Silencio, oscuridad, fin Se acabó. Gol de Nino en el minuto 81 y fin del sueño. Ni Ros, con su penalty fantasía, consiguió amortiguar el dolorosísimo zarpazo del veterano jugador del Elche. El temido delantero del que todos hablábamos los días prev
A media voz Jonathas le propinó una soberana coz al futuro cuando, desquiciado por el impecable trabajo de El Yamiq, le asestó una brutal patada al marroquí. La justa tarjeta roja distorsionó el partido. En principio, con viento favorable al Real Zara
El cobijo del triunfo Puedo escribir esta noche la crónica más extraña. Puedo escribirla porque esta página en blanco aún tiene el calor de la invitación y porque por mucho que sea odiosa la noche siempre hay alguna luz, aunque no queramos. El parti
Es profunda la miseria Acabo de recoger una camiseta “avispa” del suelo. Lleva el número 26. Huele a café y a ira, a sal de mar y a rabia. He limpiado algunas manchas y debajo de ellas he descubierto un hermoso escudo. Es un león rampante de hilo d
¿Sienten vergüenza? El Real Zaragoza recorrió estos días todas las armerías de Aragón en busca del arma con la que pegarse el tiro de gracia en ambos pies. Y la encontró. Da igual dónde. Lo importante es que el disparo fue certero y acabó con las
¿Y si tenemos un MacGuffin? El bajel del Real Zaragoza estuvo muy cerca de la costa de Ítaca, pero finalmente un golpe de mar lo alejó impidiendo que Odiseo besara la arena de la victoria. Dicho de otro modo: poco duró la miel en los labios del zarago
Rayo que agota Con plomo en el alma y óxido en las venas. Así afrontaron los chicos del Zaragoza el partido ante los hijos del Valle del Kas. Y la sangre se hizo barro y el aire se convirtió en polvo desértico, lo que impidió que pudieran galopar con
Ladera abajo Adiós. Por el momento. Adiós al ascenso directo. Adiós al privilegio de vivir en la cúspide. Adiós a mirar por el retrovisor a nuestros rivales. Adiós a las buenas sensaciones. Adiós a la seguridad de nuestra idea de fútbol. Adiós al
El honor en las ruinas Cuando el balón salió camino el pecho de Rafa Mir, el corazón zaragocista se detuvo. Dejó de bombear sangre y todas las acciones de los jugadores blanquillos a partir de ese momento fueron un desastre. La resolución de ese últ
Para aprender de la victoria Si el zaragocismo tuviera rostro me gustaría haber visto qué gesto se dibujó en él cuando Álex Alegría cabeceó diagonalmente en el minuto 7. El monumental sopapo que recibió el equipo blanquillo sacudió las vértebras