El error esperaba Una ráfaga de cierzo de madrugada al doblar la esquina de la Gran Vía zaragozana no habría dejado más helado al zaragocismo que el gol de Queipo en el minuto 3. Si a eso le añadimos la estúpida acción de Alarcón dos minutos despu
Triunfo de alabastro Entonces, ¿resulta que el gol existe? Entonces, ¿es verdad que hay jugadores que saben convertir? Entonces, ¿va a ser cierto que cuando los balones llegan al área bien dirigidos, es más fácil lograr la victoria? Sí a las tres p
Llueve tras la lluvia Un espectador hibernado podría haber confundido el primer tiempo del partido entre el Real Zaragoza y el CD Mirandés con la segunda parte del Leganés-Real Zaragoza. Pocas veces este cronista ha tenido más argumentos para extender
Fue un error creer A veces, muchas veces, es difícil comprender la vida. Y a veces, demasiadas veces, es imposible entender el fútbol. El Real Zaragoza venía de firmar un excelente partido ante el Huesca, al que borró del mapa en una memorable noche q
Ya ha llegado la hora Lloró La Basílica. Lágrimas por Luismi, el joven futbolista cuya vida se apagó cuando más luz había en su futuro. Lágrimas que humedecieron el alma del zaragocismo y el oscensismo que ayer se encontraron al amparo de los verso
No quiero acordarme Tan plano como las llanuras manchegas. Así fue el partido que ayer enfrentó al Albacete y al Real Zaragoza y en el que es imposible encontrar tres jugadas, movimientos, acciones o iniciativas dignas de ser consideradas interesantes.
Así vuelves, Victoria Fran Escribá es un hombre fiel a la fidelidad. En las entrevistas ha dicho en varias ocasiones que no suele repetir alineación y ayer lo puso en evidencia. Propuso dos cambios de calado: retiró del campo a los hasta ahora titular
¿Quién dijo gol? ¿Y este es el equipo al que nadie le mete un gol? ¿Este, el equipo revelación que estaba en ascenso directo y era el asombro de la categoría? Sí, señoras y señores. Este grupo, bendecido por la fortuna y la buenaventura, ha encaj
El gol no nos cree Mil balones podrían haber llegado a la línea blanca que separa la gloria de la miseria y ninguno la habría traspasado. No estaba de dios ni del diablo que la noche del sábado el Real Zaragoza obtuviese la victoria ante un alicaído
Víspera de nunca En el monte afilado (Mendizorrotza, en euskera) de Vitoria el Real Zaragoza se dejó los últimos trozos de tela que le quedaban a su deshilachado traje futbolístico. Se enganchó en cada arista, en la punta de cada rama con que se enco