Real Zaragoza 2 – 1 R Oviedo | Crónica

Real Zaragoza 2 – 1 R Oviedo | Crónica

Ya empieza el día

Lucía bella la Basílica en la tarde que el sol de invierno vistió de fiesta. En el mejor de los escenarios, bajo una luz de victoria soñada el Real Zaragoza se enfrentó a un Oviedo “made by Anquela” capaz de atragantarle el encuentro al más pintado. Sabido es que los equipos del andaluz son edificios construidos con ladrillos de sudor y vigas de sangre y quien se enfrenta a ellos ya sabe lo que les espera.

Natxo tambiénlo sabía, pero ahora ya se puede decir que el entrenador del Zaragoza ha definido con milimétrica precisión la máquina con la que pretende conseguir los objetivos marcados. Ya sabemos quiénes son los elegidos, ya conocemos la estructura del equipo y ya hemos hecho nuestro el relato del equipo. ¿queda algo más que celebrar? Sí: el furioso gol de Borja, la imperial gestión del partido de Eguaras, la ecléctica labor de Guti, el esforzado trabajo de Zapater y el razonable esfuerzo y buen hacer del resto del equipo.

La primera parte fue un ejercicio de paciencia, oficio y cumplimiento del deber. El Zaragoza tenía delante a un equipo rocoso, hecho con la piel del asturcón, indivisible cuando recibe los embates del enemigo. Tuvo que afrontar una pelea larga y profunda, disputando cada balón con el ímpetu del cierzo y a ello se prestó. Pero también puso encima del césped paciencia, sensatez y cordura.

Para llevar a cabo ese plan contó con el magisterio de Eguaras, maniatado al principio pero terco en su propuesta. No se arrugó ni evitó el trabajo, sino que buscó nuevos lugares, líneas de tránsito diferentes hasta ocupar poco a poco las llanuras de la Romareda. A su lado, dos aragoneses que han entendido muy bien el modelo. Guti, generoso e incansable. Zapater, dispuesto a convertir la vertical en su nuevo dominio.

La defensa cosió bien las incursiones del Oviedo y Cristian solo tuvo que hacer un esfuerzo para desviar un chut cruzado de Aarón después de que Eguaras perdiera un balón en su territorio. Es una de esas acciones que pueden darse por el estilo de juego del Zaragoza, pero el portero argentino volvió a ejercer de gran portero y supo deshacer el peligro.

El atasco en el centro del campo era monumental, pero este equipo sabe esperar y echar agua al azucarillo hasta que este se deshaga. Es lo que diferencia al Real Zaragoza de febrero del de noviembre o diciembre. Es lo que distingue a un equipo rico en ideas de uno pobre en alma. Al no tener Eguaras espacio para deslindar el balón y llevarlo al terreno de Febas, el pequeño catalán decidió retrasar suposición a la búsqueda del balón, lo que ayudó a aclarar algo el paisaje, todavía muy nublado en ataque.

La segunda parte nació con una primera acción de Borja Iglesias que no decide bien al final aunque el peligro se acercó a la portería de Alfonso. Sin embargo, el partido entró en una fase de tosquedad, incluso zafiedad. Máximo respeto, propuesta obstruccionista por los de Anquela e incapacidad del Zaragoza para conectar con sus delanteros gracias a la extremada disciplina defensiva del Oviedo.

Natxo buscó soluciones. Y lo que encontró llevaba el apellido Buff. Eligió al suizo para encontrar la forma de activar la conexión con Borja y la hinchada solo tuvo que esperar cuatro minutos para disfrutar con la cosecha. Eguaras conectó con Buff, quien con un sutil toque habilitó a Borja Iglesias. Este se revolvió, mareó a Carlos Hernández y fusiló a Alfonso. Era el 1-0 y el premio a la constancia, el trofeo a la madurez. Hubo celebración jubilosa en la Romareda y la afición desplegó sus banderas y su ilusión. Un nuevo aire comenzaba a respirarse.

Cuando aún se estaba celebrando el golazo del Panda Pombo recogió un balón en la orilla del área grande, porfió ante nada menos que cinco defensas y consiguió destrozar los nervios de los asturianos, que torpemente introdujeron el balón en propia meta.

¿Qué decir?. Nueva explosión de alegría incontenible. Un 2-0 ante un equipo de Anquela es mucho. Muchísimo. Y dando sensación de seguridad y equilibrio, todavía más. El jienense decidió jugar con todo a ver si lograba amortizar un tanto la dura derrota y tiró de repertorio, dando entrada a Yeboah y Fabrini. Toda la artillería, es decir. El Zaragoza cedió terreno pero el Oviedo no administró bien esa posibilidad. Tan solo a balón parado, algo que ya se sabía, consiguió perforar el arco de Cristian. Era el 2-1, un tanteo peligroso en otros momentos pero que el domingo no supuso motivo de inquietud, habida cuenta que Pombo había dispuesto de una nueva ocasión que podría haber supuesto el 3-0.

Partido para recordar, partido para firmar nuevas ilusiones. Natxo ha encontrado el camino y sus chicos, que son los nuestros, ya son capaces de pintar lienzos de un fútbol razonable y razonado. El descenso se encuentra a varios partidos y el sábado ante el Numancia se disputa un partido de antes y después. El zaragocismo, mientras tanto, disfruta de este momento dulce. Merecido nos lo tenemos.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez, Benito, Grippo, Perone, Lasure, Eguaras, Zapater (Javi Ros, min. 75- Mikel González, min 83), Guti, Febas (Buff, min. 65), Pombo y Borja Iglesias.

R Oviedo:
Alfonso, Johannesson, Carlos Hernández, Forlín (Yeboah, min. 77), Christian Fernández, Mossa, Folch, Rocha, Aarón Ñíguez (Toché, min. 70), Saúl Berjón y Linares (Fabbrini, min. 77).

Goles:
1-0, min 69; Borja Iglesias. 2-0, min 73; Forlín, en propia puerta, tras disparo de Pombo. 2-1, min 89; Carlos Hernández.

Árbitro:
Bikandi Garrido (Colegio vasco). Amonestó a Buff (75′) y expulsó a Saúl Berjón (56′ y 91′).

Incidencias:
Partido correspondiente a la jornada 28 de LaLiga 1|2|3, disputado en La Romareda ante 20.607 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 3. Poco trabajo y bien resuelto.
Benito: 3. Aunque sufrió en defensa, su aportación ofensiva fue buena.
Grippo: 3. Serio y cumplidor, estuvo muy bien en el corte.
Perone: 3. Es un defensa lento, pero su colocación y su gobierno del aire aportan.
Lasure: 4. El Zaragoza ha encontrado a su lateral izquierdo. Seguro, audaz y trabajador.
Eguaras: 4. Sufrió un marcaje impecable, pero supo superarlo con talento y clase.
Guti: 4. Es un jugador tan completo que nos obliga a frotarnos los ojos cada día.
Zapater: 4. Ha encontrado su lugar en el campo. Es un jugador vertical y generoso.
Febas: 2. Le costó mucho conectar con sus compañeros. Alborotado, no culminó.
Pombo: 4. Fue de menos a más. Cuando encuentra el tono, es especial.
Borja: 4. Se lo peleó todo y logró un gol de gran delantero.
Buff: 4. Su entrada ayudó a limpiar la atmósfera. Su asistencia, genial.
Ros: S.C. Se lesionó nada más entrar.
Mikel: 2. Ayudó a cerrar la defensa.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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