Victoriosa derrota Fue la noche perfecta en su imperfección. Perfecta porque la Basílica, esa vieja Dama Blanca testigo de decenas de noches gloriosas, disfrutó de un partido que venció el Zaragoza en el duelo de corazones. Imperfecta porque la Romare
Y el agua es llamarada No es una ilusión vacía: el zaragocismo tiene la sensación de que es el momento de degustar con esmero cada uno de los partidos que se han de jugar desde ahora hasta el final de este largo y tortuoso camino. Porque cada punto es
Nos traemos tu viento El fútbol es mentiroso. O a veces pretende serlo. El partido que ayer disputaron la UD Las Palmas y el Real Zaragoza demuestra que (casi) nada es lo que parece y que no debemos fiarnos de lo que (creemos) ver porque a la menor ocasi
Sobre la niebla, la luz Se dice que Zaragoza es la novia del cierzo, pero también se habla de los amores que mantiene con la niebla. Es una amante fiel bajo cuyo cobijo los zaragozanos hemos vivido mil historias y en cuya memoria guardamos cientos de sue
L‘otro a debantar Hoy es el día después de una derrota enjuta. Quizás por eso me viene a la memoria un canto que reconstruye mi niñez, aquellos años de zaraguayos en los que el himno del Real Zaragoza llevaba por título “Sin reblar”. Quienes s
El país de la esperanza y los sueños En efecto, mister. En esta categoría hay días que no se puede fallar y ayer era uno de ellos. Una jornada para acertar, para vencer y convencer. Y convertir al equipo en un grupo humano, deportiva y afectivamente s
Con oficio y beneficio ¡Qué bueno que viniste, Victoria! ¡Qué suave es el viaje de regreso cuando se ha conquistado una fortaleza tan deseada como Riazor! ¡Y qué necesaria es la alegría cuando se ha dejado atrás un desierto de alambre como el vivi
Estamos hechos de nube Sí, somos nube. Eléctrica, voraz, abundante en la fe, débil cuando se rasga pero siempre con voluntad de volver a construirse. Así fue ayer el Real Zaragoza. Así lo sintió y vivió el zaragocismo. El que vistió las gradas de
Ocasión y victoria El zaragocismo durmió ayer feliz. La victoria lograda ante el Rayo Vallecano supuso un motivo para la alegría y sirvió para restañar las profundas heridas que nos dejó la cruel derrota ante el Albacete hace siete días. Y para com
Cruz de navajas Los cimientos de la Basílica se diluyeron ayer en las lágrimas de una afición que no podía creer lo que estaba viendo. El Albacete, equipo duro, de alambrada y zanja, que no había puesto a prueba a Ratón en todo el partido, se llevó