuro paupérrimo y el horizonte curvo como el terreno de juego de Oliver y Benji pero nada de eso importa si una canilla oportuna se interpone entre la bota de un jugador zaragocista y la grada del Ligall
Creer que creemos Después de cuarenta y cinco minutos doblados por la mitad, a medio camino entre el temblor y la incertidumbre, reconozco que al poco de comenzar la segunda parte sentí estupefacción por el gol logrado por Roger. Todo en muy poco tiemp
A media sonrisa Victoria por un gol. Gol de Victoria. Gol que nos trae tres puntos y victoria que permite continuar respirando el poco aire que corre por la Romareda. Todo un contrasentido, si sabemos del violento cierzo que azota el valle del Ebro en gen
Aceituneros altivos, olivareros caídos El grado de putrefacción de este equipo llamado Real Zaragoza (que ya es ofensa que estos futbolistas ostenten semejante honor, no se crea usted) es de tal magnitud que resulta casi imposible imaginar que pueda seg
No se puede, no se sabe, no se quiere El alma blanca y azul, hecha amalgama de jirones ensangrentados, cubrió el césped de la Basílica mientras la noche lloraba después de otra dolorosa derrota que el equipo mereció sin posibilidad de explicación. T