Rayo Vallecano 2 – 1 Real Zaragoza | Crónica

Rayo Vallecano 2 – 1 Real Zaragoza | Crónica

Litros de gol

El Valle del Kas resultó ser una cordillera en la que fue imposible hacer cumbre. El pintoresco estadio vallecano fue un escenario hostil para un Real Zaragoza demasiado inocente para una empresa en la que habría hecho falta un punto más de malicia y cuarto y mitad de osadía. Un partido estrecho como las dimensiones del terreno de juego y ante un rival con algunos jugadores que presentan un nivel diferencial necesitaba otro grado de talento que el que mostró el equipo de Natxo, sobre todo en la segunda parte. Y eso, amigo lector, fue lo que propició la derrota.

El entrenador alavés presentó un par de cambios en la alineación. El inevitable de Grippo por Verdasca, suspendido por su amor a las tarjetas amarillas, y la alteración técnica que significó la entrada de Guti por Febas. Natural la primera decisión, un tanto más artificial la segunda. Aun con todo, la primera mitad fue un bonito duelo entre dos equipos que tienen argumentos para ofrecer alegrías a sus hinchadas y eso fue lo que pudimos disfrutar en algunos momentos. Sin embargo, bien se puede decir que la nutrida línea medular zaragocista jugó con todos los frenos echados. La presencia de tres jugadores tan parecidos entre sí como Ros, Zapater y Guti no mezcló bien en un equipo que tiene propiedades más coloristas que lo que ofrecen estos tres gladiadores.

El match vivió un hecho que, con toda seguridad, lo marcó profundamente: a los pocos minutos del comienzo Grippo chocó con su cabeza en la de Ba. El suizo quedó inconsciente y poco después tuvo que ser sustituido por Perone. El equipo vivió unos momentos de desconcierto y en cierto modo acusó el golpe, pues Grippo ofrece unas prestaciones que le hacen mucho bien al grupo, por carácter y corrección táctica.

Con esta circunstancia en la mochila, y en un análisis a partido jugado, tenemos que ser honrados al describir las ataduras con que tuvo que jugar Eguaras. El navarro no encontró en Guti el faro al que está acostumbrado con chicos como Febas, Buff o, incluso, Papu. En ningún momento vio la luz que le guiase en forma de vértice con el que combinar, en sonido amable que guiase una combinación con claridad ofensiva. La repoblación del centro del campo acabó no siendo una buena idea, pues el Rayo, al que había que tenerle un respeto, demostró que es un buen equipo pero también que es endeble si se le quita la pelota y se le juega de tú a tú.

Estoy seguro que el zaragocismo habría preferido perder el partido habiéndole jugado con más descaro al líder, ofreciendo todas sus armas combinativas y haciendo temblar las murallas de Vallecas con más audacia que la que ayer mostró. Por lo menos habríamos mantenido nuestra identidad. Sin embargo, Natxo optó por cementar la medular y rellenar de músculo y potencia esa zona para evitar el asedio, lo que aseguró una buena armadura defensiva pero impidió que las líneas conectase fluidamente entre sí, abocando a Borja a jugar muy solo y desasistido. Así y todo, se llegó al descanso con la portería propia prácticamente incólume y la esperanza de que si se lograba hilvanar dignamente el organigrama, había partido.

Sin embargo, el segundo tiempo comenzó con malas vibraciones. El equipo se echó atrás y aunque dispuso de una ocasión en las botas de Guti, muy pronto se vio que el Rayo iba a manejar el fuego del gol con maestría. El Zaragoza no supo afrontar el juego local con inteligencia, tal y como lo hiciera hace una semana frente al Huesca, casi seguro porque seguía habiendo una enorme desconexión entre la cobertura, la medular y la delantera. En estas, Michel movió ficha e introdujo a Bebé en el campo. Esta decisión fue trascendental, pues el Rayo armó una poderosa estrategia de ataque que acabó por desarbolar al equipo aragonés.

Una jugada en el borde del área muy mal gestionada por la defensa rojilla se resolvió con un disparo de enorme calidad de Raúl de Tomás que taladró la escuadra de Cristian. Un golazo que nos enseñó el camino al sufrimiento. Pero lo peor no fue encajar semejante golazo: minutos después Mikel cometió un grave error que propició el 2-0 en las botas de Trejo. Eso sí fue un bofetón de realidad. Una pena que el partido, que hasta entonces corría por vericuetos esperados al tratarse de un encuentro ante el líder, se fuese por el sumidero de una equivocación de brocha gorda.

Natxo tiró de repertorio y les pidió a Papu y Febas que salieran al verde. Los jóvenes media puntas aportaron frescura y, sobre todo, conexión con el centro del campo. Se evitó el atasco que hasta ese momento había bloqueado el juego zaragocista y se abrieron ciertas líneas de fluidez. Bien porque el Rayo se resguardó en sus cuarteles, bien porque el Zaragoza dio un breve paso al frente, el partido se abrió moderadamente.

No había claridad en el juego, pero por lo menos se merodeaba el balcón de Alberto. Y con un disparo lejano y de poca entidad de Papu llegó el 2-1. Sorprendente, inesperado, pero sirvió para maquillar un resultado que hasta ese momento cerraba todas las puertas. Se ganó un punto, el del gol average. Que puede que no sirva para nada. Que puede que salve algunos muebles.

Derrota, en fin, que amargó el estómago del zaragocismo pero que no debe impedir que el punto de mira siga puesto en dar la batalla en los partidos que quedan. No hay nada perdido; tampoco nada ganado. Lo que sí nos queda es el corazón henchido de una afición, que, sin ninguna duda, va a seguir el camino de la ilusión hasta cerrar las costuras del horizonte.

Ficha técnica

Rayo Vallecano:
Alberto; Baiano (Velázquez, 74′), Dorado, Abdoulaye, Á. Moreno; Beltrán; Comesaña (Bebé, 62′) Trejo, Unai (Cerro, 84′); Raúl de Tomás y Embarba.

Real Zaragoza:
Cristian, A. Benito, Grippo (Perone, 24′), Mikel, Lasure; Javi Ros, Eguaras (Papunashvili, 71′), Zapater; Guti; Borja Iglesias y Pombo.

Goles:
(1-0) 65′ Raúl de Tomás. (2-0) 71′ Trejo. (2-1) 88′ Papunashvili.

Árbitro:
Figueroa Vázquez (colegio andaluz). Amonestó a Trejo (28′), Abdoulaye , Alberto (79′)

Incidencias:
Partido disputado en el Estadio de Vallecas ante 11.951 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 3. Poco trabajo pero muy bien resuelto.
Benito: 1. Cometió errores muy visibles y se mostró irregular.
Mikel: 3. Buen trabajo global, manchado por su mal pase que propició el 2-0.
Grippo: S. C.
Perone: 2. Discreto y fructífero.
Lasure: 3. Luchador y bien posicionado. Contribuyó en ataque.
Eguaras: 2. Cortocircuitado, no encontró conexiones fluidas.
Zapater: 2. Apagado y ocupado en batallas superficiales.
Guti: 2. Demasiado inexacto en su ubicación. No estuvo cómodo en esa posición.
Ros: 1. No ganó balones divididos ni cortó el juego contrario.
Pombo: 1. Desgastado y poco fértil.
Borja: 2. Luchó como siempre, pero remató mal y estuvo muy solo.
Papu: 2. Electrificó un tanto la media punta. Goleó.
Febas: 2. No conectó con limpieza, pero atrajo la atención de los contrarios.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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