Dos equipos sin destino Si uno hubiera deseado que ganase el mejor no habría podido cumplir su sueño, porque el mejor en El Alcoraz, ayer, fue ninguno, aunque sí podemos estar de acuerdo en quién fue el peor. No diré su nombre, pero en el corazón de
Dame el día que es paisaje El gaucho Giuliano atravesó las llanuras de la Pampa de norte a sur cabalgando sobre el viento. Recogió el polvo que sus contrarios mordieron hasta llegar a la desembocadura de Asier Riesgo. Ahí, en el punto en que el río d
Ocupado en la agonía La laguna de Gallocanta mide 7 km de largo. Pues bien: si colocásemos una portería de punta a punta ya sabemos de qué estamos hablando. Es un comienzo de crónica torpe, lo sé. Burdo, ordinario, pobre. En cualquier caso, acorde c
El gol es una errata Comencemos con una frase sencilla pero cargada de significado: el cierzo que se paseó ayer con insolencia por Zaragoza nos dejó helados, pero no tanto como el juego del Real Zaragoza. Pocas, muy pocas veces hemos sentido el frío
Tres velas para el miedo Es difícil comprender los procesos que se dan en un ecosistema como es un equipo de fútbol para alcanzar cimas inaccesibles y en pocos días rodar por la pendiente del fracaso. Eso solo quien ha vivido en ellos podría acercarno
Los goles hablan Así que el fíutbol consiste en meter goles y que no te los hagan, ¿no es cierto? Si es como parece, el CD Alavés cumplió ayer todos los mandamientos de la ley no escrita, mientras que el Zaragoza se quedó a medio camino en su afán
Con tal de regresar El fotógrafo Reinaldo Coddou confesó una vez: “La foto ideal es aquella que cuenta lo que ha sucedido en un partido entero”. Esa frase es un shot certero sin flash, porque cada palabra es un fogonazo directo al corazón de cualqu
Con Azón herido, corazón partido Pocas, muy pocas veces un partido se quiebra de una forma tan rotunda como ocurrió ayer en La Basílica. Tan solo cuando se produce una expulsión temprana se viven situaciones traumáticas como la que se dio cuando Iv�
El error esperaba Una ráfaga de cierzo de madrugada al doblar la esquina de la Gran Vía zaragozana no habría dejado más helado al zaragocismo que el gol de Queipo en el minuto 3. Si a eso le añadimos la estúpida acción de Alarcón dos minutos despu
Triunfo de alabastro Entonces, ¿resulta que el gol existe? Entonces, ¿es verdad que hay jugadores que saben convertir? Entonces, ¿va a ser cierto que cuando los balones llegan al área bien dirigidos, es más fácil lograr la victoria? Sí a las tres p