CA Osasuna 1 – 0 Real Zaragoza | Crónica

CA Osasuna 1 – 0 Real Zaragoza | Crónica

Error & Fin

Cuando algo puede salir mal, sale mal. La tostada que cae del lado de la mantequilla fue ayer la protagonista del partido que el Real Zaragoza disputó en el Sadar. Ante un At. Osasuna al que todo le sale bien porque cabalga a lomos de ese corcel que siempre llega ganador, el equipo de Víctor sufrió una derrota inmerecida hasta la insólita expulsión de Eguaras. Seguramente porque los jugadores aragoneses salieron al terreno de juego con fuego en los ojos, pero también porque los árbitros habitualmente nos miran con un gustillo que les incita a tomar decisiones erróneas que casi siempre perjudican al escudo del león. Si a ello le añadimos la calidad de los errores propios, tendremos el esquema de lo que ayer sucedió en Pamplona.

El partido comenzó con unos minutos de hierro fundido por parte de los navarros. Dos corners llegaron a botar en esos inicios, traducción exacta de su ímpetu inicial. Pero en seguida Eguaras tomó el mando, muy bien secundado por James, y el Zaragoza pasó a gobernar. Primero con mucho toque y posesiones largas, pero en seguida con sanas intenciones de golpear duro.

Eso ocurrió por primera vez en el minuto 11, cuando Ávaro recogió un centro medido de Nieto y remató, con todo a favor, alto. Esa acción, sin embargo, fue inmediatamente contestada por Osasuna, cuando Fran Mérida disparó fuera un balón franco, en lo que sería una muestra de lo que íbamos a vivir anoche. Un partido de ida y vuelta. Como la ocasión de Torres, disparando al palo. Como la ocasión de Linares, chutando cruzado y blando a las manos de Rubén. Como la ocasión de Villar, que detuvo Cristian. Como la ocasión de Linares, que se fue fuera por poco. Como la ocasión de Torres, de nuevo, que desvió acertadamente Cristian.

No había mucha elaboración, el balón fluía de un área a otra con agilidad desmesurada y se veía que las defensas no acertaban a controlar los embates de ambos equipos, si bien con poco acierto por parte de los delanteros. Y algo sucedió que trastocó en ambos bandos el guión elaborado durante la semana: sendas lesiones en dos jugadores clave. Por parte de Osasuna Kike  Barja se retiró con un problema en el tobillo; por parte zaragocista, la sensible baja de Gutián, que notó un pinchazo y tuvo que abandonar el barco, sustituido por Verdasca. A partir de ese momento, y hasta el descanso, Osasuna interpretó mejor la situación. Villar consumó un ataque con una balón fuera por poco, pero fue Torres quien estuvo a punto de conseguir el gol de la jornada. Desde su campo lanzó un balón curvo y venenoso que Cristian despejó por encima del larguero en una acrobática intervención.

Al descanso se llegó después de que Soro no acertara a cazar un buen balón de Álvaro, pero el empate se daba por bueno en las filas blanquillas después de haber protagonizado una primera parte dinámica y repleta de vicisitudes. El beneficioso y merecido descanso para todos los actores debería traer la resolución del choque vibrante, trabajado y esforzado que nos habían regalado los contendientes.

La reanudación prometía un choque de disputa, permanente discusión del balón y arrojo por parte de todos. Sin embargo, el árbitro decidió romper las tablas del escenario sancionando una entra de Eguaras con una tarjeta amarilla que suponía su expulsión. Tan desastrosa decisión destrozó el espectáculo y condicionó el resultado final, pues la marcha del navarro no solo suponía jugar con uno menos, sino que ese jugador había sido capital hasta ese momento. Al instante, Víctor quitó a Pep Biel por Javi Ros, en un intento por sujetar la nave y afrontar con garantías la que se avecinaba.

Osasuna rearmó sus baterías y empleó todo su afán en bombardear al Zaragoza con continuos ataques en tromba sobre el área de Cristian. Villar y García tuvieron sendos balones que no convirtieron, el primero echando el balón fuera y el segundo porque Cristian lo detuvo con seguridad. Los minutos pasaban y Osasuna se rearmó, bien acompañado por un árbitro timorato y errático que barrió todas sus decisiones hacia terreno rojillo, como es habitual en este campo.

Ros fue una buena contribución a la causa. Los chicos de Víctor se armaron bien atrás y sostuvieron la avalancha pamplonesa con gallardía y firmeza. Pero esto del fútbol también va de errores. Y si es un error en defensa, aún es más grave. Y eso ocurrió en el minuto 20: un balón al área pequeña no fue despejado por Dorado, que pateó al aire, y fue a dar a los pies de Villar, que no tuvo más que empujar el balón a la red de Cristian. El mazazo fue doble: por recibir cuando se estaba luchando muy bien y por cómo se produjo.

El segundo gol pudo haber llegado minutos después, pero de nuevo el poste fue nuestro aliado. Con quince minutos por delante, Víctor sustituyó a Linares por Pombo, buscando en el zaragozano  un golpe de talento, un gesto de clase que equilibrase la balanza. Y estuvo a punto de suceder. Con todo en contra, el Zaragoza no rebló. Siguió en la pelea, lo intentó todo, llegó a acorralar a Osasuna, que vio cómo un equipo mermado le ponía contra las cuerdas. Fue en el minuto 82 cuando Álvaro se plantó solo ante Rubén y marró una clarísima ocasión de gol echando el balón fuera. Un error más, otro fallo que sumar a su larga colección de goles no consumados por falta de aplomo y de acierto.

Aún tendría dos ocasiones más en sendas llegadas de Benito y Pombo, pero el Zaragoza, ahora mismo tiene muchas cosas buenas pero una evidente y preocupante falta de gol. Seguramente con otro delantero, con un matador en el área, ahora mismo estaríamos hablando de otars cosas. No solo por el partido de ayer, sino por tantas y tantas ocasiones de gol que han muerto en las botas de nuestros delanteros. Ahora toca pensar, sopesar y reflexionar sobre lo que nos queda. De momento, lamer las heridas que una derrota en Pamplona siempre deja. Y esperar que vivir en el error no sea el fin.

Ficha técnica

CA Osasuna:
Rubén Martínez; Nacho Vidal, David García, Unai García, Clerc; Oier, Fran Mérida; Barja (Rober Ibáñez, 24), Brandon (Xisco, 64), Roberto Torres; y Villar (Íñigo Pérez, 83).

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Benito, Guitián (Verdasca, 30), Dorado, Nieto; Eguaras, Igbekeme; P. Biel (Javi Ros, 51), Álvaro Vázquez; Soro y Linares (Pombo, 75).

Goles:
1-0, min. 70: Villar

Árbitro:
Ávalos Barrera (Comité Catalán). Expulsó por doble amarilla a Eguaras (45 y 49). Amonestó a Linares (33) y Villar (58).

Incidencias:
Partido de la 27ª jornada de LaLiga 123 disputado en El Sadar ante unos 18.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 5. Impecable. Volvió a ser el mejor.
Benito: 3. Tuvo mucho trabajo en defensa y no lució en ataque.
Guitián: 3. Hasta que se lesionó, gobernó la defensa.
Dorado: 2. Lástima de error. Su trabajo, muy correcto.
Nieto: 3. Algo impreciso en defensa, en ataque genera peligro.
Eguaras: 3. Hasta su expulsión hizo un trabajo muy valioso.
James: 3. Algo indeciso, sigue siendo muy importante.
Pep Biel: 2. Inexpresivo y poco eficiente.
Álvaro: 2. No es nuestro delantero. Comete errores decisivos.
Soro: 2. Disminuido en el campo, no aportó verticalidad ni combinación.
Linares: 3. Lo peleó todo. Muy motivado, le faltó el gol.
Verdasca: 2. Algo acelerado, se fajó con todos, pero transmite inseguridad.
Ros: 3. Muy trabajador y coherente con la situación. Sujetó el centro del campo.
Pombo: 3. El rato que estuvo, inquietó y agitó la defensa de Osasuna.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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