Real Zaragoza 2 – 0 R Oviedo | Crónica

Real Zaragoza 2 – 0 R Oviedo | Crónica

Y vuelves tú,victoria

El gol de Álvaro Vázquez pasará a la Historia del Real Zaragoza y del zaragocismo. Sin duda. Y puede convertirse en un gol emblemático, de hondo significado futbolístico, si la temporada nos lleva a Territorio Esperanza. Por su belleza, por su enorme dificultad y     por haberlo logrado el Lobo, un delantero de magníficas condiciones y, hasta ahora, gesto indolente.

El gol de Álvaro, digo, agitó el corazón del león con la violencia de la belleza suprema, la que habita en nuestra memoria como colectivo de glorioso pasado y miserable presente. Pero el nombre que coreó la Basílica con la enorme fuerza que le otorga ser la afición más grande de la categoría fue el de Cristian. Cristian, el gran Cristian, detuvo un penalti cuando corría el minuto 60 e inundó con la energía de los invencibles el aliento de la afición. Cristian, el gran Cristian, volvió a ser ayer el mejor. Es el mejor.

El partido se presentaba como una batalla de incierta resolución, altísimo riesgo y enorme dificultad. Víctor nos dijo en la previa que teníamos argumentos más que suficientes para vencer al Oviedo, pero que habría que hacer muchas cosas y todas ellas bien. Y a ello se aprestó el grupo en una fría noche que, aun así, contó con el indesmayable aliento de los suyos, incluida una protesta contra los horarios televisivos. El equipo aragonés contaba con varias bajas de importancia, como las de Ros, Benito y Guti, así que hubo que tirar del escaso fondo de armario para construir una propuesta digna. Hasta cuatro cambios presentó el equipo: Verdasca, Delmás, Papu y Álvaro, por lo que nos dispusimos a encontrar respuestas a unas cuanta preguntas tras el irregular partido frente al Rayo Majadahonda.

La primera parte fue tremendamente igualada. El Zaragoza comenzó con ordenado ímpetu, combinando bien y buscando líneas verticales. Así fue cómo en el minuto 3 Delmás dispuso de una ocasión que no convirtió gracias a una buena intervención de Champagne. El Oviedo pronto mostró sus armas, sobre todo su capacidad para contragolpear a partir de una disposición defensiva férrea apuntalada sobre la gran acumulación de efectivos atrás. Fue el equipo asturiano el que dispuso de mejores ocasiones, dos por ser más exactos: una de Bárcenas y otra, de cabeza, de Mossa. Afortunadamente Cristian nos recordó sus mejores tardes y resolvió ambas con sendas buenas paradas.

El Zaragoza y el Oviedo, ambos Real, se enredaron durante un buen rato en un juego anodino y estéril muy alejado de las áreas. Tan solo Pombo se animó a buscar el gol con un chut de lejos con muy poca pólvora en la intención. Fue la única vez en que los de Víctor mostraron interés por el gol. Esa y el buen desmarque de Álvaro tras pase filtrado de Zapater. Lamentablemente, el badalonés no supo superar al meta ovetense y ahí acabó la primera parte. Tablas en casi todo y empate a cero.

La segunda parte fue, en efecto, continuación de la primera. Ni un solo diálogo diferente para un mismo guión. Hacía falta alguna decisión que hiciese virar las velas del equipo y esta llegó en forma de mayor presión en la salida del balón de los carbayones y varios acercamientos al área de Champagne que, lastimosamente, no fueron traducidos en gol. Primero Papu y luego Zapater no encontraron el sendero al éxito, al tiempo que el juego se enmarañaba con acciones viscosas del Oviedo, nunca bien juzgadas por el mediocre Figueroa Vázquez.

Y llegó uno de los momentos claves del partido. En el minuto 60 Eguaras derribó a Bárcenas, que cayó en medio de exagerados gestos de dolor. El árbitro pitó penalti, los jugadores protestaron y la grada mostró su enojo o, más bien, su estupefacción. No podía ser. No otra vez. No de nuevo a remar contracorriente. Pero pronto nos dimos cuenta que bajo los palos estaba Cristian y a su grandeza nos rendimos. Porque el gran arquero argentino nos regaló una vez más una extraordinaria parada para impedir que el gol subiera al marcador. Hubo explosión de júbilo y la Romareda se rearmó.

Víctor reaccionó inmediatamente y puso sobre el tapete a Soro por Papu. El joven ejeano recibió la encomienda de transitar la banda y abrir caminos ofensivos y James se ubicó en la banda izquierda, seguramente con el fin de fijar a sus laterales. De este modo se pudo reducir la intensidad de los ataques del Oviedo, que ejercía en ese momento una mayor presión sobre el área de Cristian. Y llegó el 1-0. Soro recibió y gobernó magistralmente un balón aéreo con el pecho y tras un rechace de la defensa llegó a los pies de Álvaro. El catalán lo acogió, lo orientó y batió de un chut cruzado a Champagne.

Era un gol de gran valor. El Oviedo estaba noqueado. De un 0-1 que quién sabe lo que habría supuesto pasamos a un 1-0 con pocos minutos para la reacción forastera y un Zaragoza muy bien dispuesto y con una energía extraordinaria para disputar cada balón y lanzar flamígeros ataques. De esas acciones nacieron primero una ocasión extraordinaria de Álvaro que no resolvió solo ante el portero azulón y poco después un gol logrado por Soro que fue anulado por fuera de juego.

El partido moría pero aún faltaba por llegar lo más espectacular (ya hemos quedado que lo mejor fue el penalti detenido por Cristian). Zapater sacó un corner y Álvaro remató de tacón (o escorpión) logrando el gol de la jornada, si no de la temporada. Por lo menos el Memorial Memotiva ya tiene ganador casi con toda seguridad. Ahí es cuando se cayó el vetusto (y no es un juego de palabras) estadio zaragozano. La alegría invadió las almas y los corazones blanquillos y cuando sonó el pitido final los abrazos en que se fundieron los jugadores se convirtieron en un símbolo de esperanza que no olvidaremos a lo largo de los próximos días. Ojalá semanas. Ojalá meses.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Delmás, Guitián, Verdasca, Lasure (Aguirre, 70); Eguaras, Zapater, Igbekeme; Papunashvili (Soro, 63), Pombo (Raúl Guti, 82); y Álvaro Vázquez.

R Oviedo:
Champagne; Johannesson, Carlos Hernández, Alanis, Christian Fernández (Toché, 80), Javi Hernández; Folch, Tejera; Bárcenas, Mossa (Stiven, 89); y Joselu.

Goles:
1-0, min. 75: Álvaro Vázquez. 2-0, min. 89: Álvaro Vázquez.

Árbitro:
Figueroa Vázquez (Comite Andaluz). Amonestó a Zapater (49).

Incidencias:
Partido de la 23ª jornada de LaLiga 123 disputado en La Romareda ante unos 18.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 5. Grandiosa y determinante actuación.
Delmás: 4. Gran trabajo en ambas facetas. Indesmayable.
Guitián: 4. Señorial, sabio y eficaz.
Verdasca: 3. Acompañó muy bien a Guitián. Al lado de los buenos, crece.
Lasure: 3. Claramente, mucho mejor en ataque que en defensa.
Eguaras: 4. Sensato, gobernante y exacto en sus acciones.
James: 4. Eléctrico, vertical y magistral en la ruptura de líneas.
Zapater: 4. Su mejor partido de la temporada. Abundante y extenso.
Papu: 2. Le faltó finura física. No encontró su dimensión eléctrica.
Pombo: 4. Realizó acciones magistrales. Le faltó remate.
Álvaro: 4. Estuvo muy activo, con gran movilidad. Ayudó mucho y logró dos goles. El segundo, extraordinario.
Soro: 3. El rato que estuvo aportó frescura, talento y buenas decisiones.
Aguirre: 3. Alternó algunos errores con buenas acciones ofensivas.
Guti: 3. Se entendió muy bien con Soro.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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