Albacete Balompié 4 – 1 Real Zaragoza | Crónica

Albacete Balompié 4 – 1 Real Zaragoza | Crónica

Es profunda la miseria

Acabo de recoger una camiseta “avispa” del suelo. Lleva el número 26. Huele a café y a ira, a sal de mar y a rabia. He limpiado algunas manchas y debajo de ellas he descubierto un hermoso escudo. Es un león rampante de hilo dorado sobre un fondo rojo. Había sudor en ella, pero olía a fracaso. Y a vergüenza. Y a indignidad. Y a vacío.

La he guardado en un arcón. El de mi memoria. En él duermen otras camisetas con el mismo escudo bordado en ellas. Seguramente habrán sentido el roce de la mentira, la misma a la que nos han arrojado un puñado de futbolistas aniquilados por un desafío inasumible y un cuerpo técnico derrotado por el presente. La misma que ha construido una estructura empresarial que maneja con el descaro de la desesperación una competición contaminada por una estrategia cuyo único fin es consolidar objetivos financieros y dinámicas de poder.

No hay explicación futbolística para el derrumbe del Real Zaragoza. Ninguna de las razones que se han aportado nos ayuda a comprender la formidable destrucción de un equipo que rozó el cielo a comienzos de marzo. En aquel momento teníamos un sueño. Hoy, la podredumbre moral, emocional, física y futbolística es nuestra seña de identidad. Y no hay nadie en el club que acomode un relato coherente y razonable capaz de curar las heridas que desangran el futuro del Real Zaragoza.

El partido de ayer fue la consumación de un fracaso descomunal. La indecente actuación del equipo aragonés nos llevó a todos los zaragocistas al borde de un abismo que será, con toda seguridad, la condena del club. Pero lo peor no fueron los cuatro goles encajados por la estupidez e ineptitud de los jugadores del Zaragoza, sino que lo fueran por su falta de profesionalidad, capacidad, voluntad y espíritu. Su dejadez y falta de orgullo son el síntoma de una terrible enfermedad: la debilidad.

El equipo del Ebro es un grupo frágil, fláccido, deshilachado. Es un colectivo desarticulado, desmembrado, deshuesado. Es una pandilla de jugadores descuidados, mortecinos, olvidados de sí mismos. Y su almirante no encuentra el timón. Un día, nunca sabremos cuándo, una enorme ola cubrió la cubierta de la nao y lo arrojó sobre cubierta. Cuando el agua se retiró no supo orientarse y desde entonces camina a bandazos agarrado a los cabos y tratando de evitar que estos se zafen y los mástiles de las velas caigan sobre su cabeza. No hay marinería; no hay capitán. Y la nave se ha ido al garete, que en lenguaje marítimo significa “estar sin posibilidad de gobernar o dirigir la embarcación debido a un fallo en la propulsión en una embarcación de motor o del aparejo en un barco de vela”. ¿Más claro?

Hoy escribo por mí y mis compañeros de viaje. Por todos esos zaragocistas que día a día, semana tras semana, sueñan con un mañana mejor. Eso, soñar en medio de un campeonato tan injusto y adulterado como este, es poco inteligente, pues está todo muy decidido. Pero por eso mismo, porque lo creo, porque ha llegado ese momento en que el dolor se hace insoportable, me corresponde escribir, después de alrededor de 500 crónicas escritas en los últimos 14 años, que lo que suceda a partir de ahora pertenece al universo de lo impredecible, pero que los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes del Real Zaragoza nos deben varias vidas. Y para eso alguien tiene que reconocer su responsabilidad y hasta su culpa. Y desfacer este entuerto. Son cuatro balas. Son cuatro futuros.

Y ahora, la crónica. En el minuto 8 Zozulia amenaza a Cristian con un chut que se va alto, tras desajuste de Nieto y Atienza. En el minuto 11 Nieto pierde torpemente un balón en su zona que se lo roba Jiménez. Atienza, defensa novato y sin experiencia, lo arrasa con su cuerpo y comete penalty. 1-0.

En el minuto 16 Torres chuta un balón desde el borde del área que no encuentra puerta rozando la escuadra. En el minuto 22 Gorosito remata a placer un disparo de Pedro (la maldición de los ex) que había rechazado Cristian. Viagaray, despistado, no rompe el fuera de juego y los demás jugadores zaragocistas aplauden al jugador manchego. 2-0. En el minuto 27 Delmás es derribado y el penalty lo convierte Burgui. 2-1.

En el minuto 33 Ojeda recoge un balón estratosférico obtenido tras un corner a favor del Zaragoza. En dos pases largos se planta ante Cristian y lo rebasa con una vaselina de segunda división (nada del otro mundo, es decir). 3-1. Y descanso. La catástrofe apuntaba a convertirse en capítulo de la historia negra del zaragocismo.

En el minuto 1, antes incluso, un balón aéreo cayó en el área zaragocista y Ojeda, muy bien acompañado por Delmás en labores de lacayo, enganchó a bote pronto un misil que destrozó la escuadra de Cristian. 4-1. Y fin. El penalty que el árbitro pitó después a favor del Zaragoza tras consultar el VAR y que falló Burgui y erró Linares en el remate posterior solo es una anécdota en esta obra trágica que fue el partido ante el Albacete.

Ahora nos queda un match ante la Ponferradina que bien se podría jugar a través de videoconferencia, pues no sirve ni “pacascála”, pues nada se juegan ninguno de los dos equipos, y después llega el suplicio de los play off. Porque se nos vienen dos o cuatro partidos en cuya resolución favorable solo cree Lalo Arantegui, visto y oído lo que expresó ayer en rueda de prensa. ¿Caben los milagros en el fútbol? Sí. ¿Creemos en este equipo, en estos jugadores? Poco. Porque una idea se ha instalado en el subconsciente colectivo, o por lo menos en el de este cronista: a la Liga le interesa una Segunda División con el Zaragoza en ella y con todos los portaviones que ahora mismo la conforman más los Espanyol, Mallorca y demás históricos. Ya no es posible considerar una competición limpia. Esto es otra cosa, amigos.

FICHA TÉCNICA

Albacete Balompié: Nadal; Pedro, Gorosito (Arroyo, 26), Kecojevic, Fran García; Erice (Eddy Silvestre, 77), Maikel Mesa; Álvaro Jiménez (Acuña, 77), Chema Núñez, Ojeda (Caballo, 50’); y Zozulia (Benito, 77).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Delmás, Vigaray, Atienza, Nieto (Clemente, 46); Eguaras (Nick, 72), D. Torres (Zapater, 46); Burgui, Soro, Puado (Blanco, 59); y Luis Suárez (Linares, 59).

Goles:
1-0, min. 12: Maikel Mesa, de penalti. 2-0, min. 22: Gorosito. 2-1, min. 28: Burgui, de penalti. 3-1, min. 33: Ojeda. 4-1, min. 46: Ojeda.

Árbitro:
Gorostegui Fernández-Ortega (Comité Vasco). Amonestó a Clemente (61), Maikel Mesa (68) y Nick (81).

Incidencias:
Partido de la 41ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en el Carlos Belmonte.

Puntuaciones

Cristian: 1. Falló lo impensable. Descentrado.
Delmás: 0. No estuvo acertado.
Vigaray: 1. Torpe y despistado.
Atienza: 0. No words.
Nieto: 0. Sin comentarios.
Eguaras: 1. Se ha ido.
Torres: 1. Algún detallito. Disminuido físicamente.
Soro: 1. Descolgado de sí mismo.
Puado: 1. Desnortado.
Burgui: 2. Algo más centrado. Contribuyó con un gol.
Suárez: 1. Desconcertado.
Zapater. 3. Orgullo, tesón y esfuerzo.
Clemente: 1. Sin pulso.
Ález: 0. No aportó nada.
Linares: 1. Apenas intervino. Sin luz.
Nick: 1. Acelerado e inexperto.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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